Por... OTT UMMELAS
Estonia se convierte este sábado en la primera antigua república soviíética en incorporarse al euro, poniendo un límite al menos temporario a la expansión de la unión monetaria mientras la crisis de deuda soberana repercute por toda Europa.
Enclavada entre Rusia y Letonia en la costa del mar Báltico, Estonia se convirtió desde la medianoche en el díécimo síéptimo país en adoptar la moneda común europea. El producto interno bruto de 14,000 millones de euros ($19,000 millones) la convierte en la segunda economía más pequeña del euro despuíés de Malta.
Según Europa lidia con la crisis financiera, Estonia probablemente sea la última adición al club del euro por varios años. Lituania y Letonia, los próximos en la fila, apuntan a entrar en el 2014, y mayores países de Europa oriental se han abstenido de fijar objetivos de tiempo.
``Para Estonia, la elección es estar dentro del club, entre quienes toman las decisiones, o estar fuera del club'', dijo el primer ministro Andrus Ansip a los periodistas el viernes en Tallinn, la capital del país. ``Preferimos actuar como miembros del club''.
La deuda calculada por la Unión Europea en 8 por ciento del PIB en 2010 hará de Estonia el país financieramente más sólido en un bloque de monedas plagado de males presupuestarios que obligaron a Grecia e Irlanda a recurrir a la ayuda de la UE y del Fondo Monetario Internacional.
Por otra parte, el Centre for Economics and Business Research señaló que la probabilidad de que la eurozona existirá en su actual estructura dentro de un decenio es de 20 por ciento ya que los gobiernos no están tomando suficientes medidas para resolver los desequilibrios económicos.
La eurozona tendrá otra crisis de deuda para esta primavera, cuando España e Italia tienen que refinanciar más de 400,000 millones de euros ($532,000 millones) de bonos, dijo hoy el jefe ejecutivo de CEBR, Douglas McWilliams, en una nota distribuida por correo electrónico desde Londres.
``El euro podría desintegrarse en este punto, aunque los políticos europeos suelen poder responder a una crisis'', dijo. ``Si el euro no se desintegra, este podría ser el año en que se debilita considerablemente hacia la paridad con el dólar''.
La Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional aprobaron paquetes de rescate para Irlanda y Grecia este año despuíés de que las inquietudes sobre la sostenibilidad de las cuentas gubernamentales hicieron subir el rendimiento de los bonos.
``Sospecho que lo que desintegrará el euro será la abstención de la mayoría de los países de tomar la agria medicina necesaria para hacer sus economías competitivas a largo plazo'', dijo McWilliams.