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Autor Tema: Estrategias de manipulación  (Leído 1841 veces)

Scientia

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Estrategias de manipulación
« en: Mayo 13, 2008, 10:06:24 pm »

Las estrategias y las tíécnicas de los Amos del Mundo
para la manipulación de la opinión publica y de la sociedad...




1 La estrategia de la distracción
imagen: creacion de Laurent Courau
Ell elemento primordial del control social, es la estrategia de la distracción consistente en desviar la atención del público de los problemas importantes y de las mutaciones decididas por las elites polí­ticas y económicas, mediante la tíécnica del diluvio o inundación continua de distracciones y de informaciones insignificantes.

La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al publico de interesarse a conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economí­a, la psicologí­a, la neurobiologí­a y de la cyberníética.


"Mantener la atención del publico distraí­da, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener el publico ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a la granja con los otros animales." (cita del texto "Armas silenciosas para guerras tranquilas")




2 Crear problemas, despuíés ofrecer soluciones
Este míétodo es tambiíén denominado "problema-reacción-solución". Se crea primero un problema, una "situación" previsto para suscitar una cierta reacción del publico, a fin que este sea el demandante de medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desarrolle o intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad o policí­acas en detrimento de la libertad. O tambiíén: crear una crisis economica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios publicos.



3 La strategia de la degradación
Para hacer aceptar una medida inaceptable, es suficiente aplicar progresivamente, en "degradado", sobre una duración de 10 años. Es de esa manera que condiciones socio-económicas radicalmente nuevas han sido impuestas durante los años 1980 a 1990. Desempleo masivo, precariedad, flexibilidad, relocalización, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que habrí­an provocado una revolución si hubieran sido aplicados bruscamente.



4 La estrategia del diferido
Una otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es de presentarla como "dolorosa pero necesaria", obteniendo el acuerdo del publico en el momento para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero por que el esfuerzo no es desplegado inmediatamente. Enseguida por que el publico, la gente, tiene siempre tendencia a esperar ingenuamente que "todo irá mejor mañana" y que el sacrificio demandado podrá ser evitado. En fin, esto deja mas tiempo al publico para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarlo con resignación cuando llegue el momento.

Ejemplo reciente: el pasaje hacia el Euro y la perdida de soberaní­a monetaria y económica han sido aceptados por los paí­ses Europeos en 1994-1995 para una aplicación en el 2001. Otro ejemplo: los acuerdos multilaterales del ALCA (o FTAA) que los Estados Unidos han impuesto en el 2001 a los paí­ses de todo el continente americano (Centro y Sudamíérica) a pesar de sus reticencias, concediendo una aplicación y vigencia diferida para el 2005.



5 Dirigirse al público como a niños de baja edad
La mayoria de los spots de publicidad dirigida al gran publico utiliza un discurso, argumentos, personajes, y un tono particularmente infantil, muchas veces proximo a lo díébil, como si el espectador fuera un nino de baja edad o un deficiente mental. Cuanto mas se intente buscar enganar al espectador u oyente, mas se tiende a adoptar un tono infantilizante.

Porque?

Si se dirige a una persona como si tuviera la edad de 12 años entonces, en razón de la sugestibilidad, ella tendrá, con cierta probabilidad, una respuesta o reacción tambiíén desprovista de sentido critico al igual que una persona de 12 años." (cf. "Armas silenciosas para guerras tranquilas")





6 Utilizar el aspecto emocional más que a la reflexión
Hacer uso del aspecto emocional es una tíécnica clásica para hacer corto circuito al análisis racional, y por ende al sentido critico de los individuos. Además, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o insertar ideas, deseos, miedos o temores, pulsiones, o inducir comportamientos...


7 Mantener al publico en la ignorancia y la idiotez
Hacer de forma que el público sea incapaz de comprender las tecnologí­as y los míétodos utilizados para su control y su esclavitud.

