Green Power apela a la Bolsa en un ambiente aún hostil
por Tania Juanes en Cinco Días
Han pasado de ser compañías estratíégicas a las que se otorgaba una de las más elevadas capacidades del mercado para aportar crecimiento a sus accionistas, a estar entre las que menos alegrías han dado a los inversores en el año y en las que las incertidumbres siguen teniendo una repercusión y un peso muy sustantivos. Estas circunstancias, con diferencias en función del perfil de la empresa, se pueden aplicar en la práctica a todos los grupos relacionados con las energías renovables de Europa, ya sean fabricantes de equipos o generadores de electricidad con tecnologías verdes.
Los datos de los comportamientos en Bolsa en 2010 describen muy bien la difícil etapa que atraviesan, que se repite en casi todos los países del mundo. Iberdrola Renovables, líder mundial, se deja el 26,9%; Acciona, el 30%; EDP Renováveis, el 35% y EDF Energies Nouvelles, el 16%. Por su parte, otras pequeñas empresas del mercado español, como Solaria y Fersa, pierden un 36% y un 47% en el año, respectivamente, mientras que algunos proyectos de salida a Bolsa -como los de T-Solar o Renovalia- permanecen aparcados.
En este complejo contexto, se va a producir la más importante oferta pública de venta (OPV) de Europa de los tres últimos años, y está precisamente protagonizada por una compañía de energías limpias. El proceso por el que el grupo italiano Enel segrega y saca a Bolsa a Enel Energy Green Power (EGP) es similar al vivido en 2007 por Iberdrola Renovables -que pierde desde entonces un 50%-, EDP Renováveis o EDF Energies Nouvelles.
Con todo, la OPV de Enel Green Power, ahora en proceso de desarrollo, ha despertado el interíés del mercado, de brókeres y de analistas, que no le restan atractivo, aunque casi todos los expertos puntualizan que deberá salir en la parte baja de la horquilla de precios fijada en el folleto para compensar así algunos interrogantes. En el documento se establece que la colocación se hará entre 1,8 a 2,1 euros por acción, sin descartar que el suelo pueda fijarse más abajo.
A la empresa le quedan aún algunos días para elegir el precio final, y los contactos con los gestores de fondos y otros inversores institucionales que la compañía lleva a cabo en estas últimas e intensas jornadas serán clave en la decisión sobre la cifra de salida. El periodo de suscripción de acciones termina el 29 de octubre y el precio definitivo se fijará, como tope, el 2 de noviembre.
En esta línea, Pablo García, de Oddo Securities, manifiesta que Enel deberá tener en cuenta que, en general, en las últimas colocaciones -que tampoco han sido muchas- el precio se ha debido revisar a la baja. "Es un toque de atención respecto a que ya no todo vale y que el apetito inversor no es muy elevado. Tambiíén es una muestra de que se exigen cifras más baratas y ratios más atractivos, aunque la empresa estíé bien gestionada", subraya.
Tambiíén Miguel Sánchez, de Inverseguros, precisa que para calibrar el interíés de la oferta, y más si se intenta comparar con otras empresas de energías renovables, es necesario conocer el precio final. Pero recuerda que se va a estrenar en el mercado bursátil cuando esos otros valores están baratos en Bolsa. Añade que, aunque se opte por el rango alto de la banda, puede que las acciones se coloquen, pero advierte que se corre el riesgo de dejar a EGP sin ningún recorrido alcista.
Son ideas en general compartidas en un momento en el que la compañía debutante está siendo analizada no sólo por su perfil como valor, sino tambiíén en comparación con otras empresas del sector y por las circunstancias que afectan a las energías verdes en las áreas más relevantes del mundo.
Las proyecciones muestran que el PER (número de veces que el beneficio está contenido en la cotización) de Enel Green Power con datos de 2009 quedaría entre 19,2 y 23,2 veces, dependiendo de la cifra de salida. El de Renovables se eleva a 27,7 veces en 2009 y bajará a 23,2 veces en 2010. Mientras, los de EDP Renováveis y el de EDF Energies Nouvelles ascienden a 31,7 y 22,2 veces, respectivamente.
