Guía práctica: cómo cubrirse de la tormenta del mercado
por A. Redondo y C. Rosique en Expansión
Llueve sobre mojado en las bolsas. Los problemas financieros de Irlanda han reavivado los miedos sobre la solvencia de los países de la periferia europea del pasado mayo. El riesgo país (diferencial de rentabilidad sobre el bono alemán que se exige al mercado) de estas economías ha remontado hasta marcar nuevos máximos históricos, los CDS (seguros que cubren frente al impago de deuda) se han disparado y el ánimo de los inversores se ha ensombrecido.
Muestra de ello han sido las últimas subastas de letras o bonos del Tesoro. No ha tenido problema para colocarlas, pero se le ha exigido una rentabilidad superior a la de emisiones precedentes (en la última subasta, esta misma semana, de bonos a 10 y 30 años, el coste de financiación se encareció un 10%).
El rescate al país anglosajón parece inminente una vez que representantes del BCE, el FMI y de la Comisión Europea se han trasladado a Dublín. Ello ha dado una breve tregua a los mercados en las últimas sesiones. Breve, según los expertos, porque el temor al contagio de otras economías mediterráneas prevalece.
Miedo bursátil
La posibilidad de que España sea el siguiente país en la cola de las ayudas ha supuesto un fuerte varapalo para la bolsa en las últimas tres semanas. En lo que va de mes, ha caído un 5%, mientras que el EuroStoxx 50 aguanta plano. Una tendencia bajista que podría continuar hasta que la situación se aclare y el miedo a un contagio remita. El riesgo país de España sigue en niveles elevados. Ayer, se colocó en los 202 puntos básicos, cuando hace un mes estaba en los 176. Aún está lejos de los 221 que llegó a marcar de máximo.
En esta coyuntura, los analistas creen que es conveniente proteger las carteras para evitar sustos. Recomiendan a los inversores minoristas cubrir parte de sus inversiones con distintos instrumentos y dejar un porcentaje de la cartera sin protección, invertida en activos que se pueden beneficiar del contexto actual o que, al menos, se ven menos afectados.
Entre los escudos que el inversor tiene a sus disposición, los gestores creen que la mejor opción son los ETF (fondos cotizados) inversos. Estos fondos de inversión, que cotizan en bolsa y se pueden contratar como una acción al uso, se comportan de manera contraria al subyacente al que están referenciados. Los profesionales indican que el inversor puede comprar un ETF inverso sobre el Ibex 35, de forma que si el índice sigue bajando, paliaría las píérdidas de sus acciones con las ganancias que obtenga a travíés del fondo.
Susana Felpeto, analista de Atlas Capital , explica que son la opción de protección menos arriesgada, y tambiíén la más económica, pues su precio es similar al de una acción.Recuerda que en la bolsa española se pueden contratar tambiíén ETF inversos sobre el EuroStoxx 50, con lo que se podría cubrir el riesgo en las inversiones europeas.
Escudos más arriesgados
Aquellos inversores que no puedan o no quieran cubrir su cartera con ETF tienen otras opciones, aunque los expertos advierten de que son más sofisticadas. Las opciones put (asegura un precio de venta si se espera una caída) son una vía adecuada para proteger, según los expertos, pues permite limitar las píérdidas sin renunciar a las ganancias si los índices regresan al camino alcista.
Productos cotizados como los warrants o los contratos por diferencia (CFD) tambiíén pueden ser una buena cobertura para la cartera. En el caso de los warrants, por ejemplo, se puede comprar un put (bajista) sobre el Ibex hasta el nivel que el inversor considere que puede caer el índice.
El importe de la inversión dependerá del volumen de la cobertura que se desee. Con los CFD, la apuesta sería parecida, aunque los analistas advierten de que este tipo de instrumentos está más pensado para posiciones cortoplacistas y que su coste aumenta en función de la duración de la posición.
Felpeto advierte de otro aspecto: el apalancamiento. Tanto los warrants como los CFD ofrecen la posibilidad de aportar sólo una pequeña cantidad, pero cubriendo el total. Esta característica multiplica las ganancias, pero tambiíén las píérdidas, por lo que si el inversor erra con los niveles de apuesta de los warrants o los CFD, o si el índice cambia de rumbo, la cobertura puede salirle muy cara al inversor. En general, los analistas aconsejan tener presente es el coste de los distintos instrumentos.