"La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre o mediocre posible, de forma que la brecha de la ignorancia que aí­sla las clases inferiores de las clases sociales superiores sea y permanezcan incomprensible para las clases sociales inferiores."
(cf. "Armas silenciosas para guerras tranquilas")



8 Promover al público a complacerse en la mediocridad
Promover al publico a encontrar "cool" (bien) el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto...



9 Reemplazar la revuelta por la culpabilidad



Hacer creer al individuo que el solo es responsable de su desgracia, a causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así­, en vez de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto-devalúa y culpabiliza, lo que genera un estado depresivo del cual uno de sus efectos es la inhibición de la acción. Y sin acción, no hay revolución!...





10 Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen
En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una brecha creciente entre los conocimientos del publico y aquellas poseí­das y utilizadas por las elites dirigentes. Gracias a la biologí­a, la neurobiologí­a, y la psicologí­a aplicada, el "sistema" ha logrado a un conocimiento avanzado del ser humano, a la vez fí­sicamente y psicológicamente. El sistema ha alcanzado a conocer mejor el individuo común de lo que íél mismo conoce de sí­. Esto significa que en la mayorí­a de los casos, el sistema posee un más gran control y un más gran poder sobre los individuos que los individuos ellos-mismos.



alken

  • Visitante
Re: Estrategias de manipulación
« Respuesta #1 en: Mayo 16, 2008, 12:44:37 am »
Me parece que son estrategias que nos atacan todos los dí­as. Está bien tenerlas presentes porque el bombardeo es tan potente que resulta muy facil caer en la trampa.
Lo de la publicidad me ha hecho recordar un anuncio de telefónica que me pone especialmente nervioso y la culpabilidad nos la envian cada vez que alguiíén con cierto poder abre la boca. Que falta el agua, la culpa es tuya( no hablan del sistama de tuberias). Que el planeta se deteriora.... a reciclar como locos culpables. Un saludo.

Nidala

  • Visitante
Re: Estrategias de manipulación
« Respuesta #2 en: Junio 07, 2008, 11:14:35 am »
LAS 48 LEYES DEL PODER
================

Ley N 1- Nunca le haga sombra a su amo.
Esfuíércese siempre por lograr que quienes están jerárquicamente por encima de usted se sientan cómodos con su sensación de superioridad. No permita que sus deseos de complacerlos o impresionarlos lo induzcan a hacer ostentación de sus talentos y de su capacidad, ya que ello podrá generar un efecto opuesto al deseado, es decir, inspirar temor e inseguridad en sus superiores. Hágalos aparecer siempre más brillantes de lo que en realidad son... y accederá a la cumbre del poder.

Ley N 2- Nunca confí­e demasiado en sus amigos.
Aprenda a utilizar a sus enemigos Desconfí­e de los amigos; suelen ser los primeros en traicionarlo, ya que caen fácilmente presa de la envidia. Tambiíén suelen convertirse en irrespetuosos y tiranos. En cambio, emplee a quien haya sido su enemigo, y le será más leal que un amigo, ya que deberá hacer mayores esfuerzos por demostrar su adhesión. Lo cierto es que usted debe temer más a sus amigos que a sus enemigos. Si no tiene enemigos, busque la forma de creárselos.

Ley N 3- Disimule sus intenciones.
Desconcierte a la gente y mantíéngala en la mayor ignorancia posible, sin revelar nunca el propósito de sus acciones. Si no tienen la menor idea de quíé es lo que usted quiere lograr, les resultará imposible preparar una defensa. Condúzcalos por el camino de las falsas suposiciones, envuíélvalos en una nube de humo y verá que, cuando al fin caigan en la cuenta de las verdaderas intenciones de usted, ya será tarde para ellos.

