La reforma de las pensiones se acerca a su recta final. Despuíés de más de un año de negociación entre los grupos políticos, la Comisión parlamentaria del Pacto de Toledo parece que está a punto de plantear las líneas básicas que dibujarán la modificación del sistema de pensiones.
De hecho, ayer mismo, la portavoz de Seguridad Social del Partido Socialista, Isabel López i Chamosa, afirmó que la ampliación de 15 a 20 años del periodo de cálculo con el que se computa la cuantía de las pensiones "es uno de los consensos más generales que hay, porque se haría muy poco a poco y paulatinamente y no se perjudicaría excesivamente a nadie".
Esta percepción, realizada minutos antes de que diera inicio la reunión de esta Comisión, es compartida por varias formaciones políticas que componen este grupo de trabajo, según confirmaron a elEconomista.
La mayoría de los grupos parlamentarios estarían de acuerdo en recomendar que se amplíe la progresividad entre las cotizaciones que se abonan al sistema y las prestaciones que se perciben, tal y como se hizo en las conclusiones de 1995 y de 2003. Sin embargo, el Ejecutivo es el único que tiene capacidad para concretar que el periodo de cálculo se ampliará desde los últimos 15 años de la vida laboral a los últimos 20 años. A partir de ahí, el Gobierno deberá consensuar esta modificación con los agentes sociales antes de llevarla a cabo.
Reducirá las pensiones
La ampliación a veinte años del periodo de cálculo reducirá la cuantía de las pensiones una media del 5,54 por ciento, según un informe publicado por el Ministerio de Trabajo a finales de 2007. En cifras, esta reducción se traducirá en unos 60 euros menos de media al mes, según concluye el estudio elaborado por Labour Asociados.
Al rebajar el coste de las prestaciones, esta iniciativa ayudará a sostener el sistema. No obstante, existen excepciones. Por un lado, los trabajadores que coticen por la base máxima, recibirán la pensión máxima, que está topada, y no registrarán ninguna merma en su prestación. Asimismo, los ocupados que han cotizado por lo mínimo tampoco sufrirán cambios y cobrarán la pensión mínima, que tambiíén está limitada. Por último, los únicos que pueden verse beneficiados por esta iniciativa son los trabajadores que hayan contribuido de forma generosa al sistema y en los últimos años de su vida laboral hayan perdido el empleo.
Por ahora, el Ejecutivo no ha confirmado si tambiíén ampliará el mínimo de años que se deben cotizar para tener derecho a una pensión. Actualmente, es necesario haber cotizado quince años para poder cobrar una pensión.
La reunión del Pacto de Toledo se centró ayer en tres aspectos: la separación de fuentes de financiación, el mantenimiento del poder adquisitivo y el Fondo de Reserva. Aunque las negociaciones continuarán hoy, el Gobierno espera contar las resoluciones de forma inminente. "Cuanto antes empecemos, más suaves serán los cambios", afirmó el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, quien añadió que si el Pacto de Toledo no llega a un acuerdo podemos derivar en "una situación de perturbación internacional".