Más allá de estos instrumentos, los gestores creen que se puede cubrir la cartera mediante nuevas inversiones. Victoria Torre, responsable de análisis y producto de SelfBank, cree que puede ser interesante apostar por el alza del dólar en el corto plazo, ya que las dudas sobre Europa lastrarán al euro. Otra opción, indica Torre, serían los bonos irlandeses. Sus precio está bajo (se comporta de manera inversa a la rentabilidad) y puede subir tras el rescate, ante la relajación de la situación.
JUGAR A GANAR EN MOMENTOS DE DUDAS
Los gestores recomiendan mantener una parte de la cartera libre de escudos. Victoria Torre, de SelfBank, cree que hay valores que no se ven afectados por la situación actual, al estar más diversificados y no depender tanto de España y Europa, y que pueden ser interesantes.
Las cotizadas con fuerte exposición a Latinoamíérica y a otros mercados emergentes, pueden hacerlo bien, indican los analistas, y aportar rentabilidad a la cartera. Los expertos de Citi advierten de que se está formando una burbuja en algunos bonos soberanos, en especial en los estadounidenses (muchos inversores los ven como un refugio ante la tormenta actual).
Para evitar este riesgo, recomiendan infraponderar en la cartera las empresas más endeudadas; la banca, con fuerte exposición a la deuda de los países en problemas; y las empresas de servicios públicos. Estas compañías estarían entre las más perjudicadas en el caso de que empeorase la situación en los mercados de renta fija.
PROTECCIONES CON OPCIONES, FUTUROS Y WARRANTS
Dentro del universo de los derivados (futuros y opciones), los expertos creen que las opciones (dan derecho a vender o comprar un activo a un precio pactado a cambio de pagar una prima) ofrecen la mejor protección a medio plazo para las carteras. La estrategia es sencilla: comprar una opción put (bajista) en el nivel que estime el inversor sobre los activos que desee proteger. El inversor deberá pagar un prima a cambio de su posición, cuyo valor dependerá de la cercanía del nivel al que compre y la cotización del subyacente.Así, cuanto más cerca estíén, más cara será la prima. Aún así, los expertos apuntan que es un tipo de protección al alcance del inversor minorista.
El contrato mínimo es de 100 opciones (cada opción cubre una acción). Por ejemplo, si la prima de una put sobre una acción de A cuesta 1,40, el coste total de la cobertura ascenderá a 140 euros. Una ventaja de las opciones frente a otros productos es que cubren frente a las potenciales píérdidas y, si cambia el rumbo del mercado, el inversor se beneficia de este movimiento al alza, indica Francisco López, especialista en productos derivados.
En este caso, cuando el mercado gira al alza y la cobertura no es necesaria, el inversor que se haya escudado en las opciones solo perderá la prima. Celso Otero, gestor de fondos de Renta 4, recuerda que existen opciones sobre casi cualquier subyacente, lo que facilita la cobertura. Los profesionales advierten de que la cobertura con opciones se complica en el caso de los valores pequeños. En estos casos, el inversor puede recurrir a comprar una put sobre el Ibex, teniendo en cuenta la beta (correlación de un valor con el índice) para calcular los contratos que necesita. Este tipo de protección requiere más vigilancia.
Si el inversor desea neutralizar las turbulencias del mercado, la mejor opción son los futuros preparados para ganar cuando el mercado cae. Tienen un comportamiento inversamente proporcional al de su subyacente, de forma que lo que pierde la acción lo gana el futuro. Los expertos explican que se puede comprar un futuro a la baja sobre el Ibex, aunque la cobertura no será perfecta. El coste es de 10 euros por cada punto del índice, y el contrato mínimo es de 100 futuros. Otra opción puede ser contratar futuros sobre valores, aunque los analistas recuerdan que no existen sobre todas las cotizadas (en Meff se pueden consultar los futuros existentes y las condiciones de contratación). Los expertos recuerdan que, al neutralizar la cartera, el inversor no se beneficiará de un posible giro al alza de los mercados.