Ley N 4- Diga siempre menos de lo necesario.
Cuando intente impresionar a la gente con palabras, tenga en cuenta que cuanto más diga tanto más vulnerable será y tanto menor control de la situación tendrá.
Incluso cuando lo que diga sea sólo banalidad, parecerá una idea original si la plantea en forma vaga, abierta y enigmática. Las personas poderosas impresionan e intimidan por su parquedad. Cuanto más hable, mayor será el riesgo de decir alguna tonterí­a.

Ley N 5- Casi todo depende de su prestigio. Defiíéndalo a muerte.
Su renombre y su prestigio constituyen la piedra angular del poder. Basta el prestigio para intimidar y ganar. Sin embargo, una vez que decae, usted se tornará vulnerable y será atacado por todos los flancos. Convierta su prestigio en una fortaleza inexpugnable. Mantíéngase alerta frente a cualquier tipo de ataques potenciales y desbarátelos antes de que se produzcan. Al mismo tiempo, aprenda a destruir a sus enemigos abriendo brechas en la reputación de ellos. Luego díé un paso al costado y deje que la opinión pública lo crucifique.

Ley N 6- Busque llamar la atención a cualquier precio.
Todo es juzgado por su apariencia; lo que no se ve no cuenta. Nunca acepte perderse en el anonimato de la multitud o ser sepultado por el olvido. Ponga toda su fuerza en destacarse. Conviíértase en un imán que concentre la atención de los demás, mostrándose más atractivo y más misterioso que la gran masa, tí­mida y anónima.

Ley N 7- Logre que otros trabajen por usted, pero no deje nunca de llevarse los laureles.
Utilice la inteligencia, los conocimientos y el trabajo fí­sico de otros para promover su propia causa. Ese tipo de ayuda no sólo le permitirá ahorrar mucho tiempo y energí­a, sino que le conferirá un aura divina de rapidez y eficiencia. A la larga, sus colaboradores serán olvidados y todos lo recordarán a usted. Nunca haga lo que otros pueden hacer por usted.

Ley N 8- Haga que la gente vaya hacia usted y, de ser necesario, utilice la carnada más adecuada para lograrlo.
Cuando obligue a otro a actuar; deberá ser usted quien en todo momento ejerza el control. Siempre es mejor lograr que su contrincante se acerque a usted y abandone, en este proceso, sus propios planes. Atráigalo con ganancias fabulosas... y despuíés proceda a atacar. Usted tiene todos los ases en la mano.

Ley N 9- Gane a travíés de sus acciones, nunca por medio de argumentos.
Cualquier triunfo circunstancial que usted obtenga a travíés de argumentación verbal en realidad es sólo una victoria pí­rrica: el resentimiento y la mala voluntad que así­ genera son más intensos y duraderos que cualquier acuerdo momentáneo que haya logrado. Es mucho más eficaz lograr la coincidencia de otros con la coincidencia de otros con usted a travíés de sus acciones, sin decir palabra alguna. No explique, demuestre.

Ley N 10- Peligro de contagio: evite a los perdedores y los desdichados.
La desdicha de los demás puede conducirlo a la muerte: los estados de ánimo son tan contagiosos y tóxicos como una enfermedad infecciosa. Aunque sienta que debe tenderle una mano a alguien que se está hundiendo, lo único que logrará con ello será acelerar su propia caí­da. A menudo, los perdedores, son los artí­fices de su propia desgracia y terminan por transmitirla a quien quiere ayudarlos. Eví­telos y, en cambio, frecuente a individuos ganadores y felices.

Ley N 11- Haga que la gente dependa de usted.
Para mantener su independencia, es indispensable que los demás lo quieran y necesiten. Cuanto más confí­en y dependan de usted, tanto más libertad usted tendrá. Haga que la gente dependa de usted para lograr su felicidad y prosperidad, y no tendrá nada que temer. Nunca enseñe a los demás lo suficiente como para que puedan arreglárselas sin su ayuda.

