Un avión de pasajeros de la aerolínea francesa Aigle Azur aterrizó el domingo en el aeropuerto internacional de Bagdad, el primer vuelo directo de Europa occidental a la capital iraquí desde el inicio de la Guerra del Golfo.
El vuelo inaugural, con funcionarios franceses y periodistas a bordo, aterrizó poco antes de las 06.00 hora local. Aunque fue primordialmente ceremonial tiene el potencial de abrir nuevas rutas para la intensificación de las actividades empresariales internacionales de Irak.
No habrá vuelos regulares con pasajeros durante los próximos dos o tres meses, a decir de la aerolínea, pero si la ruta funciona, esos viajes se constituirán en un hito importante para el desarrollo económico de Irak.
Otras firmas aíéreas, como Austrian Airlines, cubren vuelos de Europa occidental a la ciudad curda de Irbil.
Aerolíneas regionales como Etihad Qirways, con sede en Abu Dhabi; Gulf Air de Bahrein; MEA, con sede en Beirut, y Turkish Airlines efectúan vuelos a Bagdad, pero no hay viajes directos para pasajeros entre la capital iraquí y Europa occidental.
Nordic Airways, con sede en Estocolmo, había anunciado en enero de 2009 vuelos de Copenhague, Dinamarca, a Bagdad, pero un mes despuíés le fue revocada la licencia para el funcionamiento de esa ruta.
La ausencia de vuelos con destino a Bagdad de parte de aerolíneas europeas importantes muestra las dificultades de Irak para atraer inversión extranjera considerable para otros sectores que no tienen los rendimientos más seguros.
Aunque en 2009 algunas compañías occidentales participaron en la primera ronda de licitaciones de licencias petroleras, solamente lo hicieron para los yacimientos más grandes y que contaban con las mayores garantías de seguridad.