Las acciones de la constructora Sacyr están en racha. Los títulos han encadenado seis días consecutivos al alza (+20,9%) y ayer cerraron en 5,5 euros, el precio más alto desde mayo del año pasado. Desde que el consejo de administración aprobara el pasado 10 de noviembre una ampliación de capital de 401,33 millones de euros, la acción se ha apreciado más de un 30%. El valor estaba ayer niveles tíécnicos de sobrecompra, según el indicador RSI, al superar los 74 puntos. El índice se calcula utilizando las alzas y caídas de precios en un intervalo de 10 a 15 sesiones. Una lectura por encima de 70 puntos indica que el valor está sobrecomprado y es más susceptible de sufrir un ajuste en la cotización.
Aunque no quiere decir que necesariamente se tenga producir esa corrección. De hecho, algunos analistas ven valor en la acción. Así, Sabadell aconseja comprar, con un precio objetivo de 7,3 euros; Caja Madrid Bolsa pone el precio objetivo en 7,2 euros; Sociíétíé Gíéníérale, en seis euros.
El banco Citi publicó ayer un informe en el que aconseja una posición neutral sobre la constructora, con un precio en 5,57 euros. La entidad además recorta un 46% su previsión de beneficio por acción, hasta dejarlo en 0,38 cíéntimos. El argumento se puede resumir en dos factores principales: "La reciente ampliación de capital y el continuo deterioro de la situación económica en España, tanto por sus efectos generales, como por su impacto en la actividad residencial y constructora y, en menor medida, en el sector del alquiler", explica la entidad.
Uno de los focos importantes es la posible venta de la participación del 15% que mantiene Sacyr en la concesionaria de autopistas Itínere. "Eso podría reducir en 300 millones de euros la deuda neta corporativa del grupo", valora Citi. Otro asunto distinto es la financiación de la participación del 20,01% en Repsol, un críédito de 4.987 millones que vence este año y que Sacyr quiere aplazar un año. Será un elemento decisivo.