La industria española prepara un nuevo desembarco en Rusia
por D. Gracia en Expansión
Próximo destino made in/made by spain. Rusia representa sólo el 1% de las exportaciones nacionales. Empresas como Campofrío, Gallina Blanca o Altadis ya poseen centros de producción en este país.
El shock financiero internacional ha evidenciado el papel que las potencias emergentes van a jugar a partir de ahora en la economía y el comercio global. Pese a esto, con excepción de Brasil, las empresas españolas siguen viendo con un cierto exotismo a los otros tres miembros del poderoso grupo de los BRIC: Rusia, India y China. La distancia, el tamaño de estos mercados o las diferencias culturales disuaden a muchas compañías de probar suerte.
El caso del vecino europeo es quizá el más llamativo. Quince países superan a Rusia como destino comercial de España y absorbe menos del 1% de las exportaciones nacionales. La participación española en esta economía euroasiática es insignificante (1,1 puntos de cuota), a pesar de que 102 empresas nacionales han emprendido negocios en este mercado. Entre otras, firmas como Abengoa, Iberdrola, BBVA, Fagor, Freixenet, Inditex, Indra, Roca, Teka, Sol Meliá, Puig y Repsol.
El próximo año se celebra el Año de España en Rusia. El Gobierno y las comunidades se han puesto de acuerdo para enderezar este perfil a travíés de un Plan made in/made by Spain como el que ya funciona en Estados Unidos. En síntesis, se trata de un programa para reforzar la imagen país y el apoyo a la promoción de las marcas españolas.
El Consejero Jefe Económico y Comercial de España en Moscú, Javier Burgos, admite que “Rusia no es un buen mercado para iniciarse en la exportación, pero si un país interesante para expandirse cuando una empresa ya tiene experiencia en Europa. Normalmente, las compañías suelen buscar un importador fuerte en Moscú para establecer y de ahí, con el tiempo, llegas a las 11 ciudades con más de un millón de habitantes que posee el paísâ€.
Unas pocas compañías nacionales, en su mayoría del sector agroalimentario, han optado por la inversión. Es el caso de Campofrío, con planta en Moscú; Neva Chupa Chups y Bodegas Valdepablo, instaladas en San Petersburgo; y Gallina Blanca, en Nizhni. En otros sectores, Grupo Uralita posee dos fábricas en Rusia y Altadis ha conseguido alcanzar el 8% del mercado del tabaco. Por último, Repsol e Inditex poseen participaciones en dos empresas escandinavas instaladas en Rusia.
Posibilidades
“Los productos cuyas ventas están teniendo un mayor crecimiento son agroalimentarios (frutas y verduras, aceite, vinos, cárnicos y conservas vegetales) productos cerámicos, maquinaria, automóvil y su industria auxiliar. Por lo que se refiere a la implantación de empresas, la industria auxiliar del automóvil española está tomando posiciones en este mercado que tiene unas buenas perspectivas de crecimientoâ€, añade Burgos.
Otra fuente de oportunidades, para las grandes constructoras españolas, es la red de carreteras de peaje y líneas fíérreas de alta velocidad que planea el Kremlim para los próximos años. No obstante, la falta de experiencia en la convocatoria de concursos internacionales genera cierta incertidumbre en el sector.
En definitiva, al igual que ocurre con China o La India, la inversión en Rusia requiere un cierto tamaño y una penetración muy selectiva a la hora de elegir la localización de los proyectos y los socios locales.
Despuíés de un fuerte bache en 2009, cuando el PIB cayó un 7,5%, la economía rusa ha retomado con fuerza la senda del crecimiento. El comercio internacional y la recuperación de los precios de las materias primas (es muy dependiente de las cotizaciones del petróleo) han alimentado este despegue, sin olvidar las fuerzas internas del país. Rusia es una economía con una floreciente clase media y con un largo camino por recorrer en los mercados de bienes de consumo. Además, posee las tercera reserva de divisas más importante del planeta, por detrás de China y Japón. En concreto, 440.600 millones de dólares. Lo que equivale, aproximadamente, al 40% del PIB español.
Barreras a tener en cuenta
En estos momentos, China, Alemania, Estados Unidos, Ucrania e Italia son sus principales proveedores. Y si España quiere hacerse un hueco debe tener en cuenta otro tipo de barreras adicionales.
Entre otras, Rusia todavía no forma parte de la Organización Mundial del Comercio. Por tanto, hasta que se produzca su adhesión, mantiene obstáculos a las importaciones. “La normativa es muy diferente a la europea en cuanto a exigencia de certificados y las aduanas son complejas. Encontrar a un buen importador es más esencial en Rusia ya que este se hará cargo de todos los tramites de certificadosâ€, incide Burgos.