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Autor Tema: La Energí­a Taquión. ¿Un acelerador espiritual?  (Leído 5871 veces)

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La Energí­a Taquión. ¿Un acelerador espiritual?
« en: Diciembre 10, 2007, 08:51:38 pm »
 
NUEVA ENERGíA TAQUIí“N

Los taquiones son partí­culas subatómicas que viajan más rápido que la luz. Son partí­culas que infunden a la materia fí­sica con luz espiritual. La taquionización es un proceso tecnológico que impregna a la materia fí­sica con una cantidad incrementada de taquiones y por lo tanto permanentemente cambia las propiedades cuánticas de los núcleos atómicos que componen a esa materia.

La composición quí­mica no es alterada, el cambio ocurre a nivel subatómico. La tecnologí­a Taquión incrementa grandemente la eficiencia de las cremas naturales, los suplementos alimenticios y el agua vitalizada. Porque decrece la entropí­a de la materia fí­sica revierte el proceso de envejecimiento y fortalece el sistema inmunológico. Tambiíén armoniza los caóticos campos electromagníéticos en el ambiente de la vida humana. Ya que los taquiones influencian igualmente a nuestro cuerpo fí­sico y a nuestros cuerpos de más alta energí­a, ellos aceleran nuestro crecimiento espiritual dramáticamente. Por todas las razones mencionadas arriba la energí­a de taquión tiene un efecto muy positivo en nuestra salud y bienestar.

La Energí­a de la Unicidad se origina del Absoluto y se densifica a travíés de las varias dimensiones del universo. Cuando la Energí­a de la Unicidad alcanza la dimensión del Alma, crea un campo de energí­a armónica que los fí­sicos llaman energí­a de punto cero. Esta energí­a entonces se densifica a travíés de campos de energí­a del plano mental, astral y etíérico y puede ser aprovechada en el plano fí­sico con aparatos especiales, las llamadas cámaras de energí­a libre. Los fí­sicos saben que el vací­o en realidad no está desocupado sino que está lleno de estados potenciales energíéticos de los que las partí­culas nacen. La energí­a oculta en el vací­o es casi infinita y puede ser usada sin gran gasto. Por lo tanto se espera que llegará a ser la fuente principal de energí­a para la humanidad en el futuro.

Cuando la Energí­a de la Unicidad se densifica a travíés de las dimensiones y desde el infinito entra al tiempo y al espacio, empieza a manifestarse como partí­culas. Las primeras partí­culas que son creadas son los Taquiones. Los taquiones son partí­culas que viajan casi con velocidad infinita, mucho más grande que la velocidad de la luz. Ellos no están sujetos a la gravedad, al electromagnetismo o a la fuerza nuclear díébil. Ellos interactúan solamente con la fuerza nuclear fuerte. Por lo tanto la materia normal es transparente a los taquiones. Solamente el núcleo atómico o más especí­ficamente los gluones en el núcleo atómico pueden pararlos. Los gluones son partí­culas subatómicas que pegan a los quarks manteniíéndolos unidos en los núcleos atómicos y por tanto previenen la Ascensión de la materia fí­sica a las altas dimensiones. Los taquiones actúan principalmente sobre la fluctuación cuántica en donde ellos armonizan los campos básicos de energí­a que crean la materia. La fluctuación cuántica, o la espuma cuántica como es llamada, es el tejido básico que crea el espacio y la materia.

Los taquiones tienen un efecto extraordinario de curación y de armonización. Ellos pueden armonizar completamente a todos los campos energíéticos que son un resultado de la gravedad, el electromagnetismo y la fuerza nuclear díébil. Esto se refleja prácticamente de diferentes maneras. La energí­a de taquión armoniza y aviva a la matriz de energí­a que da forma a toda la materia y por tanto tambiíén nuestros cuerpos mental, emocional, etíérico y fí­sico. Todo esto afecta grandemente a nuestra salud fí­sica y bienestar. Ya que armoniza a todas las emisiones electromagníéticas.

