Los jubilados que reciben cheques del Seguro Social en Estados Unidos pueden quedarse sin ajustes por costo de vida, por segundo año consecutivo, si se confirma esta semana que la inflación sigue siendo muy moderada.
El Departamento de Trabajo divulgará el viernes su informe sobre el índice de precios de consumo (IPC) en septiembre, mes que cierra el tercer trimestre del año calendario y que se usa para calcular el ajuste por costo de vida en los pagos del Seguro Social.
Despuíés de un aumento del IPC del 0,3 por ciento en julio y uno similar en agosto, la mayoría de los analistas calcula que el incremento en septiembre fue del 0,2 por ciento.
La noticia de que no habrá ajustes no será del agrado de los más de 58 millones de personas que perciben jubilación, y la ironía es que los jubilados que más dependen de esos pagos del Gobierno forman un contingente importante del movimiento ciudadano "Tea Party" que repudia los programas gubernamentales.
Cuando falta menos de un mes para las elecciones legislativas, es probable que la ausencia de ajustes en los cheques del seguro social se achaquen a la Administración de Barack Obama, pero de hecho han sido los republicanos en el Congreso los que impidieron un pago extraordinario propuesto por los demócratas.
El cálculo de los ajustes por costo de vida en las jubilaciones dentro del sistema gubernamental conocido como Seguro Social, se hace bajo una fórmula compleja, y que muchos expertos consideran inadecuada.
La Oficina de Estadísticas Laborales, dentro del Departamento de Trabajo, toma el costo de vida entre 1982 y 1984 como base 100.
La ley estipula que si el aumento promedio del índice de precios de consumo (IPC) entre julio y septiembre supera el 0,1 por ciento del IPC promedio del tercer trimestre del año anterior, habrá ajuste en las jubilaciones.
Si los incrementos son de menos del 0,05 por ciento u ocurre una caída del IPC, las jubilaciones se mantienen sin cambios.
En el tercer trimestre de 2007 el IPC promedio marcó 203,596 en la tabla que toma como base 100 el período 1982-84 y los jubilados tuvieron un ajuste del 2,3 por ciento.
En 2008 el IPC promedio del tercer trimestre fue de 215,495, y los jubilados muy contentos recibieron un ajuste del 5,8 por ciento en sus pagos.
Pero 2008 fue un año que se caracterizó por enormes aumentos de precios, especialmente de la energía en el segundo y tercer trimestre. El IPC promedio del tercer trimestre de 2009 fue de 211,013, es decir una caída de 2,1 por ciento, y por lo tanto los beneficios quedaron tal como estaban.
Fue la primera vez que los jubilados se quedaron sin ajuste por costo de vida desde que se instituyó el mecanismo en 1975.
A fines de 2009, Obama propuso, y el representante demócrata Earl Pomeroy, de Dakota del Norte, mocionó en el Congreso un pago único de 250 dólares para que los jubilados pudieran encarar la realidad económica. Pero los republicanos impidieron que se aprobara la medida.
Este año el cálculo para el ajuste, o falta de ajuste, de las jubilaciones no se hace sobre el IPC promedio del tercer trimestre de 2009, sino sobre el IPC promedio del tercer trimestre de 2008, esto es los 215,495 puntos de aquel año cuando hubo grandes aumentos de precios.
Para que hubiera ajuste de las jubilaciones del Seguro Social en 2011, el IPC promedio entre julio y septiembre de 2010 debería estar por encima de los 215,495 puntos.
En julio el IPC marcó 213,898 puntos y en agosto fue de 214,205 puntos.
Se necesitaría un aumento de casi el 2 por ciento en el IPC de septiembre para que el promedio del tercer trimestre superara el del tercer trimestre de 2008. Los indicios ya conocidos y los cálculos de los expertos prevíén una inflación mucho más baja en septiembre.