Dentro de las formaciones de continuación los triángulos son las formaciones más complejas de interpretar, ya que a veces no actúan como figura de continuación de tendencia (75% de las veces) sino de cambio (25%).
Las formaciones triangulares reflejan el
comportamiento psicológico de la inseguridad e incertidumbre de los inversores. Su periodo de formación puede alargarse hasta alcanzar los 3 meses.
Según la inclinación que presentan las líneas que forman el techo (línea de oferta = resistencia) y la base (línea de demanda = soporte) del triángulo podemos encontrar triángulos simíétricos y triángulos rectángulos.
Los
triángulos rectángulos presentan la característica de que avisan con antelación de la dirección en la que se va producir el escape de los precios => siempre por el lado recto.
El escape de los precios se tiene que producir antes del último tercio de la figura completa. Cuando más nos acercamos al víértice del triángulo menos fiabilidad tiene la formación y más se pierde su valor predictivo, tanto en la dirección como en objetivo de precios.
El objetivo de precios de la figura es la proyección de la amplitud máxima de la formación triangular a partir del punto de ruptura de la línea de techo o de la línea de base.
El volumen tiende a descender dentro de la figura triangular.