Lejos de la Bolsa hasta que haya mayor visibilidad
por Cárpatos
Muchas veces usamos ese dicho de que el que se fue a Sevilla perdió su silla para definir aquello de que si renunciamos a algo o lo dejamos de lado luego no podremos volver a reclamarlo. El origen es muy curioso y lo pueden ver en esta cita de la web del poeta y escritor Carlos Rivera: "Durante el reinado en Castilla de Enrique IV de Trastámara, un sobrino de don Alonso de Fonseca -arzobispo de Sevilla- fue a su vez designado arzobispo de Santiago de Compostela, pero suponiendo el tío que, a causa de las revueltas que agitaban Galicia, a su sobrino le costaría tomar posesión de su cargo, se ofreció para adelantarse a Santiago con el objeto de allanarle las dificultades. A cambio, le pidió a su sobrino que lo reemplazase en los negocios de su sede en Sevilla. Así se hizo y con los mejores logros, de manera que una vez que don Alonso, concluida la gestión, regresó a Sevilla, se halló con la desagradable sorpresa de que su sobrino se resistía a abandonar la sede arzobispal, alegando que el arreglo había sido permanente".
Llevamos unos días que la Bolsa está en un plan que la única forma de seguirla es en ultracorto. El gráfico de arriba, por su violencia parece el encefalograma de Nicholson en la película El resplandor cuando le da por ir por ahí con el hacha, sin tomarse la medicación; pero no, es el futuro del Euro Stoxx en 30 minutos. Como pueden ver la volatilidad intradía es impresionante. Los bandazos se suceden y si uno tiene un duro de beneficio tiene que tomarlo a los pocos minutos, porque aquí el que fue a Sevilla perdió su silla; nada de alargar, de irse a ningún sitio, primero hay que cerrar la posición.
Mucho me temo que la proliferación de máquinas de alta frecuencia que ya suponen el 73% del volumen total del mercado, y que hay recordar provocaron el flash crash de mayo, tienen mucho, mucho que ver en todo esto.
De momento seguimos estando atrapados en un gran movimiento lateral, con movimientos muy erráticos y sin visibilidad alguna. Es momento de seguir alejado del mercado a la espera de la ruptura por algún lado.
Al menos queda una esperanza. Septiembre ha roto la tradición de ser un mes malo. De hecho hay que remontarse a 1939 para verlo mejor que el actual. En concreto en 1939 el S&P subió 14,40% con la II Guerra Mundial cerca.
Como estamos fuera de lo normal, que es un septiembre flojo, resulta muy interesante dar un vistazo al estudio que publica Bespoke, sobre quíé pasa en octubre y en el resto del año cuando septiembre rompe la norma y es bueno. Pues bien, cuando eso sucede, octubre sube de media el 1,82% con el 64 % de ocasiones alcista.
Pero lo más interesante, viene al ver quíé pasa el resto del año. Tenemos una media de subida del 5,51% y atención, en el 80% de los casos el resto del ejercicio es alcista, cuando septiembre es positivo. Por arriba la primera referencia es el 1.150 del futuro del Mini S&P500.