Una nueva alianza de gran calado tiene otra vez como escenario Brasil. Se trata del contrato millonario suscrito entre los cuatro grandes socios en el mercado carioca: Repsol, Petrobras, BG y Galp, por el que invertirán 3.460 millones de dólares (2.530 millones de euros) para la construcción de ocho nuevas plataformas de procesamiento y almacenaje del crudo extraído de aguas profundas.
Repsol y el resto de las compañías que han suscrito este acuerdo ven cómo sus esfuerzos en Brasil han dado sus frutos y dan un paso más en hacer realidad lo que hasta hace unos pocos años era una utopía y que fue criticado por muchos, entre ellos, el primer accionista de la petrolera española: el presidente de Sacyr, Luis del Rivero, quien llegó a pedir que se vendiera este proyecto ante las cuantiosas inversiones que suponía.
Sin embargo, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, propuso la alternativa de buscar un "compañero de viaje", algo que finalmente se materializó en la alianza con la china Sinopec.
Es muy significativo el impacto en la compañía tras "haber hecho su viaje más cómodo", con el gigante asiático y con el acuerdo anunciado ayer con Petrobras, BG y Galp. En concreto, el grupo petroquímico ya ha sentado las bases de su plan estratíégico y a fecha de hoy ha conseguido gran parte de los objetivos marcados para el 2014.
No habrá dividendo extraordinario
Tal como adelantó elEconomista, Repsol no aprobará un dividendo extraordinario por las plusvalías generadas en Brasil, ya que estos beneficios reportan a la filial brasileña y no directamente al grupo. De esta manera, la inyección de capital que supone la entrada de Sinopec se dedicará a inversiones en el país carioca y que supone un montante de entre 15.000 y 20.000 millones de dólares hasta el 2020.
Por su parte, la nueva retribución al accionista a cargo de 2010 será acordada previsiblemente en el próximo consejo de administración que tendrá lugar el próximo 24 de noviembre, donde, según explicaron fuentes de la petrolera a este diario, se aprobará un atractivo dividendo que puede rondar un aumento del 10%, lo que supone volver a senda de crecimiento anunciada por Brufau a comienzos de año.
Con estas previsiones, atrás queda ya el enfrentamiento con Sacyr por el recorte en un 19% decidido a finales del pasado año y donde muchos dieron por hecho el cese de Brufau en la presidencia del grupo. Sin embargo, un año despuíés se mantiene en el cargo, anunciando un aumento del beneficio del 32,5%, hasta los 1.786 millones de euros en los nueve primeros meses del año.
Exteriores ayuda en Ecuador
Por otro lado, parece que Repsol tiene el camino más allanado en Ecuador, tras el viaje de la ministra de Exteriores, Trinidad Jimíénez, a Quito, ya que aseguró que hay voluntad por parte del Gobierno ecuatoriano para que se pueda desarrollar de forma fructífera en la renegociación de los contratos de permanencia de la petrolera, informa Europa Press.
El nuevo convenio de prestación de servicios, mediante el cual Quito pagará costos de producción y un margen de utilidad para quedarse con todo el crudo, deberá estar firmado a más tardar el próximo 23 de noviembre. Con todo, parece que la visita de Jimíénez ha dado un empujón a las conversaciones. Y es que la ministra española ha estimado que tal vez se pueda llegar a un acuerdo antes de final de año, tras su reunión con el presidente de Ecuador, Rafael Correa.