Por... Enoris Restrepo De Martínez
Un hombre no es bueno porque es político, ni malo porque es apolítico. No es bueno porque es conservador, liberal o comunista. No es bueno porque es gerente, ni malo porque es sindicalista. No es bueno porque es ecologista, ni porque pertenece a un partido azul, verde o rojo. Nuestro compatriota no es bueno porque es blanco, ni malo porque es negro. No es bueno porque es rico, ni malo porque es pobre. No es bueno porque es magistrado, ni porque es investigado. No es bueno porque es bonito, ni malo porque es feo. No es bueno porque es de la alta sociedad, ni malo porque es de estrato 1. No es bueno porque es universitario, ni malo porque es analfabeta. No es bueno porque es viejo, ni malo porque es joven.
Un ser humano es íntegro y bueno cuando es beníévolo, generoso, indulgente, honesto, virtuoso, respetable, prudente, paciente y, perdona. Un hombre no se puede encasillar bajo una simple etiqueta, menos aún clasificarlo con adjetivos denigrantes. Pero constantemente catalogamos a las personas, olvidando que todos somos una mezcla de virtudes y defectos. Muchos personajes, en especial los políticos que se creen incólumes, viven obsesionados con sus propias virtudes y basan su existencia en descalificar a sus contradictores.
Los estereotipos nos van llegando a lo largo de la vida por infinidad de caminos: el hogar, los amigos, la escuela, los medios de comunicación, la política y sin conocer los veredictos judiciales, aceptamos las acusaciones. Sin preguntarnos si son válidas o no, si lastiman o no. Con los prejuicios estigmatizamos a diestra y siniestra, con facilidad calificamos a alguien de paraco, traqueto y demás deshonras con que se pueda vapulear a un individuo.
Tristemente el inconsciente colectivo reconoce los patrones impuestos por rumores nacidos de intereses personales, gubernamentales, íétnicos, económicos, culturales y hasta religiosos. Murmuraciones que conllevan desde pequeños hasta graves perjuicios morales y condenas judiciales.
Suerte en su vida y en sus inversiones...