En estos valles volcánicos en el centro de Míéxico, en las praderas canadienses, en las llanuras del norte de India, granjeros cultivan y recogen la espiga dorada que nos ha alimentado desde los días iniciales de la agricultura. Pero junto con el trigo, en estos días llega una cosecha de preocupaciones.
Los rendimientos no están aumentando en cantidad suficiente para un mundo cada vez más hambriento. Las cosechas se atrofian a medida que el calentamiento global eleva las temperaturas. Un hongo devastador se está diseminando desde Africa, en una grave amenaza a la planta alimenticia que cubre más superficie que cualquier otra en el planeta.
En Chicago, Londres y otros centros financieros, el mercado del trigo está tan enturbiado por las malas noticias y la especulación, que el alza de precios muy pronto podría dejar el pan fuera del alcance de millones de pobres en el mundo.
Josíé Emilio Taboada expresó sus preocupaciones sobre cambios climáticos y combustibles y fertilizantes "muy, muy caros". "A mí me gusta cosechar trigo, me gusta mucho. Es algo muy hermoso"', dijo este agricultor mexicano hijo de agricultores. "Pero para que nuestros hijos estíén interesados en cultivar trigo, tiene que ser rentable".
Rolf Penner, en sus 770 hectáreas en Manitoba, Canadá, dice que "tuve 50% menos de trigo este año de lo que solía tener. El trigo no tiene la productividad de otras cosechas".
Al otro lado del mundo, en las planicies del Punjab, el productor hindú Ramanjit Singh Mansaia no tenía muchas opciones cuando se preparaba para las siembras de noviembre. El mercadeo del gobierno favorece ampliamente el trigo, para el naan, el chapati y otros panes tradicionales en la dieta del país.
Mansaia no está feliz. "El calentamiento global está aumentando. Yo solía tener una cosecha muy abundante, buena. Ahora estoy consiguiendo muy poco rendimiento", 20% menos de grano, dijo, pues el trigo madura demasiado pronto en altas temperaturas.
El futuro del trigo -en cierta forma el futuro de los alimentos- fue el tema de una reunión de emergencia de funcionarios de agricultura que volaron a Roma desde todo el mundo a fines de septiembre, preocupados por los crecientes precios.
En vista de los precios ascendentes, pobres rendimientos, plagas y cambios climáticos, no se puede contar con el trigo para llenar el estómago de miles. "La humanidad afronta enormes retos para su seguridad alimentaria", advirtieron los expertos.