El furor por los metales preciosos, por todo tipo de minerales, por el petróleo e, incluso, por algunos productos agrícolas de uso industrial no ha parado. Al contrario. Todo parece indicar que la demanda mundial continuará en los próximos meses, así que prepárese para un rally de precios que seguirá rompiendo ríécords.
Será el caso del oro, de la plata, del cobre, del maíz o de los precios petroleros, entre otros, que en cualquier escenario probable dibujado por los analistas para los próximos meses, verán una tendencia alcista de mediano plazo.
El razonamiento es simple: un escenario financiero y económico incierto, de alta especulación, seguirá favoreciendo los metales preciosos como refugio para los inversionistas, prolongando la tendencia alcista desde que estalló la crisis global. De hecho la crisis de deuda que aún mantiene en vilo a Europa es un factor adicional que impulsa la demanda de metales y minerales industriales. Por otro lado, un escenario más optimista impulsado fundamentalmente por el crecimiento esperado en las economías emergentes, jalará la demanda de las materias primas.
Así que economías como las sudamericanas —con un alto componente exportador de materias primas— continuarán con ritmos de crecimiento elevados en los próximos dos o tres años. Para Míéxico, los mayores precios petroleros esperados en el mercado mundial todavía pueden ofrecer un breve periodo de oportunidad para reestructurar las fuentes de los ingresos públicos y alejarse de la fragilidad actual