Impacto de la divisa
El descríédito de los países perifíéricos no es la única batalla abierta en los mercados. La debilidad de la recuperación económica ha llevado a muchos estados a enzarzarse en una guerra de divisas. Los warrants son una vía para minimizar el impacto de este conflicto en la cartera. Francisco López-Velayos, de Sociíétíé Gíéníérale, explica que se puede cubrir una cartera de bolsa o de ETF (si se invierte en acciones denominadas en otras divisas, o en fondos cotizados en euros pero vinculados a un índice en dólares, por ejemplo).
Se pueden comprar warrants put (bajistas) sobre la divisa más fuerte para inmunizar la cartera hasta el vencimiento del warrant. Cuando cambie su tendencia, el warrant ganará, lo que cubrirá la píérdida de la cartera ligada a la divisa. Tambiíén se puede optar por cubrir un periodo puntual, pero en este caso el inversor deberá comprar y vender warrants.
PRODUCTOS CONSERVADORES PARA EVITAR SUSTOS
Los inversores más conservadores que prefieren ver los osos bajistas desde la barrera tienen a su alcance otras alternativas para evitar sustos.
Una opción son los depósitos. Los más interesantes ahora, que no requieren vinculación ofrecen una rentabilidad de entre el 4%y el 4,75%. Hay otros que tambiíén ofrecen intereses llamativos, aunque con alguna condición adicional.
Las subastas del Tesoro tambiíén ponen a disposición del inversor el acceso a la deuda pública con las letras. En la de esta semana, a doce meses, el interíés nominal ofrecido ha sido del 2,45%, frente al 1,85% anterior.
Otra vía para invertir con cierta seguridad son los fondos garantizados, que aseguran el 100% del capital invertido al vencimiento y ofrecen una rentabilidad extra, que varía en función de que se cumplan determinadas condiciones. En cualquier caso, habría que tener en siempre en cuenta la evolución de la inflación en ese periodo. Actualmente, hay una treintena de garantizados en comercialización, sobre todo de renta fija, con una rentabilidad asegurada para los próximos años de entre el 2% y el 3% por año.
Entre los que más ofrecen están CCM Renta Progresivo, de la gestora Cajastur Gestión, Fondo Extremadura Garantizado 10, que gestiona Ahorro Corporación, y CAI Rendimiento 110, de Caja Inmaculada. Entre los ganchos que utilizan los garantizados, además de la seguridad, están unas rentabilidades potenciales atractivas, sobre todo los de renta variable, además de la posibilidad de diferir la tributación. Esto es algo con lo que no pueden competir los depósitos, uno de los productos con más tirón para perfiles conservadores.
Pero los inversores tienen que saber tambiíén que los garantizados tienen algunos inconvenientes, como que retienen a los partícipes anclados al fondo durante largos periodo de tiempo. Retirar dinero antes de tiempo suele ir acompañado de penalizaciones de hasta el 5%. A esto se suman las comisiones que conllevan. En plazos largos, la rentabilidad media anual que ofrecen los garantizados es inferior a la inflación. Según datos de Inverco, desde 2000 la rentabilidad anual media de los garantizados de renta variable es del 1,66% y en los de renta fija del 2,75%, frente al 2,89% de la inflación.
Los expertos señalan que los fondos son una buena fórmula para diversificar. Fuera de los garantizados, Eduardo Antón, analista de fondos de Inversis Banco, cree que contratar un fondo de inversión mixto es recomendable para proteger la cartera de renta variable. Estos fondos tienen una estrategia muy flexible que les permite adaptarse al momento de mercado y cambiar la cartera con rapidez sin coste fiscal (se difiere). Dentro de este segmento, aconseja el Carmignac Patrimoine, que además utiliza opciones para proteger la cartera.
Otra alternativa son los fondos que invierten en volatilidad. Antón explica que, en momentos de turbulencia, el nerviosismo repunta, lo que beneficia a este tipo de fondos. Además, indica que, pese al miedo actual, la volatilidad está en niveles bajos, por lo que puede tener un interesante potencial al alza. Antón recomienda el Amundi Volatility Euro Equities, en firmas de banca privada y plataformas de fondos. Para cubrir la divisa, los inversores pueden optar por algún fondo que ya incluya protección en sus carteras.
Los inversores en renta fija tambiíén pueden acudir a los fondos en busca de protección. Los expertos apuntan que hay una amplia variedad de ofertas que protegen tanto la duración del bono como el riesgo de la divisa. Julius Baer Absolute Return (en firmas de banca privada) tiene una asignación flexible en su cartera de deuda y cubre la moneda.