Terapia en positivo para la Bolsa española
por Cárpatos
En el diario gratuito diario Quíé se podía leer hace algunos años una curiosa aníécdota: "íngel Rodríguez padece un trastorno depresivo desde hace más de 20 años que a partir de 2004 mejoró notablemente gracias a una receta mágica: un psiquiatra le aconsejó comprarse el coche de sus sueños, un Mercedes. Desde entonces, íngel, asturiano de 61 años, paseó con su flamante vehículo a su esposa, Sofía Moreno, por toda España, pero su felicidad comenzó a truncarse en septiembre del año pasado, cuando al tramitar la renovación del carníé de conducir, un centro de reconocimiento míédico le consideró no apto debido a su medicación. íngel recibió 20 días despuíés de renovar su carníé una notificación de Tráfico que se lo retiraba. 'El coche está en el garaje, oxidándose', decía".
¡Caramba con las terapias! ¡Mejor un Mercedes que las pastillas! La Bolsa, especialmente el Ibex, ha recibido una terapia mágica como en el caso de la aníécdota. La deuda perifíérica se ha tranquilizado gracias a buenas subastas, a comentarios de que por fin Europa estaría diseñando un plan serio, y a la reestructuración de cajas en España. La terapia ha provocado el cierre de un spread que nos ha costado muy caro. El de compras de Alemania y venta de activos de nuestro país y otros perifíéricos. No sabemos si va a durar o no. Ya hemos tenido treguas, muchas, anteriormente, en todo este enredo de la deuda perifíérica y luego volvían los ataques. De momento, la tendencia a corto sigue alcista con claridad, como podemos ver en gráfico adjunto del futuro del Euro Stoxx. En la sesión del viernes, eso sí, nos frenaba al final, la llegada a un importante nivel de resistencia. Los 3.000 psicológicos puntos. La resistencia habitual del número redondo que es zona de techos del canal alcista en que nos movemos desde hace tiempo.
En contra tenemos que las instituciones han diluido el saldo comprador que mantenían desde primeros de diciembre. Parece que empieza a haber algo de distribución en estos niveles. Igualmente, el exceso de optimismo de los particulares no es bueno, aunque hay que ser cauto.
En el anterior mercado alcista, entre octubre de 2002 y octubre de 2007, el 55 % de la subida del S&P 500 se produjo mientras que los alcistas de Investors Intelligence estaban por encima del 50% como ahora. Si nos vamos desde inicios del 2000 hasta enero de 2010 el S&P 500 había bajado 314 puntos. Pues bien, de estas 314 figuras, solo 131 se perdieron mientras el sentimiento de los alcistas de Investors Intelligence estaba por encima del 50%.
Es decir, en la última díécada perdida en Bolsa, menos del 42% de la bajada sucedió cuando el sentimiento era alcista. El grueso del desplome se dio cuando no se era tan optimista. En cualquier caso, en el fondo, todo sigue dependiendo de lo mismo, de que la deuda perifíérica se tranquilice en serio o no, si es así, podemos tener un muy buen año, si vuelven los ataques a la deuda volverán los sustos.