Por... ANDREW TAYLOR
WASHINGTON -- Los votantes que exigieron a Washington frenar la espiral de la deuda pública están recibiendo un mensaje del presidente Barack Obama y de los líderes de su comisión para frenar el díéficit: el remedio será doloroso.
Una propuesta publicada el miíércoles por los líderes de la comisión conformada por ambos partidos sugirió recortes a los beneficios de la Seguridad Social, reducciones profundas al gasto federal y una alza de impuestos para millones de estadounidenses con el fin de detener el flujo de tinta roja que, según dijeron, amenaza el futuro mismo del país.
Se eliminarían el popular críédito tributario por los hijos y la deducción de intereses hipotecarios.
Los grupos de interíés de la derecha y la izquierda se quejaron -como era previsible- sobre el plan, que reduciría el díéficit total hasta por 4 billones (correcto) de dólares en la próxima díécada, utilizando en gran parte los programas que fueron considerados durante mucho tiempo casi sagrados.
La comisión de pleno todavía no ha hecho sus recomendaciones, y los presidentes reconocieron que su plan es tan políémico que se podría decir que nació muerto. Sin embargo, dijeron que el presentarlo provocaría un debate nacional más realista acerca de lo que se necesita para resolver los problemas fiscales de la nación.
Obama, quien se encuentra en Seúl, la capital de Corea del Sur, se negó a discutir los detalles del trabajo de los presidentes, pero firmó el jueves que "vamos a tener que tomar medidas que son difíciles y vamos a tener que decirle la verdad al pueblo estadounidense".
El mandatario señaló que hay mucha retórica en torno a la deuda de la nación y el díéficit presupuestal anual, pero "mucho de lo que se dice no concuerda con la realidad".
"Tenemos que ser claros con el pueblo estadounidense", dijo el presidente. "No podemos quedarnos únicamente en la retórica política", agregó Obama.
El senador Kent Conrad, presidente del Comitíé de Presupuesto e integrante de la comisión de la Casa Blanca, dijo que la nación enfrenta la posibilidad real de convertirse en "una potencia económica de segundo nivel" si no se afronta el díéficit superiór al billón de dólares.
El legislador indicó que reducir el despilfarro y el fraude no basta para resolver el problema, e insistió en que los cambios a los programas de medicina social y el Seguro Social eran necesarias debido a que ambos programas se encaminan hacia la insolvencia.
"La gente puede decir que quiere mantener lo que se tiene, pero lo que se tiene no es sustentable", dijo Conrad el jueves en el programa "Good Morning America" de la cadena ABC.
Según la propuesta de los presidentes, el gasto del Medicare (asistencia míédica a la tercera edad) se vería disminuido. Los incentivos fiscales para muchos planes de salud, tambiíén. Además, el presupuesto del Pentágono tambiíén sufriría un recorte dentro de un plan que contempla tres dólares en recortes de gastos por cada dólar de incremento de impuestos