Por... KELLY OLSEN
SEUL -- Corea del Sur planea aplicar un impuesto a la deuda en moneda extranjera no depositada en manos de bancos nacionales y foráneos con el fin de defenderse contra posibles influjos de capital que puedan amenazar a la economía del país, informaron el domingo autoridades financieras.
Al igual que otros países en desarrollo, Corea del Sur trata de controlar el movimiento de capital especulativo del extranjero, que aumenta el valor de sus monedas y desestabiliza sus mercados.
Los inversionistas extranjeros buscan los mayores rendimientos de las economías en desarrollo debido a las actuales bajas tasas de interíés en naciones desarrolladas, como Estados Unidos y Japón.
De particular preocupación para las naciones en desarrollo es el plan de la Reserva Federal estadounidense para comprar 600.000 millones de dólares en bonos gubernamentales, un incremento en la liquidez global que alcanzará sus mercados.
"Un aumento en el influjo de capital podría generar inflación y burbujas en los precios de los activos, mientras que un súbito cambio de rumbo de dichos influjos podría resultar en un riesgo sistíémico", señala un comunicado difundido por el Ministerio de Estrategia y Finanzas.
El tamaño del impuesto aún está por definirse, aunque será aplicado a "pasivos en divisa extranjera no depositados" en bancos nacionales y en las sucursales de bancos extranjeros en Corea del Sur, de acuerdo con el comunicado. El impuesto sobre deuda a corto plazo, vista como más riesgosa, será mayor.
Las autoridades dijeron que el impuesto inicialmente será aplicado a bancos, pero podría expandirse a todas las instituciones financieras si es necesario. Prevíén que entre en vigor en el segundo semestre de 2011.