Los taquiones, por supuesto tienen un impacto en el aura. Pueden visitar un fotógrafo Kirlian y tomarse una foto antes y despuíés de una persona quien no ha experimentado aún los taquiones. O hacerle una prueba con la fruta. Tome dos uvas de la misma planta: una está cargada usando un cristal taquión y la otra no lo está. Luego tómele una fotografí­a Kirlian para mostrar su aura. Uds. notarán la diferencia inmediatamente. Pero para la prueba humana es mejor usar el agua de taquión, logrando resultados más rápidos y efectivos sobre el aura. 
« Última modificación: Diciembre 11, 2007, 09:38:10 pm por Scientia »



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Re: La Energí­a Taquión. ¿Un acelerador espiritual?
« Respuesta #1 en: Junio 21, 2011, 06:09:40 pm »
La energia taquiónica:


Con la palabra taquión la fí­sica identifica una partí­cula retenida teorica, que puede viajar a una velocidad superior a la de la luz.
A final de 800, Nikola Tesla notó durante una eclipse de sol, unos fenómenos antigravitacionales: profundizando su investigación descubrió un campo de energí­a que patentó con el nombre de energí­a cósmica, porque todo el universo está sumergido.
En el XX siglo varios cientí­ficos han profundizado sus estudios de este campo de energí­a: el "campo de Feinberg" o "taquiónico", así­ llamado por el fí­sico Feinberg que expuso una teoria en 1966.

El espacio no es vací­o, pero sumergido en un campo magníético muy concentrado, compuesto de partí­culas teoricas que se mueven más rapidamente de la luz y que constituyen una fuente de energí­a libre situada fuera del campo electromagníético, independiente de la luz y el sol.

Es una energí­a primaria que crea y mantiene el orden en el caos de la materia. Cuando el flujo de esta energí­a se encoje, el organismo no se regenera, nacen molestias y el cuerpo se deteriora.

Por eso hay necesidad de mantenernos abiertos a este flujo de energia taquiónica.

La energí­a taquiónica, empapa todo lo creado y los seres humanos que lo habitan, permitiendo a los sistemas biológicos de regenerarse a travíés la congenita capacidad que tienen de asimilar esta energí­a vital.

El campo taquiónico, en sintesis, constituye una fuente inesaurible de energí­a que puede ser empleada a favor de los seres vivientes.

Para tener un cuerpo en salud y perfectamente equilibrado en sus funciones deberí­amos lograr mantenernos abiertos a este flujo de energí­a taquiónica.

Todos sabemos que estamos circundados por varias fuentes de ondas electromágneticas contaminantes que provienen de muchas partes, los telíéfonos móviles, los ordenadores, los televisores y los electrodomíésticos. Este envenenamento invisible debe ser evitado.

El empleo del campo taquiónico de alta intensidad introducirá la tercera revolución energíética, declaró recientemente el cientí­fico alemán Hans Nieper.

Cientí­ficos del Takionic Energy Research Group han elaborado una nueva tecnologí­a, que valoriza la congenita capacidad de nuestro cuerpo de recojer energí­a taquiónica (universal) con el objetivo de balancear el díébil flujo energíético del cuerpo, mejorando la vitalidad y liberando sus congíénitas potencialidades fí­sicas.

Han sido desarrolados materiales Takionic® que presentan una cohesión molecular superior a la de otros materiales y son por lo tanto en grado de mantener un nivel de orden alto.

La energí­a taquiónica, siendo energí­a a punto cero (zero point energy), no tiene particular polaridad o frecuencia y puede ser aplicada a todo el espectro multidimensional de las energí­as. El punto cero representa el estado potencial optimal, el equlibrio ideal u omeóstasis. Ha sido teorizado que la aplicación de la energí­a taquiónica consentirí­a al hombre de realizar sus mejores potencialidades en tíérminos de rendimiento fí­sico y de estado de salud general.

