En España es más fácil cerrar una empresa que abrirla
En España es más fácil cerrar una empresa que abrirla. Hasta ahí, nada nuevo que no se desprenda de la simple observación del mercado empresarial. Sin embargo, el grado de distancia entre las condiciones favorables a la liquidación empresarial y las que habilitan la generación de nuevas sociedades es uno de las más altos de entre las economías occidentales.
Así lo refleja el estudio Doing Business 2011, publicado ayer por el Banco Mundial, que recoge las condiciones que han favorecido la actividad empresarial en 183 países del mundo, entre junio de 2009 y mayo de 2010.
El citado estudio concluye que, a la hora de facilitar la extinción de una empresa en un determinado mercado, España se encuentra entre los 20 países que mejor contexto ofrece, en lo que a trámites y plazos se refiere, para el cierre de una sociedad. Concretamente ocupa el puesto 19, el mismo que el Banco Mundial le otorgaba en la edición anterior de Doing Business, ya que se trata de un informe que elabora cada año.
Sin embargo, en el marco internacional, esta situación se invierte cuando de lo que se trata es de lanzar una nueva empresa al mercado. En este capítulo, la economía española se sitúa en el puesto 147, lo que significa no sólo que hay 146 países en el mundo -entre los que se cuentan mercados del Tercer Mundo- cuya normativa mejora el inicio de la actividad empresarial, sino que en comparación con el informe relativo al periodo anterior, España pierde tres puestos.
Exceso de trámites
Para tener una visión mucho más detallada de la situación que ocupa España, basta con examinar las condiciones para crear una empresa en los países de su entorno. Así, en el contexto europeo, sólo hay tres países que presentan un peor escenario a los emprendedores para establecer una sociedad mercantil, y de íéstos tan sólo hay uno que forme parte de la zona euro: Grecia (puesto 149), Bosnia Herzegovina (160) y Kosovo (163).
¿Quíé es lo que debe mejorar España en este apartado? Fundamentalmente, la reducción de los trámites y plazos de aprobación de los mismos. Cerrando un poco más el microscopio comparativo, tenemos que mientras en España son necesarios 10 trámites (la media de los países miembros de la OCDE es de 5,6) y un tiempo de espera medio de 47 días para abrir un negocio, en Portugal el proceso se comprime a tres trámites y tres días.
Además, uno de los requisitos característicos en el caso español es la exigencia de obtener una escritura pública de constitución ante notario, estimado en 475 euros. La obtención de la licencia de apertura municipal, con un periodo de demora de entre 15 días y 3 meses, eleva los gastos en 406 euros más.
En Singapur, que un año más repite como el país donde es más fácil hacer negocios del mundo, el coste del registro online y el pago de la tasa correspondiente para crear una empresa es de poco más de 170 euros, con tres trámites y tres días de espera.
Comercio internacional
Dentro del ranking general, España ha perdido una posición con respecto al año anterior y se sitúa en el 49. En el marco de la zona euro sólo hay dos países que salen peor parados: Italia (80) y Grecia (109).
Pero no en todos los parámetros estudiados por el Banco Mundial la economía española presenta un suspenso. Así, el informe destaca la mejora del acceso de las empresas al comercio internacional, y la reducción del impuesto de Sociedades para pymes y micropymes, como notas positivas.