El Ibex se topa con piedras en el camino
por Carmen Ramos
Hemos cerrado el tercer trimestre del año, y se ha destacado a bombo y platillo que se ha vivido el mejor septiembre desde hace más de sesenta años, así como la elevada revalorización que los índices bursátiles en los últimos tres meses.
Como se suele decir los números cantan y mientras el Ibex 35 ha repuntado un 3,20% en el último mes, un periodo tradicionalmente bajista, la subida acumulada en el trimestre se sitúa en el 13,5%. Sin embargo, estas cifras no entusiasman al inversor.
Por una parte, el principal indicador español acumula una caída anual superior al 12%, cuando los principales índices estadounidenses y europeos están en positivo o con recortes muy inferiores; por otra, y fijándonos en el aspecto tíécnico, sus homólogos han recuperado y superado los máximos de finales de julio y, lo más importante, pueden permitirse el lujo de recortar sin poner en peligro su incipiente directriz alcista de corto plazo. Mientras, el Ibex 35 hace juegos malabares para no perder la base de su canal alcista.
Llegados a este punto pensarán que estas diferencias son lógicas, ya que la marcha de nuestra economía tiene poco que ver con la de EEUU, Francia o Alemania, y desgraciadamente es así. Pero no podemos perder de vista que los cinco grandes valores determinan el 70% del Ibex 35 y que, afortunadamente, el grueso de sus negocios procede del exterior.
Es innecesario enumerar todas las taras y desajustes que arrastra nuestra economía y que, el gozar del lamentable honor de pertenecer al grupo de los perifíéricos, supone que tenemos que ofrecer mayor rentabilidad para colocar la deuda pública es´pañola y aguantar todo tipo de críticas. Pero tambiíén lo es que nuestros principales bancos están mejor preparados que el resto para cumplir los criterios de Basilea III y están pagando los platos rotos de su homólogos europeos.
Es difícil que las bolsas se anticipen en exceso a la economía, y cuando lo hacen dan un paso atrás para esperarla. Tal vez estamos en ese momento, ya que la recuperación en EEUU se ha ralentizado. Pero en nuestro caso, y debido a la solidez de nuestras empresas, el Ibex 35 debe ponerse al paso de sus homólogos, aunque deje atrás a la situación de la economía del país.