Por detrás de Irlanda, Portugal y tambiíén España se colocan a la cabeza de las dudas internacionales que rondan a inversores y analistas, pese a que Bruselas insistió ayer en que Madrid no necesita más medidas de ajuste para frenar un posible contagio de la crisis irlandesa. Según la Comisión Europea, cuando finalice el rescate del tigre celta, la calma llegará a Portugal y a España.
Sin embargo, a la versión pesimista sobre el futuro de la economía española se sumaron ayer múltiples voces llegadas del otro lado del charco. La presidenta de MRL Corporation, Cornelia Meyer, ponía voz a la preocupación en la cadena norteamericana CNBC: "Ni la Unión Europea ni el Fondo Monetario Internacional (FMI) han fijado un mecanismo claro de actuación en el caso de que España necesitase ayuda".
"El problema es que España supondría el mayor desembolso de todos y eso preocupa a todo el mundo", dijo Meyer. No hay que olvidar que los especialistas apuntan que un rescate a la española podría costar 500.000 millones de dólares (unos 368.000 millones de euros) y, a día de hoy, "no hay un mecanismo real" para lidiar con una situación que podría ocurrir. "Es imprescindible que se fije un modus operandi para evitar que se solvente el asunto de mala manera como ocurrió con Grecia", apuntó.
Marc Chandler, estratega jefe de Brown Brothers Harriman, uno de los bancos privados más antiguos de EEUU, explicó a elEconomista que "el siguiente en la cola es Portugal". Sin embargo, apuntó que tanto el BCE como la UE y el FMI esperan que, con España, "se imponga una barrera que consiga protegerle de ser el siguiente". "Aun así todavía España deberá pasar la prueba de fuego", añadió.
Por su parte, Ben May, economista de Capital Economics, escribía en una nota a sus clientes que "un posible rescate a España podría poner en duda el futuro de la Eurozona y provocar un colapso del euro". "El tamaño de un rescate sería tan grande que dejaría al resto de los países de la UE endeudados", añadió.
El pesimismo tambiíén se contagió a la prensa. El rotativo británico The Independent no dudaba en apuntar que "las cajas de ahorros española están virtualmente colapsadas". El editor de Economía del rotativo, Sean O´Grady, tambiíén apoyaba la tesis de que "España es demasiado grande como para caer, pero tambiíén para ser rescatada", un hecho que pone de manifiesto que ni la UE ni el FMI podrían tener fondos suficientes para hacer frente a un contexto de dichas características. Mientras el periódico norteamericano, The Wall Street Journal, no dudaba en apuntar, además, que la bolsa española es una de las más díébiles, junto a la italiana, de toda Europa.
"Esfuerzos" de Madrid
Por el contrario, la Comisión Europea salió ayer a echar un nuevo capote a España al insistir en que no ve necesario que adopte más medidas de ajuste, es decir, que no necesita un plan B, para frenar el contagio de la crisis irlandesa. El Ejecutivo comunitario considera que el rescate de Irlanda activado el domingo por los ministros de Economía de la UE, y que se completará antes de que acabe el mes, calmará las tensiones en los mercados que afectan a Madrid y a Lisboa.
"Por lo que se refiere a España, la situación se está afrontando de forma adecuada con esfuerzos de consolidación fiscal, pero tambiíén con reformas estructurales que pueden reforzar el crecimiento potencial y la creación de empleo para fortalecer la confianza", apuntó ayer portavoz de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj que exigió que no se realicen "analogías" entre la situación irlandesa y la de Portugal o España.