Ley N 12- Para desarmar a su ví­ctima, utilice la franqueza y la generosidad en forma selectiva.
Un gesto sincero y honesto compensará docenas de actitudes dictadas por la hipocresí­a y la falsedad. El gesto de franca y honesta generosidad hace bajar la guardia aun al individuo más desconfiado. Una vez que su sinceridad selectiva haya abierto una brecha en la armadura del otro, podrá manipularlo y embaucarlo a su antojo. Un obsequio oportuno -especie de caballo de Troya- podrá cumplir el mismo objetivo.

Ley N 13- Cuando pida ayuda, no apele a la compasión o a la gratitud de la gente, sino a su egoí­smo.
Si necesita recurrir a la ayuda de un aliado, no se moleste en recordarle el apoyo que usted le dio en el pasado o sus buenas acciones. Lo pasado se ignora o se olvida. Si, en cambio, al formular su pedido de colaboración, usted muestre elementos que beneficiarán a la otra persona y hace gran hincapiíé en ellos, su contrincante responderá con entusiasmo a su solicitud, al detectar el beneficio que podrí­a obtener.

Ley N 14- Muíéstrese como un amigo pero actúe como un espí­a.
Es de fundamental importancia saberlo todo sobre su rival. Utilice espí­as para reunir información valiosa que le permita mantener siempre una ventaja sobre íél. Y mejor aún: haga usted mismo de espí­a. Aprenda a sondear con cuidado a la gente en corteses encuentros sociales. Formule preguntas indirectas para lograr que el otro revele sus intenciones y sus debilidades. Toda ocasión es buena para ejercer el arte del espionaje.

Ley N 15- Aplaste por completo a su enemigo.
Empezando por Moisíés, todos los grandes lí­deres de la historia sabí­an que era necesario aplastar por completo al enemigo al que temí­an. (En algunas oportunidades aprendieron esta lección a fuerza de golpes). Si se deja encendida una sola brasa, por muy díébil que sea, siempre se corre el riesgo de que vuelva a desencadenarse un incendio. Se ha perdido más por una aniquilación a medias que por una exterminación total: el enemigo se recuperará y buscará venganza. Destruyalo por completo, no sólo fí­sica sino tambiíén espiritualmente.

Ley N 16- Utilice la ausencia para incrementar el respeto y el honor.
Demasiada oferta reduce el precio: cuanto más lo vean y oigan, tanto menos necesario lo considerarán los demás. Si ya ha afirmado su posición dentro de un grupo determinado, un alejamiento temporario hará que hablen más de usted, e incluso que lo admiren. Deberá aprender cuándo alejarse. Recuerde que la escasez de un recurso incrementa su valor.

Ley N 17- Mantenga el suspenso.
Maneje el arte de lo impredecible El ser humano es hijo del hábito y tiene una necesidad insaciable de sentirse familiarizado con las actitudes de quienes lo rodean. Si usted se muestra predecible, confiere a los demás la sensación de tener cierto control sobre usted. Invierta los papeles: muíéstrese deliberadamente impredecible. Las actitudes que en apariencia carecen de coherencia o propósito desconcertarán a los demás, que se agotarán tratando de explicarse sus movimientos y acciones. Llevada a un extremo, esta estrategia puede intimidar y aterrorizar.

Ley N 18- No construya fortalezas para protegerse: el aislamiento es peligroso.
El mundo es un sitio peligroso y los enemigos acechan por doquier; todos necesitan protegerse. Una fortaleza se presenta como la alternativa más segura. Pero el aislamiento lo expone más de la que la protege de los peligros que la rodean, ya que la aisla de información valiosa y la destaca como un blanco difí­cil para los demás. Es mucho más seguro circular, mezclarse entre la gente y buscar aliados. La multitud lo protege de sus enemigos.

