El comitíé de empresa de Quesería Menorquina ha exigido a Nueva Rumasa la venta de su fábrica de Mahón, Menorca, a otro grupo con garantías de futuro o a su anterior dueño, Kraft, para que proceda al cierre de la misma.
"¿Cómo se entiende que los trabajadores pidan su cierre? Hay algún interíés oculto detrás", denuncian fuentes de Nueva Rumasa.
El comitíé de empresa de la fábrica de Mahón considera que la gestión del grupo de Ruiz-Mateos está comprometiendo la viabilidad de la planta, cuya producción se paralizó ayer debido a la falta de materia prima por impago a los proveedores, una situación que se ha repetido en diversas ocasiones a lo largo del año pasado.
"Los trabajadores tuvimos que cambiar una semana de las vacaciones de verano al mes de abril por problemas en el proceso productivo. Asimismo, durante los meses de verano tuvimos que realizar cantidad de horas extras en sábado, con el consiguiente sobrecoste, teniendo paradójicamente paralizado el proceso productivo entre semana", asegura.
Asimismo, el comitíé de empresa denuncia que el pasado mes de diciembre la dirección de Quesería Menorquina solicitó a los trabajadores el inicio de negociaciones para realizar unas jornadas irregulares en la planta durante las vacaciones navideñas del 23 al 31 de diciembre debido a que la falta de 'stock' de producto terminado ponía en grave peligro la continuidad de la planta.
Fuentes de Nueva Rumasa atribuyen estas presuntas irregularidades productivas a la "fluctuación del mercado", aunque aseguran que la fábrica logró superar su objetivo de producción en 2010. "Con la que está cayendo, pero la fábrica cumple sus compromisos", añaden.
El comitíé de empresa y la Federación Agroalimentaria de CCOO mantuvieron en noviembre un encuentro con Josíé María Ruiz-Mateos, a quien le exigieron que el grupo abandonara la planta.
Un mes despuíés, el 20 de diciembre, el comitíé de Quesería Menorquina, el Gobierno y el Consell de Menorca se reunieron con la dirección de Nueva Rumasa para solicitar una modificación de la gestión de la planta y exigir un compromiso de envío de liquidez para seguir produciendo con normalidad y regularizar las nóminas de los trabajadores.
El grupo de Ruiz-Mateos confirmó por escrito el 21 de diciembre que la nómina de diciembre se pagaría el 5 de enero, pero los operarios denuncian que tal fecha sólo se abonó el 64% del salario y que el resto no se hizo efectivo hasta ayer.