Los inversores extranjeros, como los mercados internacionales y la agencias de rating, no apuestan por España. Y la entrada de capital exterior, que jugó un papel fundamental en el despegue económico de nuestro país, especialmente desde la incorporación a la UE, registra ahora una caída del 74,5%, hasta sólo 2.029,2 millones de euros, con datos del Banco de España acumulados entre enero y julio de este año.
Un grave retroceso que ha encendido ya la luz de alarma en la Secretaría de Estado de Comercio que prepara una nueva estrategia para la recuperación de los flujos de inversión exterior, que estará centrada en cuatro grandes áreas de actuación, entre las que destaca el recurso a fondos de capital riesgo y fondos soberanos para atraer financiación de proyectos de empresas extranjeras.
El empleo de fondos soberanos, principalmente de países árabes del Golfo Píérsico, se utilizó ya tímidamente en alguna operación concreta durante el año pasado y el propósito de la administración comercial es potenciar esta fórmula para que los Estados que deseen colocar capital lo hagan en proyectos productivos en España y en empresas españolas.
Tecnología e I+D+i
En esta línea, el segundo grupo de actuaciones se dirige a priorizar las inversiones extranjeras en sectores con alto contenido tecnológico, puesto que, como señaló el secretario de Estado de Comercio, Alfredo Bonet, "las multinacionales ubicadas en nuestro país son responsables de más del 30% de la inversión en I+D+i financiada por el sector empresarial".
Sectores como la energía, fundamentalmente las renovables, medio ambiente, agua, biotecnología, aeroespacial, transporte ferroviario o telecomunicaciones figuran entre los seleccionados por la administración como destino de los capitales exteriores.
Importante tambiíén será el cambio de orientación en la política de captación de países emisores de inversión. Alfredo Bonet precisa que se van a intensificar "los esfuerzos destinados a atraer un mayor volumen de inversión procedente de países emergentes, que han incrementado recientemente y de forma significativa su inversión en el exterior". China, India y Brasil son los mercados elegidos, además de los citados "taifas" del petróleo.
Finalmente, la estrategia diseñada por la Secretaría de Estado plantea modificar todas las normas y regulaciones que pueden afectar negativamente a la operativa de las empresas extranjeras.
En caída libre
El deterioro en la entrada de inversiones productivas que detecta el Banco de España se repite tambiíén en los datos hasta junio del Registro de Inversiones Extranjeras de la Secretaría de Estado de Comercio (incluyen tambiíén el capital comprometido y no desembolsado) y que cifran las inversiones brutas recibidas en 4.142,86 millones, un 67,5% menos que en el primer semestre del ejercicio precedente. Se excluyen aquí los flujos de inversión en Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros (ETVEs), de carácter especulativo y que no crean riqueza ni puestos de trabajo en el país.
En tíérminos de inversión neta, descontando las desinversiones, el descenso es del 70,3%, hasta 2.984,81 millones frente a los 10.065 millones de euros de idíéntico período del año pasado.
Este deterioro se produce, además, despuíés de un año 2009 en el que la inversión extranjera directa (IED) cayó en España por encima del 60%, más del doble del 37% en que disminuyeron los flujos de inversión extranjera directa a nivel mundial.
Dentro de este negativo panorama, Alfredo Bonet apunta que las demandas de información procedentes de inversores extranjeros han crecido un 14% entre enero y junio, lo que, en su opinión, "nos permite anticipar que, progresivamente, volverán a dinamizarse los flujos de inversión"