El sector de la construcción bulle por la inminente licitación de una concesión histórica, tanto por sus cifras como por tratarse de la primera de gran calado en el campo ferroviario. Se trata del tramo de AVE Olmedo-Lubián-Orense, valorado en 6.000 millones. Distintas fuentes aseguran que ACS, FCC, Acciona y Ferrovial se han ofrecido a licitar juntas, con el fin de sumar capacidad para levantar 1.350 millones en críéditos y aportar 600 millones en fondos propios. Entre tanto, sus rivales medianas presionan para que Fomento fraccione el contrato.
El Gobierno va a poner en juego en los próximos meses, a travíés del Plan Extraordinario de Infraestructuras (PEI), proyectos pequeños,medianos, grandes, e incluso alguno descomunal. Y es en esta última categoría en la que se enmarca la concesión del AVE entre Olmedo (Valladolid) y la ciudad de Orense.Un megacontrato nunca visto en España, valorado en 6.000 millones, que ha puesto al sector en efervescencia.
La pretensión de Fomento pasa por sacar a concurso el tramo antes de que finalice 2010, entregándolo en concesión durante 25 años. Ante tal presupuesto, lo primero que hizo el Gobierno fue tantear la capacidad de las grandes constructoras para atender el proyecto, que consiste en acometer los cinco tramos por adjudicar entre Lubián y Orense, acometer la superestructura o electrificación desde Olmedo (Valladolid) y mantener toda la infraestructura, de 347 kilómetros de longitud, entre la propia Olmedo yOrense.
Según distintas fuentes consultadas, Fomento tendría sobre la mesa el interíés por participar en el concurso de un grupo de gigantes: ACS, FCC, Acciona y Ferrovial. Consultado por los primeros pasos de una gran alianza, las constructoras coinciden en que "es pronto para hablar de ello", al tiempo que reconocen que "la magnitud de la obra requiere uniones temporales de estas características". OHL, Sacyr y Comsa tambiíén estarían entre las interesadas.
En el sector se baraja que la mitad de esos 6.000 millones de presupuesto sería aportado por el Estado; el BEI pondría sobre la mesa 1.050 millones; las adjudicatarias soportarían 600 millones con recursos propios y buscarían otros 1.350 millones en críéditos de la banca comercial. Un negocio aún por plasmar sobre un pliego. Por ello habrá que esperar la decisión definitiva.
Oposición
Este plato fuerte del PEI podría salvar, de cara a próximos ejercicios, parte de la maltrecha cartera de obra local de las constructoras y alimentar sus negocios concesionales.
La alianza de FCC, Acciona y ACS recuerda al reciente concurso multimillonario para la ampliación del Canal de Panamá, al que fueron juntas. Un trío al que se uniría Ferrovial. Pero los planes de Fomento están chocando con la oposición de las firmas medianas, incluso de alguna grande, que piden a Fomento que parta el tramo en distintos contratos.
De este modo se rebajaría el grado de exigencia para acceder a la concesión. Entre las patronales, Aerco y Anci han demandado en varias ocasiones que se adapte el tamaño de las obras al volumen medio del sector. A este problema se une el de la financiación bancaria. íntimos colaboradores del ministro Blanco mantienen contactos con la banca comercial para que respalde esta actuación. Y es que la sequía de críédito aún podría dar al trate con este proyecto histórico.