Bill Gross, fundador de PIMCO, que con su PIMCO’s Total Return fund sea por tamaño el mayor fondo de inversión en bonos del mundo y probablemente el gestor más respetado del mundo en renta fija, nos dejaba una visión demoledora en su newsletter del este mes de Octubre. Resumiendo en pocas palabras “Los inversores deberían asumir que nunca más obtendrán las rentabilidades históricas que han obtenido en el pasadoâ€.
Gross empieza la carta recordando el recorte de las comisiones que están realizando algunos hedge funds, o la retirada de alguno que otro inversor de íéxito como Stan Druckenmiller.Psra Gross, estos hechos son solo un reflejo de lo que está ocurriendo en el mundo de la inversión, donde en los últimos años hemos visto como la financiación barata impulsaba el precio de los activos hasta precios insostenibles durante la burbuja de las puntocom o la burbuja inmobiliaria y con la del credit crunch iniciado en 2008 ha cambiado totalmente el panorama, no sólo para el mundo de la inversión sino para muchos modelos de negocio que durante los últimos 25 años han sido impulsados y se han basado en el críédito barato.
La fuerza que durante mucho tiempo ha impulsado el precio de los activos y que favoreció un mundo basado en la producción de “papel†en lugar de “cosas†esta en pleno retroceso y el apalancamiento y la desregulación se desvanecen en el horizonte y sus polos opuestos van en claro ascenso.
Bill Gross tiene muy claro, que en esta “nueva eraâ€, lo único que está asegurado es que los rendimientos futuros de las inversiones serán mucho más bajos que los promedios históricos.Si los inversores en bonos consideran que pueden replicar las ganancias de capital que han tenido en los últimos 25 años con los bonos actualmente ofreciendo rentabilidades del 2 -3% es que no han visto lo que ha pasado con Japón.
Los mismo es aplicable a la renta variable y a las acciones, si hasta ahora la prosperidad y el consumo fueron impulsados por la inflación en los activos y esta se apoyaba en el apalancamiento y unos bajos tipos de interíés, con el actual desapalancamiento de la economía la prosperidad requerirá de una nueva base y en este escenario que nadie espere retornos medios en renta variable del 10-12% con el PIB creciendo al 2%.