Bon dia, bona nit
No diríé que las banderas son trapos de colores, como cantaba Evaristo, pero si que cuando el amor a tu tierra te impide ver la vida si no es tamizada por los colores de la enseña nacional (que mal rollo da eso de la enseña nacional), el daño suele ser tremendo. A muchos, con lo del Balón de Oro para Messi, les ha costado arrear el pabellón antes de hablar. Mucho patriota, mucho idiota, gritaron los punks en la España de los 80, tipos rebeldes como lo es Messi en un campo de fútbol, donde no hay quien le eche el guante. Messi es el mejor y lo saben todos, menos Cristiano Ronaldo, que se fue de Zurich avisando que el de premio del 2011 será para íél. O no, tal vez vuelva a ser para Messi. No me extrañaría nada. Messi es el mejor, no hay color y es un placer verle jugar. Y no lo digo yo, lo dicen los ofendidísimos Iniesta y Xavi, que han resultado tremendamente traumatizados por quedar segundo y tercero respectivamente.
Atendiendo a las condiciones de voto de France Football, los periodistas debían elegir a los mejores del año atendiendo los siguientes parámetros: palmaríés colectivo, premios individuales, incidencia en el juego del equipo y Fair Play. De lo que pide la FIFA a los capitanes y entrenadores de las selecciones nacionales no se sabe nada. En base a esta premisa, entiendo y respeto que los periodistas escogieran a Sneijder como el mejor del año, y no a Messi, a Xavi o a Iniesta. Es su decisión, no la mía. Yo hubiera votado otra cosa, pero no voto. El holandíés ganó tres títulos en el Inter y fue el único futbolista del equipo de Mou que dejó un destello de calidad en toda la temporada, con permiso de Eto’o. Además, jugó la final del mundial, siendo, a buen seguro, el único oranje que no dio una patada a los españoles.
A partir de ahí, no me resulta difícil adivinar por quíé, al sumarle los votos de los profesionales, el ganador de este hibrido del FIFA World Player y del Balón de Oro, es Messi. Creo que Messi es muy bueno, el mejor, y creo que capitanes y seleccionadores han tenido muy en cuenta el resultado del Mundial, en contra de lo que muchos creen. Resulta que el grupo de Del Bosque fue un equipo, sin una estrella que reluciera más que otra. Por eso, entre los 10 primeros del Balón de Oro, además de Iniesta, segundo y Xavi, tercero, aparece Iker Casillas, síéptimo, Villa, octavo y Xabi Alonso, en díécima posición. En el equipo del año aparezcan siete jugadores titulares en la final de Johanesburgo: solo faltan Sergio Ramos y Capdevila, Busquets y Pedrito. Es de cretino pensar, y más aún publicarlo, que los votantes sienten algún tipo de odio hacia España y contra su fútbol.
Cualquiera que no hubiera llegado a Zurich con la gala empezada –alguno salió corriendo de Madrid al saber que Mou era el elegido- habría podido disfrutar de la fiesta organizada por el Barcelona a cuenta de la FIFA, y ver el respeto con el que el mundo del futbol reconoció el trabajo de formación del club catalán, personificado en los tres finalistas. Vicente del Bosque, por ejemplo, fue el primero en en rendir tributo a La Masia al recordar a Oriol Tort. Un reconocimiento que, certeramente, Guardiola hizo extensivo al trabajo de la cantera española, en general; a la del Ahtletic, Osasuna, Real Madrid, Sevilla, Villarreal… a todo el fútbol formativo español.
El fútbol de Iniesta y Xavi, terminó por dividir los votos de aquellos que pretendían reconocer los míéritos de la selección a travíés de los dos sabios pequeños. El exceso de talento en la selección española, perjudicó a los dos volantes en sus intereses personales.
Decir que Messi no lo merecía es injusto, decir que hay inquina en contra de lo español, mezquino y no respetar el criterio de 400 profesionales, insultante por osado. En el colmo del cinismo, nadie se queja de que Mourinho le haya robado a Del Bosque el premio que sin duda tambiíén merecía el salmantino (Pep, no), un señor tan español, o más, que Xavi. De los míéritos acumulados por el portuguíés con el Inter durante el 2010 no dudan ni aquellos que acusan a la FIFA de antiespañola por no honrar a a los dos volantes del Barcelona, pero sí de su fair play. En eso, a señor, a caballero, a Del Bosque no le gana ni Humphrey Bogart.
Resulta que Messi es tan bueno que no necesita ganar el mundial para ser reconocido como el mejor del mundo. Como dice Xavi, “es un placer verle y jugar a su ladoâ€; como dice Iniesta, “Leo es el mejor, no hay colorâ€. Por mucha bandera que te nuble la vista.
Desde Barcelona, donde el PSC trata por todos los medios de impedir que el actual alcalde, Jordi Hereu, se presente a las elecciones, y no me extraña.
