El Gobierno de Estados Unidos declaró el viernes la desaparición del modelo público-privado de financiamiento de vivienda vigente en las últimas cuatro díécadas, pero no ofreció señales claras del proceso de remodelación, que podría durar por años.
Con los mercados inmobiliarios aún frágiles y las elecciones del 2012 cada vez más cerca, es poco probable que exista un consenso político para una reforma que podría elevar los costos de las hipotecas.
La reforma dejaría además en un limbo a los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac . Ambas compañías fueron intervenidas por el Gobierno en el 2008, en medio de las fuertes píérdidas en el mercado tras la explosión de la crisis financiera.
Las firmas han recibido ayuda de los contribuyentes por 150,000 millones de dólares y actualmente ambas respaldan el 85 por ciento de las nuevas hipotecas que se asignan en el país.
Las dos firmas patrocinadas por el Gobierno, conocidas en inglíés por su sigla de GSE, serán desactivadas gradualmente, para ser reemplazadas por capital privado bajo tres escenarios posibles definidos en una serie de propuestas de la Casa Blanca.
El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, dijo a CNBC durante la presentación del plan que los costos hipotecarios terminarían subiendo en el largo plazo. Según íél, el Gobierno quiere que el capital privado domine el mercado hipotecario. “No podemos esperar demasiado. Es importante que el Congreso legisle en la materia durante los dos próximos añosâ€, agregó Geithner.
Al mismo tiempo, el Gobierno pidió tomar medidas a corto plazo que elevarían el costo de los príéstamos financiados por el estado, lo que haría más atractivo al capital privado, al tiempo que reduciría el enorme portafolio de Fannie y Freddie.
La estrategia del Gobierno apunta a “tener un diálogo abierto con los republicanos que conduciría a un resultado de consenso dentro de un par de añosâ€, dijo Michael Barr, profesor de la Universidad de Michigan y ex funcionario del Departamento del Tesoro.
Para que esto suceda, los demócratas en el Senado deberán alcanzar un acuerdo sobre soluciones a largo plazo con los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes.
El congresista republicano Jeb Hensarling, portavoz de su partido en asuntos financieros, expresó sus deseos de eliminar Fannie Mae y Freddie Mac en cinco años, permitiendo al sector privado que asuma el rol del Gobierno.
El principal rol de las GSE es comprar hipotecas que cumplan con ciertos criterios y posteriormente venderlas a inversionistas como valores de inversión, para liberar efectivo a los bancos, que así tendrían más capital para efectuar nuevos príéstamos.
La industria inmobiliaria, incluyendo a agentes de bienes raíces, constructores y prestamistas, está a favor de que el estado proporcione cierto apoyo al mercado y ya ha comenzado a hacer gestiones para frenar los planes más agresivos de privatización.