Las cajas quieren aprovechar la venta de Azucarera para salir de Ebro Puleva
Javier Romera / Gustavo Granero
Las cajas de ahorros quieren salir del capital de Ebro Puleva. Despuíés de la marcha de las entidades andaluzas hace tres años tras la fusión de Azucarera Ebro y Puleva, ahora son las de Castilla y León las que están preparando su retirada.
Según asegura una de las entidades, "entramos en el accionariado hace ya más de una díécada por un compromiso con la Junta para apoyar al sector remolachero de la región, pero una vez que se venda el negocio azucarero no tiene ya mucho sentido que sigamos en la compañía".
Se da ya por hecho que va a haber un cambio en su accionariado.
Si Azucarera se vende, las cajas se marcharán y si se escinde en una nueva compañía que sale a bolsa, lo más probable es que sigan en la misma, pero abandonen la matriz. De momento, y para facilitar su salida, las entidades han apoyado ya en el Consejo de Administración del gigante alimentario que se proponga a los accionistas la venta o escisión del negocio azucarero.
Las acciones de las cajas, en cualquier caso, no están ya sindicadas, por lo que cada una podría optar por un camino distinto. Lo que si parece evidente es que las dos más importantes -Caja Duero con un 6,01 por ciento de las acciones y Caja España con el 5,52 por ciento- están preparando su marcha. En cualquier caso, la estabilidad de Ebro Puleva parece garantizada. La familia Hernández seguirá siendo la máxima accionista con una participación del 15 por ciento, seguida de la Sepi con el 8,44 por ciento de las acciones.
La postura de la Junta
Aunque las cajas declinan por el momento hacer comentarios oficiales, el pasado miíércoles el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se mostró ya confiado en que garantizarán el futuro del sector azucarero en la región. Lo que Herrera no dijo es lo que pasaría si Ebro Puleva se desprendía de este negocio. Ayer, el consejero portavoz de la Junta, Josíé Antonio de Santiago-Juárez, sí reconoció que la venta es "preocupante" y pidió a los inversores de la región a que intervengan y compren la compañía.
Apostar por el arroz o la pasta
Con la venta de Azucarera, Ebro Puleva se desprendería de un 22 por ciento de sus ingresos, pero tendría a cambio recursos suficientes para seguir creciendo en sectores con mucho más potencial, como el arroz o la pasta. El pasado lunes, el presidente de la compañía, Antonio Hernández Callejas, explicó ya que "lo único que vamos a hacer es preguntar a los accionistas quíé quieren hacer". El objetivo, según dijo, es saber "si desean seguir con un negocio que genera caja pero donde no se puede crecer, estudiar ofertas de compra o escindirlo en una nueva compañía y sacarlo a bolsa".
Hernández aseguró que todavía no ha habido ninguna oferta en firme, pero insistió tambiíén en que "ha habido gente que se ha dirigido a nosotros para preguntarnos si estábamos dispuestos a vender". Los gigantes alemanes Nordzucker y Sí¼dzucker, la británica British Sugar y los distintos fondos de capital riesgo que operan en el mercado se perfilan así como los grandes favoritos para comerse la empresa. Eso sin descartar tampoco una oferta de capital íntegramente español, según aseguran fuentes próximas al grupo.
Lo que está claro es que quien lo compre se garantizará un negocio estable y saneado. Tras años de reestructuración, que han supuesto el cierre ya de cinco plantas azucareras, el grupo tiene, actualmente, cuatro fábricas en Castilla y León y tres en Andalucía, pero ha aprobado ya el cierre de tres.
El futuro del líder
A partir de ahora el objetivo de la compañía será así crecer, sobre todo en el negocio arrocero -es dueña en España de marcas como La Fallera, Cigala o Nomen- y en el de las pastas, que es ya su principal fuente de ingresos, con enseñas como Panzani.