Coca-Cola completó el domingo la compra por 3.400 millones de dólares de las operaciones en Amíérica del Norte de su mayor embotelladora, dentro de sus planes de ampliar el control de la distribución de sus productos y reaccionar con más eficacia a los cambios en el gusto de los consumidores.
Los accionistas de la embotelladora Coca-Cola Enterprises Inc. aprobaron el viernes el acuerdo de venta a la mayor fabricante de bebidas gaseosas del mundo. A principios de semana, las autoridades dieron luz verde a la operación pero bajo la condición de que Coca-Cola restrinja su propio acceso a la información empresarial de su rival Dr Pepper Snapple Group Inc.
Coca-Cola Enterprises embotella algunas de las bebidas de Dr Pepper mediante un acuerdo concertado cuando la primera era compañía independiente.
Coca-Cola operará la embotelladora mediante las subsidiarias Coca-Cola Refreshments USA Inc. y Coca-Cola Refreshments Canada Co. Ambas serán dirigidas por el presidente y director general de Coca-Cola Refreshments, Steve Cahillane, ex presidente de la unidad de negocios para Amíérica del Norte de Coca-Cola Enterprises.
Coca-Cola anunció en febrero el acuerdo, poco despuíés de que Pepsico Inc. hiciera una operación similar. Coca-Cola y la embotelladora tienen su sede en Atlanta.
La operación forma parte de una tendencia en la industria de las gaseosas en que las marcas aumentan su control en la distribución. Los fabricantes fabrican las esencias y despuíés las venden a los embotelladores, que elaboran y distribuyen los productos.
Mediante la posesión de las embotelladoras, las compañías pueden mejorar el control de la dirección y presentación de sus productos y tambiíén pueden agilizar la colocación de productos en el mercado. Coca-Cola prevíé que la operación le ahorrará costos por 350 millones de dólares.