Sabiendo como las gasta, no síé como hay inversores que se atreven a preguntarle a mi viejo amigo Sáez del Castillo, quíé hacen con La Seda, Sniace, Uralita, y un largo etcíétera. Vamos, que no les pega porque no llega, pero se despacha a gusto. Hay valores en los que invertir se convierte en una operación sin ánimo de lucro.
Podríamos hacer una larga lista de empresas que un día perdían más que el anterior, pero menos que el siguiente, hasta que han terminado desapareciendo del cuadro de cotizaciones; en algunos casos, para siempre jamás.
Las hay que ya han cambiado tres veces de nombre sin mayor fortuna. Todo el mundo sabe que a Ezentis antes se llamaba Avanzit y mucho antes Radiotrónica. A los reciíén incorporados hay que advertirles que Quabit, antes Afirma, era la famosa Astroc. Y que por mucho “bio†que la hayan puesto de prefijo, Bioseach era Puleva Biotech. Y dice el refrán, que aunque la mona se vista de seda, mona es y mona se queda.
El proceso mental que se sigue a la hora de comprar estos chicharros es muy variado. Con frecuencia, confunden precio bajo con barato. En ocasiones, se trata de un soplo, mal intencionado, al que dan críédito a pie juntillas. La mayoría de la veces pensando que van a dar el pelotazo de su vida. Y en casi todos los casos, personas con muy poca experiencia en bolsa y ninguna disciplina.
Escribir para ellos es tiempo perdido.Jamás te harán caso. Pero a veces te duele ver que algunas personas se han metido, con el fruto de su trabajo, en un berengenal de que saldrán seriamente perjudicados o con píérdidas irreparables. Pero, recordarlo de vez en cuando, por si alguien escarmienta en cabeza ajena, es casi una obligación. En la que vamos a seguir insistiendo, con un slogan: chicharros no, gracias. Y puestos a especular a corto rabioso, mejor con valores grandes y sólidos. Lo hemos dicho en varias ocasiones que es tambiíén una cuestión de prestigio personal. Da más solera decir que tu abuelo se ahogó en el Titanic, que en una patera.
El Ibex 35 ha cerrado el mejor mes de septiembre de su historia. Pero cogido por los pelos. Porque si el cálculo lo hacemos entre el cierre del 1 de septiembre y el de ayer, 1 de octubre, veremos que ha habido estrellas y estrellados. Quien compró el primer día del mes Iberdrola Renovables, ayer perdía un 8%. Algo menos, un 7,70% de píérdidas si la inversión la hizo en Banco Santander. Tampoco les fue bien a los de Bolsas y Mercados (BME) o Bankinter. La diferencia entre quiíén entró en un chicharro y quiíén lo hizo en valores de solera estriba en que los primeros van a seguir perdiendo dinero y los segundos, más pronto que tarde, recuperarán el importe de su inversión y entrarán en beneficios.
La bolsa es una buena herramienta para fomentar el ahorro. La bolsa es divertida y engancha, pero no es un juego de azar. No juegue con ella, porque tiene malas pulgas.