Ley N 19- Sepa con quiíén está tratando: no ofenda a la persona equivocada.
En el mundo hay muchas clases de personas diferentes, y usted no puede suponer que todos reaccionarán de la misma manera frente a sus estrategias. Hay ciertas personas que, si usted las manipula o engaña, pasarán el resto de su vida procurando vengarse. Serán, desde el momento de la ofensa, lobos con piel de oveja. Elija con cuidado a sus ví­ctimas y a sus contrincantes, y nunca ofenda o engañe a la persona equivocada.

Ley N 20- No se comprometa con nadie.
Sólo los tontos se apresuran siempre a tomar partido. No se comprometa con ninguna posición o causa, salvo con la suya propia. El hecho de mantener su independencia lo convierte en el amo de los demás. Obtenga beneficios oponiendo a las personas entre sí­.

Ley N 21- Finja candidez para atrapar a los candidos: muíéstrese más tonto que su ví­ctima.
A nadie le gusta sentirse más estúpido que los demás. Por lo tanto, el truco consiste en hacer sentir sagaces e inteligentes a sus ví­ctimas y, sobre todo, más sagaces e inteligentes que usted. Una vez que las haya convencido de esto, nunca sospecharán que usted tiene motivaciones ocultas contra ellos.

Ley N 22- Utilice la táctica de la capitulación. Transforme la debilidad en poder.
Cuando usted sea el más díébil, nunca luche simplemente por salvar su honor. Opte, en cambio, por la capitulación. Rendirse le dará tiempo para recuperarse, tiempo para atormentar e irritar al vencedor, tiempo para esperar a que el poder de íéste se diluya. No le díé la satisfacción de luchar y ser vencido por íél. Capitule antes de ser derrotado. Al volver la otra mejilla, enfurecerá y desconcertará a su contrincante. Convierta la capitulación en un instrumento de poder.

Ley N 23- Concentre sus fuerzas.
Conserve sus fuerzas y su energí­a manteniíéndolas concentradas en su punto más fuerte. Ganará más descubriendo un rico yacimiento y explotándolo en profundidad, que pasando de un yacimiento pobre a otro: la intensidad siempre triunfa sobre la dispersión. Cuando busque fuentes de poder que puedan promoverlo, procure encontrar siempre el patrón clave único, la vaca lechera que puedan ordeñar durante largo tiempo.

Ley N 24- Desempeñe el papel de cortesano perfecto.
El cortesano perfecto, adulador e intrigante, prospera y alcanza su plenitud en un mundo en el cual todo gira en tomo del poder y de la habilidad polí­tica. Domina a la perfección el arte de la oblicuidad. Adula, se somete a sus superiores y reafirma su poder sobre los demás de la forma más encantadora y graciosamente indirecta y falsa. Aprenda a aplicar las leyes del cortesano, y su ascenso dentro de la corte no conocerá lí­mites.


Nidala

  • Visitante
Re: Estrategias de manipulación
« Respuesta #3 en: Junio 07, 2008, 11:17:54 am »
Ley N 25- Procure recrearse permanentemente.
No acepte los papeles que la sociedad le ha endilgado. Fórjese una nueva identidad que atraiga la atención y nunca aburra al público. Sea el dueño de su propia imagen, en lugar de permitir que otros la definan por usted. Incorpore elementos dramáticos en sus gestos y acciones públicas, y su poder se verá reforzado y su personalidad crecerá en forma asombrosa.

Ley N 26- Mantenga sus manos limpias.
Es necesario que, en todo momento, usted aparezca como paradigma de la corrección y la eficiencia. Sus manos nunca se ensuciarán por ilí­citos o descuidos. Mantenga esa apariencia impecable, utilizando a otros como testaferros o pantallas para ocultar, cuando sea necesario, su participación personal en hechos de esta í­ndole.

