Los alcaldes se lanzan a cobrar hasta por las bodas civiles
Los Ayuntamientos implantan tasas de hasta 400 euros por celebrar enlaces en sus dependencias. agobiados por la deuda buscan nuevas vías de financiación.
Levantarse del asiento, alzar la copa y quebrar el rumor del banquete con un entusiasta “¡Vivan los novios!â€. Los alcaldes españoles tienen cada vez más motivos para vitorear a los afortunados que decidan rubricar jurídicamente su amor en los consistorios, ya que estarían contribuyendo con su enlace a alimentar un poquito más a las hambrientas arcas locales.
Una deuda conjunta cercana a los 30.000 millones de euros, y centenares de casos de quiebra inminente, obligan a los ayuntamientos a recuperar tasas para coger aire en plena asfixia económica, y cobrar a los ciudadanos por casarse en sus dependencias oficiales es una de ellas.
ívila, Zamora, Portugalete, Burriana, Fuengirola... Son ejemplos de algunas localidades que en los últimos meses se han apuntado a pasar el cepillo. Así, el concejal de Hacienda de la población levantina, Javier Perelló, afirma que la Casa Consistorial comenzará a cobrar 120 euros por celebración para “compensar parte del coste que supone la prestación [de la sala municipal] y que los interesados tomen conciencia de elloâ€.
A partir de 2011, ívila recuperará la ordenanza, eliminada en 2006, para recaudar 150 euros por matrimonio: el fin es, según las autoridades locales, evitar la “picaresca†que han practicado los abulenses en los últimos años, huyendo de los pueblos de la provincia a la capital para librarse de gravámenes que ascendían a 300 euros.
Cambio sociológico
Estas medidas tambiíén responden a un cambio sociológico: según datos del INE, la cifra de enlaces oficiados en España por la vía civil superó en 2009 a los matrimonios religiosos, algo que ocurre por primera vez en una díécada, ya que desde el año 2000 siempre fueron mayoría las bodas celebradas en la Iglesia católica.
En concreto, el año pasado se celebraron 94.993 bodas por la vía civil, frente a las 80.174 oficiadas por la Iglesia, cuando un año antes, la proporción era de 99.104 religiosas (un 19% más) frente a 94.170 civiles.
No existe ninguna uniformidad, ni geográfica ni económica, en el tipo de tasas que aplican los consistorios. Así, grandes urbes como Madrid, Barcelona, A Coruña o Sevilla no cobran ni un cíéntimo a los que dan el sí quiero en sus dependencias. De hecho, tras varias deliberaciones, el Gobierno municipal de la ciudad condal descartó en septiembre que se empezaran a practicar cobros en 2011. Tampoco tienen tasa, por ejemplo, Oviedo, Murcia, Pamplona, Toledo, Palencia, San Sebastián o Santa Cruz de Tenerife.
En otras capitales de provincia, la gama oscila entre los 70 euros que exige Palma de Mallorca a los 395 que recauda Granada. La mayoría de los cabildos establece precios diferentes en función del padrón: mientras el de Vitoria impone 150 euros a los que estíén registrados en la ciudad, cobra 400 por las nupcias cuyos contrayentes sean de fuera del municipio. En Santander, los locales deben pagar 200 euros y los foráneos, 315.