Los productos Takionic influyen sobre la parte lí­quida del cuerpo humano, que está hecho por el 75% de agua, para mejorar la funcionalidad de las molíéculas de fluido que constituyen el organismo favorenciendo la asunción de oxí­geno y de sustancias nutricionales y al mismo tiempo la eliminación de las sustancias de desecho

Los activadores taquiónicos superan los bloqueos causados por el estríés, la contaminación, la alimentación equivocada y por costumbres de vida insalubres y mantienen de manera constante el correr de la energí­a vital; el cuerpo emplea en seguida esta energí­a para reorganizarse y armonizarse reduciendo el caos interior y esterior.

Además de los materiales originales Takionic®, hoy están disponibles en el mercado productos taquiónicos de diferentes productores. Es comprensible que, una vez que se haya conocido la tecnologí­a para producir materiales a alta resonancia, empresas de todo el mundo, tal vez solamente por motivos económicos y de mercado, hayan tratado de realizar y distribuir productos parecidos a los originales.

Cuando se elije un producto taquiónico es oportuno prestar atención a algunas caracterí­sticas fundamentales: la calidad de la realización y la alta tecnologí­a utilizada son factores determinantes para realizar productos eficaces y duradero.Esto vale para los productos taquiónicos.

En respeto a los productos originales Takionic®, la diferencia es evidente. Un producto taquionizado debe ser energizado y puede mantener su propia capacidad de comportarse como material taquiónico sólo por algunos periodos, para descargarse luego.

Los productos originales Takionic® están hechos de manera que ejercen su acción en continuación sin descargarse. Estos materiales emiten energí­a fotónica en longitud de onda de 4-16 milimicron, una banda tí­pica de la luz natural que resulta ser vital para el mantenimiento de un optimal metabolismo celular, que ayuda a equilibrar y a organizar las molíéculas presentes en el agua del cuerpo.

Por eso es importante dirigirse solamente a los productos originales Takionic®, con la seguridad que el efecto será duradero y no perdeá su eficacia.
http://www.bioenergyresearch.com/esp/energia_taquionica.htm

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Re: La Energí­a Taquión. ¿Un acelerador espiritual?
« Respuesta #2 en: Junio 21, 2011, 06:17:26 pm »
Galopando a lomos del taquion

Así­ pues, no se trata solo de solucionar los problemas tíécnicos que presenta el intentar alcanzar una barrera inalcanzable, como es la de la velocidad de la luz, sino tambiíén evitar los efectos relativistas asociados a este proceso. En efecto, conforme avanzaba la ciencia y la tecnologí­a, se fueron proponiendo motores cada vez mas eficaces para resolver algunos de los problemas que hemos comentado. Por ejemplo, los motores de antimateria o las estatocolectoras podrian moverse a lo largo de la galaxia a una respetable fracción de la velocidad de la luz cargando su propio combustible o extrayendolo del espacio. Sin embargo, y a pesar de su enorme eficiencia, ninguna de estas naves esta capacitada para superar la velocidad de la luz, puesto que siguen propulsandose mediante la emision de partí­culas que se mueven por debajo de ese limite. Una primera aproximacion para solucionar ese problema vino de la mano de los taquiones. Los taquiones (del griego Tacos, velocidad) son unas partí­culas fundamentales que se postularon a finales de los sesenta por Gerald Feinberg. Su existencia se basa en un curioso principio de simetria que mucha gente ignora: la velocidad de la luz constiuye una barrera infranqueable pero en cambio a nivel teorico nada impide que algo se mueva al otro lado de la misma a mayor velocidad de la luz. El problema en este caso no seria tanto viajar a cuatro veces la velocidad de la luz como el procedimiento para conseguir acelerar hasta esa velocidad partiendo del reposo.

La teorí­a taquionica postula la existencia de tres tipos de partí­culas: los tardiones, partí­culas con masa que no pueden alcanzar el limite de la velocidad de la luz, los luxones, partí­culas sin masa, como los fotones, que pueden viajar exactamente a la velocidad de la luz, y los taquiones, partí­culas que pueden moverse a una velocidad superior a la de la luz. La existencia de un universo taquionico resolveria de un plumazo tanto el problema del viaje hiperluminico como los efectos relativistas asociados al mismo.