Ley N 27- Juegue con la necesidad de la gente de tener fe en algo, para conseguir seguidores incondicionales.
La gente tiene una necesidad irrefrenable de creer en algo. Conviíértase en el centro focalizador de esa necesidad, ofreciíéndoles una causa o una nueva convicción a la que adherir. Formúlela en tíérminos vagos pero pletóricos de promesas. Enfatice el entusiasmo por sobre el pensamiento claro y racional. Díé a sus nuevos discí­pulos, rituales que realizar y exí­jales sacrificios. Ante la ausencia de una religión organizada y grandes causas en las que puedan creer, su nuevo sistema de convicciones le conferirá un poder inaudito.

Ley N 28- Sea audaz al entrar en acción.
Si se siente inseguro frente a determinado curso de acción, no lo intente. Sus dudas y titubeos se transmitirán a la ejecución del plan. La timidez es sumamente peligrosa; lo mejor es encarar toda acción con audacia. Cualquier error que usted cometa por ser audaz se corregirá con facilidad mediante más audacia. Todo el mundo admira al audaz; nadie honra al timorato.

Ley N 29- Planifique sus acciones de principio a fin.
Un final brillante constituye el corolario que da íénfasis a todo su accionar. Planifique su camino teniendo en cuenta todas las consecuencias posibles, todos los obstáculos y todos los giros del azar que puedan incidir de manera negativa sobre su trabajosa elaboración y otorgar la gloria a otros. Planificar todo un proceso, de principio a fin, evitará que lo abrumen los factores negativos y le permitirá saber con exactitud cuándo detenerse. Maneje la fortuna con cuidado y determine el futuro planificando a largo plazo.

Ley N 30- Haga que sus logros parezcan no requerir esfuerzos.
Su accionar deberá parecer natural y de fácil ejecución. Toda la práctica y el esfuerzo que usted realice, así­ como todas las habilidosas artimañas a las que recurra, deberán permanecer ocultos. Cuando actúe, hágalo como si la tarea que tiene entre manos fuese algo de lo más sencillo, como si pudiese hacer todaví­a mucho más. Evite la tentación de revelar lo mucho que usted trabaja, pues con ello sólo generará cuestionamientos. No le enseñe a nadie sus trucos especiales, o los usarán contra usted.

Ley N 31- Controle las opciones: haga que otros jueguen con las cartas que usted reparte.
El mejor engaño es aquel que aparenta ofrecer opciones al otro: sus ví­ctimas sienten que controlan la situación. Pero en realidad no son sino tí­teres en sus hábiles manos. Presente opciones que siempre le sean favorables, independientemente de cuál de ellas elijan los demás. Obligúelos a optar entre el menor de dos males y logre que cualquiera de las dos elecciones resulte a favor de usted. Haga que cualquier alternativa por la que se decidan sus rivales, los perjudique a ellos y lo beneficie a usted.

Ley N 32- Juegue con las fantasí­as de la gente.
Muchas veces se evita la verdad porque suele ser dura y desagradable. Nunca recurra a la verdad, ni a la realidad, salvo que estíé dispuesto a enfrentar la ira que genera la desilusión. La vida es tan dura y problemática que aquellas personas capaces de inventar ilusiones o conjurar fantasí­as son como oasis en el desierto: todos van hacia ellas. Apelar a las fantasí­as de las masas es una fuente inmensa de poder.

Ley N 33- Descubra el talón de Aquiles de los demás.
Todo individuo tiene un punto díébil, una fisura en la muralla que rodea su fortaleza. Por lo general, esa debilidad es algo que le causa inseguridad, o una emoción o una necesidad que lo supera. Tambiíén puede ser un pequeño placer secreto. Sea lo que fuere, una vez que usted la haya descubierto, esa debilidad se convierte en un elemento de presión que podrá manejar a su antojo y, por su puesto, siempre a su favor.

Ley N 34- Actúe como un rey para ser tratado como tal.
Su forma de actuar determinará cómo lo tratarán los demás: a la larga, una presencia vulgar o común hará que la gente le pierda el respeto. Porque un rey se respeta a sí­ mismo e inspira el mismo sentimiento en los demás. Al adoptar una actitud de rey, mostrando confianza en su propio poder, logrará que lo consideren destinado a llevar una corona real sobre la cabeza.