Otros ratios como la relación del valor empresa (capitalización bursátil más deuda) apuntan a que las diferencias entre las diversas compañías de este sector, el más globalizado dentro de las utilities, no son muy significativas.
Respecto a la rentabilidad por dividendo, van desde el 4,5% de Acciona, al 1,03% de Renovables y al previsible 1,4% de Enel Green Power. La empresa italiana ha señalado en su folleto que su pay-out (parte del beneficio dedicado a remunerar a los accionistas) será del 30%. A excepción del grupo que preside Josíé Manuel Entrecanales, que tiene un perfil diferente, estas empresas necesitan el cash-flow para financiar su crecimiento por lo que no son muy generosas en la remuneración a sus accionistas, incluso algunas no abonan dividendo. Es una condición que hace que algunos asesores prefieran a las matrices, como Iberdrola, EDP o Endesa -con dividendos más rentables-, a las participadas.
Pero, ¿muestran estos ratios, algunos de ellos favorables a la empresa italiana, que sale con un perfil más atrayente que sus competidoras? Sin rechazar el peso de estos datos, los analistas insisten en que los colocadores deberán apurar el precio si quieren ganar más gancho frente a valores similares, un tema que parece que es compartido con algunos de los bancos que asesoran a Enel. La salida de EGP a Bolsa se produce además en un momento en que cotizaciones como las de Iberdrola Renovables o Acciona no recogen el valor de sus activos, como manifiesta ílvaro Navarro, de Intermoney.
Sobre la filial de Iberdrola, Pablo García, de Oddo, añade que cuenta con un punto añadido a su favor: su posición de liderazgo en el mundo por potencia instalada. Y ílvaro Navarro destaca, igualmente, su fuerte internacionalización, a la que Renovables se ha visto obligada por el mayor potencial de otros países frente al de España.
En esta línea, M&B indica que Renovables ha demostrado que el ritmo al que va añadiendo capacidad instalada está muy por encima de sus competidoras. Y Nomura cita que cotiza con cerca de un 10% de descuento en relación a su valor empresa. Desde Credit Suisse se dice que prefieren a Iberdrola Renovables frente a otras empresas del sector por su mayor margen para el crecimiento.
Pese a la inevitable comparativa, empresas y analistas puntualizan que la comparativa sobre cuál es la mejor compañía de energía verde no es ahora el tema más relevante, y que a todos los actores del sector les interesa que la OPV sea un íéxito. No obstante, predomina un cierto escepticismo. Para ílvaro Navarro, será difícil que la OPV de Enel Green Power se convierta en un catalizador para otros valores.
Centrales más rentables
Respecto a las tecnologías de generación -un tema que está siendo destacado en esta colocación ya que pueden mostrar el grado de competitividad de las empresas-, todas tienen ventajas e inconvenientes. EGP ha enfatizado que, por el peso en su potencia instalada de energías como la geotíérmica y la hidráulica, sólo un 28% de sus ingresos depende de las subvenciones. Es, por tanto, un porcentaje bajo frente a la situación de Renovables, EDPR o Acciona.
Siendo cierto lo anterior, tambiíén lo es que la energía eólica, pese a que dependa de las primas que se deben pactar con las autoridades regulatorias, es la base de la estrategia de los países de la UE, de EE UU, China o India para reducir su dependencia de los combustibles fósiles. En esta línea, el analista de Intermoney asevera que es uno de los aspectos que da a Renovables más capacidad de desarrollo.
Y Miguel Sánchez, de Inverseguros, concluye que Enel Green Power tiene, sin duda, menos riesgo regulatorio al ser líder mundial en geotermia que no funciona con primas o subvenciones, y que esa posición es uno de sus puntos fuertes. No obstante, concluye que Iberdrola Renovables cuenta con una buena diversificación geográfica y unos activos eólicos de la más elevada calidad.
