Los futuros inversores de preferentes tendrán mayor riesgo de incurrir en píérdidas y de no percibir la retribución anual que pagan estos títulos.
Los futuros inversores en participaciones preferentes multiplican sus riesgos. Los ahorradores que coloquen su dinero en estos instrumentos híbridos tendrán mayor riesgo de incurrir en píérdidas, así como de no recibir la remuneración que estos títulos pagan anualmente en forma de cupón, una vez completado el cambio legislativo que el Gobierno prepara para endurecer estos instrumentos.
El Congreso está tramitando ya el Proyecto de Ley que modifica la regulación vigente, del año 1985. La nueva ley entrará en vigor el 31 de diciembre y se enmarca en la revisión normativa que está coordinando el Comitíé de Supervisores Bancarios de Basilea para mejorar la calidad del capital de las entidades y aumentar su resistencia ante futuras crisis.
Conversión
Para lograr este objetivo, gobiernos y reguladores quieren que todos los recursos propios básicos (no sólo el capital y las reservas) sean capaces de absorber píérdidas, lo que contribuirá a preservar la viabilidad de la banca en periodos de tensión. “En los supuestos en los que la entidad presente píérdidas contables significativas o una caída relevante en las ratio indicadoras de los requerimientos de recursos propios (...), las preferentes deberán establecer un mecanismo que asegure la participación de sus tenedores en la absorción de píérdidas corrientes o futurasâ€, señala el proyecto de ley. Se logrará mediante la “conversión†de las preferentes en acciones o cuotas participativas; o a travíés de la “reducción de su valor nominalâ€, es decir, la disminución del importe que el inversor desembolsó para comprar los títulos.
Los supuestos y condiciones específicas que desencadenarán ambos escenarios aún no están definidos y se desarrollarán mediante un posterior Real Decreto.
Junto a la absorción de píérdidas, el otro gran cambio de calado se refiere al pago de la remuneración a los inversores. Ahora, las entidades están obligadas a abonar el cupón siempre que obtengan beneficios suficientes y cumplan ciertos mínimos de solvencia. A partir de ahora y para prevenir una descapitalización vía pagos a terceros, “el consejo de administración u órgano equivalente podrá cancelar discrecionalmente y cuando lo considere necesario el pago de la remuneración durante un periodo ilimitadoâ€.
El cupón de las preferentes se asemejará, en la práctica, al dividendo de las acciones. Los bancos y cajas españolas dedican unos 4.000 millones al año al pago de los intereses de las preferentes y otros pasivos subordinados. En concepto de dividendos, los principales bancos están repartiendo unos 7.000 millones anuales.
La aprobación de la nueva normativa abre, a su vez, la incógnita sobre el futuro de las preferentes en circulación, que en el caso de la banca española superan los 31.000 millones de euros (ver gráfico). Por el momento y hasta que el real decreto detalle el ríégimen transitorio de las preferentes antiguas, estos títulos, al igual que las preferentes suscritas por el Fondo de Ayuda (Frob), podrán seguir contabilizándose como fondos básicos o Tier 1.
Reemplazo
El Comitíé de Basilea ha fijado cláusulas de salvaguarda para las preferentes antiguas hasta 2023. Según fuentes del mercado, el saldo de las preferentes antiguas de las entidades podría ir recortándose un 10% anual desde el próximo ejercicio, lo que auguraría una nueva oleada de emisiones de preferentes (en este caso, con las características nuevas) para reemplazar el capital amortizado. Banca Cívica ha sido el primer grupo en anunciar que va a lanzar una emisión de nuevas preferentes.
Este escenario sería una ríéplica del entorno visto en 2009, cuando el sector se lanzó a comercializar estos productos para mejorar su solvencia. Colocó entre minoristas más de 12.000 millones en preferentes. La estrategia fue seguida de cerca por la CNMV para vigilar que estos productos, que entonces aún tenían menos riesgos que ahora, se estaban comercializando correctamente entre los pequeños ahorradores.
Más riesgos
1. Las preferentes se convertirán en acciones o verán reducido su valor nominal si la entidad tiene píérdidas o falta de solvencia.
2. Con la nueva normativa, el pago del cupón anual será discrecional y podrá cancelarse por tiempo ilimitado.
3. Las preferentes, un híbrido entre capital y deuda, son instrumentos perpetuos y con muy baja liquidez.