Ley N 35- Domine el arte de la oportunidad.
Nunca demuestre tener prisa, ya que el apuro delata una falta de control sobre el tiempo y sobre su propio accionar. Muíéstrese siempre paciente, como si supiera que, con el tiempo, todos sus deseos se cumplirán. Conviíértase en especialista en el arte de detectar el momento propicio para cada cosa. Descubra el espí­ritu de los tiempos actuales y las tendencias que lo llevarán al poder. Aprenda a mantenerse a la expectativa cuando el momento propicio no haya llegado, y a golpear con fuerza cuando la oportunidad le sea propicia.

Ley N 36- Menosprecie las cosas que no puede obtener: ignorarlas es la mejor de las venganzas.
Al prestar atención a un problema trivial, lo convierte en real y le confiere importancia. Cuanta más atención le preste a un enemigo, más lo fortalecerá. Y a menudo, un pequeño error se magnifica en el intento de corregirlo. A veces, lo mejor es dejar ciertas cosas por completo de lado. Si hay algo que usted desea pero no puede obtener, menosprecí­elo. Cuanto menos interíés demuestre, mayor será el nivel de superioridad que verán los demás en usted.

Ley N 37- Arme espectáculos imponentes.
Una imaginerí­a impactante y gestos simbólicos grandiosos generan aura de poder, ya que ejercen gran atracción sobre todos. Presente espectáculos imponentes para quienes lo rodean, plenos de elementos visuales fascinantes y radiantes simbolismos que enfaticen su presencia. Encandilados por las apariencias, los demás no se darán cuenta de lo que usted está haciendo en realidad.

Ley N 38- Piense como quiera, pero compórtese como los demás.
Si usted hace ostentación de ir contra la corriente, alardeando acerca de sus ideas poco convencionales y sus actitudes heterodoxas, la gente pensará que usted sólo desea llamar la atención y que desprecia a los demás. Encontrarán la forma de castigarlo por hacerlos sentir inferiores. Es mucho más seguro confundirse con la masa y adoptar un cierto aire "común". Limí­tese a compartir su originalidad con amigos tolerantes y con aquellas personas de las que está seguro que aprecian su forma de ser diferente y especial.

Ley N 39- Revuelva las aguas para asegurarse una buena pesca.
La ira y las emociones son estratíégicamente contraproducentes. Siempre deberá mantenerse sereno y objetivo, pero si puede enfurecer a sus enemigos mientras usted conserva la calma, obtendrá una ventaja decisiva. Desoriente a sus enemigos: descubra la grieta, a travíés de la cual pueda sacudirlos y manejarlos.

Ley N 40- Menosprecie lo que es gratuito.
Todo lo que es gratuito es peligroso, ya que por lo general implica alguna treta o un compromiso oculto. Las cosas que tienen valor valen la pena pagarse. De esta manera, no estará obligado a gratitud alguna, se verá libre de culpa y evitará fraudes y engaños. Lo más inteligente es, a menudo, pagar el precio total. Cuando hablamos de excelencia no hay gangas. Sea generoso con su dinero y hágalo circular, dado que la generosidad es señal e imán de poder.

Ley N 41- Evite imitar a los grandes hombres.
Lo que se produce por primera vez siempre parece mejor y más original que lo que viene despuíés. Si usted sucede a un gran hombre o tiene padres cíélebres, deberá lograr el doble para superar la imagen de ese "modelo". No se pierda en la sombra de esos "grandes" ni se quede estancado en un pasado que no es obra suya: encuentre su propia identidad y reafí­rmela con su accionar diferente. Elimine a ese padre dominante, reniegue de su herencia y gane poder a travíés de sus propios míéritos.