Los riesgos salpican a Gamesa
Aunque otras empresas productoras de turbinas eólicas -como el líder mundial, el daníés Vestas- sufren en Bolsa y en sus resultados, la trayectoria reciente de Gamesa está impactada por las circunstancias específicas del mercado español. La compañía se ha desplomado un 56% en el año, y la presentación del plan estratíégico hasta 2013 el pasado siete de octubre supuso caídas adicionales.
En el plan de hecho se reconoce que el grupo está afectado por una crisis que tiene carácter universal, pero que no se reparte por todas las áreas del mundo por igual. Hay exceso de capacidad industrial instalada en países como España -en donde reducirá su capacidad un 50% y representará sólo un 10% de las ventas del grupo- mientras que en el plan se pone de relieve que en otros mercados se abren importantes nichos de negocio. Pero la transición y las reestructuraciones tienen su precio, y algunos analistas han dudado de su capacidad para cumplir los objetivos. La compañía, que tiene a gala que no ha presentado píérdidas en ningún trimestre, ha apostado por la necesidad de invertir en un sector que es pura tecnología, porque de lo contrario en 2014 o antes la competencia la habría expulsado del mercado.
Incertidumbres por regulaciones y precios
El problema con los cambios en la regulación no se limitan a España. Pero aquí, desde que en abril el Ministerio de Industria replantease el sistema de subvenciones a las energías verdes, la Bolsa ha penalizado a todos los valores relacionados con la actividad. Además, el pacto entre Industria y empresas en julio no se ha plasmado aún en el BOE, por lo que las dudas no acaban de disiparse. En el caso de EGP, el peso del mercado español es importante: es una de sus bases actuales y de futuro.
Respecto a esos interrogantes que sobreviven, Arturo Rojas, socio director de Analistas Financieros Internacionales (AFI), manifiesta que la situación para el sector es muy difícil. "Es necesario que se tomen ya decisiones, y que no se revisen a continuación", afirma.
Alude al problema al que se están enfrentando las empresas que ya han conseguido equipos y financiación para sus proyectos, pero con un desarrollo que está condicionado a la aprobación de las normas que regularán las subvenciones a la eólica, termosolar o fotovoltaicas. Como consecuencia de estas incertidumbres, teme un desvío de las inversiones.
Y en Estados Unidos, pese al impulso dado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a las energías limpias, tampoco se ha logrado el objetivo de unificar la normativa en todo el ámbito federal.
Pero ¿quíé otros factores están castigando a estas empresas en el año? ¿Quíé ha cambiado desde que eran tan preciadas por los inversores? Un aspecto relevante está relacionado con el cambio de ciclo económico que empujó a la baja los precios energíéticos. Esa trayectoria ha sido y sigue siendo más aguda en el caso del gas. El precio de este hidrocarburo -que baja más de un 50% en un año y se ha descorrelacionado con la cotización del petróleo, que sí se ha recuperado- se mantiene en mínimos. Y eso unido al exceso de gas en Estados Unidos, hace que se opte por quemar ese combustible, mientras que los proyectos eólicos en comparación han perdido rentabilidad y atractivo.
Otro factor negativo es que son compañías intensivas en capital, que necesitan mucha liquidez para abordar sus planes de expansión. Y ahora no es tan fácil conseguir dinero de los bancos, al tiempo que los inversores están muy reacios a aceptar las empresas con elevados ratios de endeudamiento.
Pero la situación presenta ahora un panorama más aceptable, aunque no se refleje en Bolsa. Por un lado, la UE mantiene sus objetivos de que en 2020 un 20% de la energía generada sea renovable. Y las metas de EE UU, China -aunque permanece cerrada a elíéctricas extranjeras- o India son igualmente ambiciosas. Por otro lado, a medida que avanza la tecnología, la instalación de equipos se está abaratando, lo que se traduce en menos costes, aunque tambiíén en menos primas.
La cifra
1,8 euros por acción es el mínimo fijado en el folleto de colocación de Green Power, aunque no se descarta que se opte por un precio más bajo. Las reuniones con gestores son claves.