El comercio es ahora más que nunca una fuente de crecimiento y los tipos de cambio son un elemento clave, pero para un mejor equilibrio sería importante una moneda de reserva mundial que no sea emitida por un solo país, afirmó hoy Le Monde.
El diario francíés apoyó este miíércoles la propuesta del presidente Nicolas Sarkozy de una moneda de reserva mundial que sustituya a la actual: el dólar, que ha dado inicio a una gran batalla en el Grupo de los 20 (G-20), cuya presidencia será asumida por Francia en noviembre.
En estos tiempos de creciente globalización, los tipos de cambio son un elemento clave de las relaciones entre las principales áreas económicas, incluso determinan parte del trabajo o del desempleo en un país, refirió el rotativo de mayor circulación en Francia.
Ello, da lugar a una gran batalla, que apenas inicia en el G-20 entre las principales economías del Norte 'hoy cansadas' y las emergentes del Sur, encabezados por China y otros países, indicó en su editorial 'El G-20 y la gran batalla de las tasas de cambio'.
Los primeros disparos vinieron de Washington esta semana, luego que el secretario estadunidense del Tesoro, Timothy Geithner, criticó a la infravalorada moneda china, el yuan, que da ventaja enorme a las exportaciones chinas en Estados Unidos.
En dólares, los precios de los productos chinos son entre 15 y 20 por ciento más bajos que los competidores estadunidenses, por lo que Geithner indicó que llevaría el caso ante el G-20, señaló el periódico.
Para Le Monde el problema 'no es necesariamente o sólo' el tipo de cambio del yuan, sino el hecho de que China congela una vasta reserva de ahorros en dólares con los ingresos de sus exportaciones.
Pero 'Geithner tiene razón', aseveró, ya que la ventaja comparativa injusta que China disfruta con este tipo de cambio perpetúa un desequilibrio estructural en la economía más importante del mundo.
Los chinos están conscientes de ello y en agosto pasado comenzaron a tomar medidas para acercar al yuan al estatus de divisa internacional, íésto para aumentar su valor en comparación con el dólar y el euro, las principales monedas mundiales.
Aunque los chinos están cambiando lentamente, íésto no es suficiente y para avanzar hacia un mejor intercambio comercial se requiere de una moneda de reserva mundial que no sea emitida por un sólo país, concluyó.