Los mercados han centrado su atención en España y Portugal, que ayer vieron como su prima de riesgo aumentaba por la desconfianza tras el rescate a Irlanda, y los analistas empiezan a dar por hecho que, aunque la situación de ambo países no es la misma que la irlandesa, Portugal terminará necesitando ayuda y existe miedo sobre cómo evolucionarán las cuentas públicas de nuestro país.
El diferencial entre la rentabilidad del bono español a diez años y el alemán ha subido esta mañana por encima de los 210 puntos básicos, con lo que se aproxima a los máximos del 16 de junio -antes de la publicación de los test de estríés con los que se intentó aliviar las dudas sobre el sistema financiero europeo tras la crisis griega- y del 11 de noviembre, cuando se disparó el riesgo país. La rentabilidad de los títulos españoles se sitúa en el 4,692% y en lo que va de año la brecha con el 'bund' se ha disparado más de un 240%.
Los seguros de riesgo contra el impago de la deuda (CDS, siglas en inglíés) han marcado esta mañana un nuevo máximo histórico al superar los 282 puntos, lo que son necesarios 282.000 euros para asegurar 10 millones de euros de deuda española a cinco años.
Los expertos recuerdan que el rescate a Irlanda es una "condición necesaria, pero no suficiente", para calmar a los mercados financieros. Tal y como señalaban los analistas de Link Securities en una nota, "el riesgo de posible contagio no desaparece totalmente" y está en "las manos de los gobiernos de Portugal, España e, incluso, Italia, la obligación de evitarlo mediante la implementación de nuevas medidas para la reducción del díéficit".
El Tesoro Público se someterá a una nueva prueba en los mercados el próximo martes con una emisión de letras a 3 y 6 meses. Las nuevas dudas que azotan a los mercados pueden elevar notablemente los tipos de la subasta, tal y como sucedió en la emisión de letras a 12 y 18 meses del martes y en la subasta de obligaciones del jueves de la semana pasada.
Dudas sobre Portugal
Los inversores creen que Portual tambiíén necesitará ayuda y las negativas al respecto del Gobierno de Josíé Sócrates -que ha dicho que "Portugal no tiene ningún problema en su sistema financiero" y que "no precisa de ayuda de nadie y va a resolver sus problemas con sus propias decisiones"- no están sirviendo para convencer al mercado, que ya vio como primero Grecia y, despuíés Irlanda, aseguraban que no haría falta ningún rescate. Los analistas creen que la creciente presión sobre el país le oblige a tener, al final, que solicitar la ayuda.
La rentabilidad de los títulos lusos se sitúa por encima del 6,6% y su diferencial con los alemanes está en 400 puntos básicos. Por otra parte, los CDS (credit default swap) portugueses esta mañana están por encima de los 450 puntos.
Existe un "riesgo considerable" de que Portugal tenga que seguir a Irlanda y pedir un rescate, asegura un economista de Commerzban, que destaca que "tienen problemas para cumplir sus objetivos de díéficit este año y graves problemas estructurales, por lo que seguirán siendo el foco de atención de los mercados".
Por su parte, un experto de RBS considera "inevitable" que Portugal tenga que pedir ayuda. Despuíés de Portugal, "la siguiente pregunta será quíé pasa con España, luego Italia y despuíés Francia y la UE", afirma un experto de Barclays Capital, que recuerda que "España es demasiado grande para ser rescatada".
Portugal se ha comprometido a recortar su díéficit hasta el 7,3% este año y hasta el 4,6% en 2011, frente al 9,3% que alcanzó en el último ejercicio.