Ley N 42- Muerto el perro, se acabó la rabia.
Los problemas suelen tener su origen en un solo individuo fuerte: el instigador, el subalterno arrogante, el sembrador de inquinas y resentimientos. Si usted deja espacio para el accionar de este tipo de individuo, otros sucumbirán a la influencia del personaje. No espere a que los problemas que íél causa se multipliquen, y no trate de negociar con íél, pues es irrecuperable. Neutralice esa influencia, aislándolo o eliminándolo. Recuerde que, muerto el perro, se acabó la rabia.

Ley N 43- Trabaje sobre el corazón y la mente de los demás.
La coerción provoca una reacción que, con el tiempo, puede actuar contra usted. Es necesario lograr, mediante maniobras de seducción, que los demás se muevan en la dirección que usted desea. Una vez seducida, la persona se convierte en su leal servidor. Y la forma más eficaz de seducir a alguien, consiste en manejar con habilidad las flaquezas y la psicologí­a del individuo. Debilite la resistencia del otro a travíés de la manipulación de las emociones, jugando con lo que el otro ama y valora, o lo que teme. Si usted ignora el corazón y la mente de los demás, terminarán odiándolo.

Ley N 44- Desarme y enfurezca con el efecto espejo.
El espejo refleja la realidad pero tambiíén es el arma perfecta para el engaño: cuando usted refleja a sus enemigos, haciendo exactamente lo que hacen ellos, sus rivales no lograrán deducir su estrategia. El efecto espejo los burla y humilla, lo cual los lleva a reaccionar en forma desmedida. Al poner un espejo frente a su psique, usted los seduce con la ilusión de que comparte sus valores. Al reflejar sus acciones en un espejo, les enseña una lección. Son muy pocos los que pueden resistirse al poder del efecto espejo.

Ley N 45- Predique la necesidad de introducir cambios, pero nunca modifique demasiado a la vez.
En teorí­a, todo el mundo comprende la necesidad del cambio, pero en el nivel cotidiano el ser humano es hijo de la costumbre. Demasiada innovación resulta traumática y conducirá a la rebelión. Si usted es nuevo en una posición de poder, o un tercero que intenta construir una base de poder, haga alarde de respetar la forma tradicional de hacer las cosas. Si se impone un cambio necesario, hágalo aparecer como una leve modificación positiva del pasado.

Ley N 46- Nunca se muestre demasiado perfecto.
Siempre es peligroso mostrarse superior a los demás, pero lo más peligroso de todo es parecer libre de toda falla o debilidad. La envidia genera enemigos silenciosos. Lo inteligente es poner de manifiesto, de vez en cuando, sus defectos y admitir vicios inofensivos, a fin de desviar la envidia y parecer más humano y accesible. Sólo los dioses y los muertos pueden parecer perfectos impunemente.

Ley N 47- No vaya mas allá de su objetivo original; al triunfar, aprenda cuándo detenerse.
El momento del triunfo es a menudo el momento de mayor peligro. En el fragor de la victoria, la arrogancia y un exceso de confianza en sus fuerzas pueden llegar a impulsarlo más allá de la meta que se habí­a propuesto en un principio, y al ir demasiado lejos, serán más los enemigos que le creará que los que logre vencer. No permita que el íéxito se le suba a la cabeza. No hay nada como la estrategia y la planificación cuidadosa. Fí­jese un objetivo y, cuando lo alcance, detíéngase.

Ley N 48- Sea cambiante en su forma.
Al adoptar una forma definida y tener un plan claro para todo el mundo, usted se convertirá en el blanco de ataques diversos. En lugar de brindar a sus enemigos algo concreto que atacar, mantíéngase flexible, adaptable y en movimiento. Acepte el hecho de que nada es absoluto y de que no existen leyes fijas. La mejor manera de protegerse es mantenerse tan fluido y amorfo como el agua. Nunca apueste a la estabilidad ni a un orden perdurable. Todo cambia.