Ouroboros es la serpiente alada con rasgos de dragón que devora continuamente su propia cola formando de esta manera un círculo. El ouroboros reúne, así, los contenidos de varios símbolos en uno: la serpiente, las alas, la renovación, el círculo.
La serpiente representa la sabiduría ancestral, el mito primigenio del mundo subterráneo. Más allá de simbolizar lo espiritual, son la sublimación de lo material. La autodestrucción o suicidio es el hecho de que el animal se devore a sí mismo, que es a su vez metáfora del ciclo vital, donde no hay frontera clara entre inicio y fin. El círculo es la idea sintíética de la perfección.
En sí contiene la dualidad, que hace que todo exista y que Ouroboros se muerda la cola y pueda engullirse a sí misma, recrearse y regenerarse eternamente.
Al autofecundarse sin cesar encontramos un afán de equilibrio ya que si creara vida sin poner un límite, tendríamos un cosmos atiborrado de seres y así entraríamos en el caos, o sea el no-ser. Este equilibrio lo es de los principios fundamentales que nos rigen, de vida, de muerte, del hombre y la mujer, del Yin y del Yang.
Al unir estas fuerzas antagónicas "producimos" vida, pero sin la Vida (el Uno) no tendríamos vida (el tres en uno).
Ouroboros vislumbra tres pasos de la manifestación de esa vida: creación, sustentación y destrucción-renovación (simbolizado claramente en la Trimurti hindú). Y nunca hay que perder de vista la esencia invisible que hace que esos tres aspectos sean diferentes fases de una única cosa.