La díébil previsión de crecimiento lastra la credibilidad española
France Press
España, que afirma haber "hecho sus deberes" en materia de reformas, tras la crisis financiera griega, afina su imagen de buen alumno para evitar ser "la próxima Irlanda", pero los expertos señalan sus debilidades.
"No hay ninguna razón" para comparar Irlanda con España, afirmaba el martes la ministra de Economía, Elena Salgado.
"Nos financiamos prácticamente al mismo tipo que Italia, y mucho mejor que Irlanda, Portugal, y por supuesto, Grecia" y "mi opinión es que los mercados ya crecen en España" sin necesidad de "medidas suplementarias" de austeridad, repitió este viernes.
Para el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, "España ha hecho sus deberes y los mercados (...) así lo reconocen".
Con estas palabras tranquilizadoras, el gobierno socialista intenta evitar que se repita el escenario de la primavera boreal.
Los países ya mostraban su confianza entonces, pese a lo cual se vieron sacudidos por los vientos de pánico que soplaban sobre los mercados, en la estela del rescate a Grecia.
En momentos en que las Bolsas bajaban o las emisiones de obligaciones se volvían más caras, el ejecutivo acentuó su política de rigor y reformó el mercado de trabajo para calmar la agitación.
Tambiíén inició una vasta reforma de las frágiles cajas de ahorros regionales, talón de Aquiles del país.
Así, las tensiones se redujeron y España pudo financiarse de nuevo normalmente.
Hasta tal punto que el Fondo Monetario Internacional (FMI), antes muy crítico, admitió este jueves, por medio de su portavoz Caroline Atkinson, que las situaciones española y portuguesa son "claramente diferentes", gracias a las reformas "sólidas" emprendidas por Madrid.
"No creo que España vaya a ser la próxima Grecia o Irlanda", subrayó este viernes Robert Michele, estratega de JPMorgan.
"Somos compradores de deuda española. Confío en el gobierno español y su manera de llevar la reestructuración financiera", afirmó.
La tensión, sin embargo, parece estar de vuelta: las emisiones de bonos de España de estas últimas semanas se colocaron a un tipo de interíés al alza, señal de que los inversores tienen menos confianza.
Los mercados "nos piden ser constantes en las reformas que hemos anunciado", reconocía Elena Salgado.
Dudas que persisten
Con estas reformas, "España se ha vacunado", pero es "una pequeña vacuna, que no impide coger la gripe", subraya Rafael Pampillon, economista de la IE Business School.
"Ahora los mercados piden más", así que "se necesita una nueva vacuna", consideró, abogando por profundizar las reformas, reducir los gastos de las regiones y reestructurar lo más rápido posible las cajas de ahorros.
Sobre todo, "la clave para salir de la crisis reside en el crecimiento", prometedor en Irlanda (1,5% en 2011, 2,5% en 2012 según la OCDE), pero no así en España: al salir de la recesión, creció un 0,1% en el primer trimestre y un 0,3% en el segundo, antes de estancarse en el tercero. La OCDE prevíé un 0,2% en 2011 y un 0,3% en 2012.
"La economía (española) afronta un futuro incierto" y "los últimos indicadores sugieren que podría flirtear con la recesión a principios de 2011", cree el analista Raj Badiani, de IHS Global Insight.
El tambiíén apunta que "los 17 gobiernos regionales tienen dificultades para reducir gastos", mientras que la reforma de las cajas podría costarles "más de lo previsto".
Así, España "podría verse forzada a afrontar una nueva serie de medidas de austeridad para alcanzar sus objetivos presupuestarios".