Los taquiones tienen una serie de curiosas propiedades. Para empezar, para ellos la velocidad de la luz es un limite inferior. Es decir, cuanto menos energí­a tienen, mas deprisa se mueven. Esto plantea una interesante paradoja. En efecto, otro lugar común bastante extendido es que nada puede romper la barrera de la velocidad de la luz. Y esto es correcto... en el vacio. En cambio en un medio material transparente en el que la velocidad de la luz sea inferior a la del vacio, una particula con masa si puede viajar por encima de esa barrera. En esas condiciones, si la particula esta cargada emite un destello azulado que se conoce como radiación de Cherenkov y que los aficionados al genero recordaran por ser el nombre del misterioso impulsor hiperluminico que plantea Heinlein en su novela Tropas del Espacio. La radiación de Cherenkov es un fenómeno bien conocido por ser relativamente corriente en los reactores nucleares, y en cierto modo es equivalente a la explosión sonica que un objeto produce al sobrepasar la barrera del sonido. Solo que lo que aquí­ se rompe es la barrera de la velocidad de la luz, generandose un cono de luz azulada a partir de la energí­a que la particula cargada emite en forma de radiación electromagnetica para ajustar su energí­a a la que corresponderia a su nueva velocidad maxima. Ahora bien, si los taquiones hiperluminicos emitieran radiación de Cherenkov, ello supondria que su energí­a disminuiria. Lo que a su vez implicaria la existencia de unos taquiones transcendentes, sin energí­a, que se moverian a una velocidad prácticamente infinita.

A dí­a de hoy, no existe ninguna evidencia sobre la existencia del taquion. No se han detectado los tipicos destellos de radiación Cherenkov que deberian estar asociados a los mismos. No se ha resuelto el problema de su masa imaginaria, derivada de la aplicación de las ecuaciones relativistas, aunque determinadas experimentos sin confirmar sobre la masa residual de los neutrinos parece indicar que tal cosa podrí­a ser posible. Y, sobre todo, siguen sin resolverse las violaciones al principio de la causalidad que implicaria su existencia y que determinarian que de hecho los taquiones se movieran hacia atrás en el tiempo. A pesar de estos inconvenientes, sus interesantes posibilidades no han sido ignoradas por el genero. Por ejemplo, Joe Haldeman utiliza cohetes taquionicos en su celebre obra La guerra Interminable. Aun cuando por problemas energíéticos no pueden superar la velocidad de la luz, la eficiencia de estos impulsores seria mucho mayor que la de cualquier otro sistema conocido. En la misma novela tambiíén se sugiere el empleo de un haz de taquiones como arma. En efecto, si el taquion adquiere mas y mas energí­a conforme decelera, un rayo de taquiones contiene un increí­ble poder destructivo: imposible de detectar y con un tiempo de trayecto nulo, el impacto llevaria asociado una enorme liberacion de energia debida a la deceleración del haz. Tambiíén se ha propuesto la utilización de los taquiones como sistema de transporte hiperluminico. Grengory Benford, en Sudario de Estrellas postula que el estado taquionico no corresponde en realidad a un tipo especial de partí­culas, sino que es un estado mas de la materia que cualquier particula puede adoptar. De este modo, si se pudiera inducir simultáneamente a todos los atomos de una nave a adoptar el estado taquionico (preferiblemente un estado taquionico trascendente, de velocidad infinita) , dicha nave podrí­a desplazarse entre dos puntos cualesquiera del universo tardionico en un tiempo prácticamente nulo y sin ser afectada por consideraciones relativistas. Un proceso semejante es utilizado por Bob Shaw en El palacio de la eternidad para desplazar a sus naves por toda la galaxia.

Benford tambiíén propone la utilización del taquion como sistema de comunicación en su celebre novela Cronopaisaje, donde un haz de estas partí­culas procedentes del futuro informa a los investigadores de una terrible tragedia que aguarda en el futuro de la humanidad. En Endymion, de Dan Simmons, tambien se utilizan estrechos haces taquionicos como sistema de comunicaciones hiperluminicas para mantener el contacto entre las dispersas flotas del imperio de Pax

http://hayaraz1.blogspot.com/2007/10/energia-taquionica.html