El economista estadounidense mantuvo en Davos que la zona euro representa uno de los "mayores riesgos" para la economía global y que el "doloroso" proceso de desapalancamiento continuará. Sin embargo, tambiíén se mostró menos pesimista que en otras ocasiones. Roubini prevíé una lenta subida de la economía en 2011: habrá menor riesgo de recaída.
La zona euro representa en estos momentos uno de los "mayores riesgos" para la economía global, no sólo por la incertidumbre vinculada a la crisis de deuda soberana, sino tambiíén por las díébiles perspectivas de crecimiento, unidas a una baja competitividad, según el economista estadounidense.
"Ciertamente, lo que ocurre en la Eurozona es uno de los mayores riesgos para la economía global", afirmó Roubini durante su intervención en una de las conferencias celebradas en la localidad suiza de Davos en el marco del Foro Económico Mundial.
En este sentido, Roubini, que ha alcanzado relevancia internacional por sus sombrías predicciones sobre la economía mundial, destacó que la economía global se ve amenazada por el crecimiento "aníémico" de las economías desarrolladas, como EEUU, Europa o Japón, ya que el "doloroso" proceso de desapalancamiento continuará aún unos años.
Asimismo, el economista advirtió del alza del riesgo soberano por el incremento del díéficit y la deuda, que en el caso de la zona euro se combina con otros problemas, ya que "no sólo hay una elevada deuda pública, sino tambiíén una deuda privada alta", unida a baja competitividad y bajo crecimiento.
De hecho, Roubini hizo referencia en su intervención a la contracción en curso en las economías de España, Irlanda o Grecia, junto a las bajas tasas de crecimiento en Portugal e Italia.
Menos pesimista de lo habitual
Por otro lado, el mediático 'profeta' de la Gran Recesión apuntó entre los riesgos para la economía mundial la subida del precio de los alimentos y el petróleo, que provoca un aumento de la inflación, especialmente en economias emergentes, a la vez que reduce la renta disponible, principalmente en los países importadores de energía, y contribuye a la inestabildad sociopolítica.
No obstante, el economista se mostró menos pesimista que en otras ocasiones al reconocer que la situación puede verse como "un vaso medio vacío o medio lleno", ya que en el lado positivo se observa una recuperación en curso en todo el mundo, con mayor pujanza en los países emergentes, mientras que los riesgos de una doble recesión y de deflación en las economías avanzadas son menores, a pesar del reciente mal dato del PIB de Reino Unido en el cuarto trimestre.