El Instituto de Críédito Oficial (ICO) ha vuelto a dar dinero a ACS para financiar el asalto a Iberdrola. El ente público adscrito al Ministerio de Economía ha suscrito con 250 millones el críédito sindicado que el grupo de construcción, energía y servicios renovó el pasado jueves por un total de 2.058 millones. Mediobanca tambiíén ha participado con otros 250 millones.
La operación, comunicada la pasada semana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, supuso refinanciar hasta 2014 un príéstamo que inicialmente ascendía a 2.347 millones y que vencía el próximo 28 de diciembre. Sin embargo, debido a las dificultades para levantar dinero, el nuevo críédito se ha reducido a 2.058 millones, 289 millones menos que en su origen. El motivo de esta disminución es que varias entidades no han renovado su presencia en el sindicado. Entre ellas están Cajasur, Ibercaja, Cajasol y Arab Bank.
Las que sí lo han firmado han sacado una tajada mucho mayor a la operación, ya que la refinanciación se ha hecho a un tipo de interíés sensiblemente más elevado que con el que se concedió el príéstamo. El margen ha pasado de 65 puntos básicos sobre el índice de referencia a 300 puntos básicos, es decir, más de cuatro veces el diferencial inicial. Un encarecimiento que se explica por el mismo motivo por el que algunas cajas han desistido de seguir respaldando a Florentino Píérez: por la complejidad para financiarse ellas mismas en los mercados mayoristas.
Buena prueba de esta situación han sido las emisiones de cíédulas hipotecarias lanzadas a principios de año por BBVA y Banco Santander. Ambos bancos tuvieron que pagar 225 puntos básicos para colocar estos activos entre inversores institucionales por lo que un año antes solo abonaban 0,75 puntos. A Bankinter aún le costó más y tuvo que ofrecer 310 puntos por cíédulas con vencimiento en 2013.
Un endurecimiento del críédito que, sin embargo, no ha sido óbice para el ICO y para Mediobanca. Las dos han sido las únicas que han repetido al suscribir paquetes del críédito por unos 250 millones de euros por cabeza. El resto de las que estaban en el nivel más alto del críédito original han bajado su participación. Lo mismo han hecho Banco Portuguíés de Investimento (BPI) y Caixa Galicia, que estaban en el escalón medio, las que habían aportado entre 40 y 100 millones.
Operaciones políémicas del ICO
La aportación del ICO es llamativa por ser un órgano público, dependiente de Elena Salgado. Pero no es la primera vez que apoya una línea de críédito en una operación corporativa políémica. Ya intervino en la financiación que obtuvo Gas Natural para comprar Unión Fenosa a ACS por más de 19.000 millones de euros. Le otorgó cerca de 300 millones. Más aún le firmó a Acciona, a la que le prestó 500 millones para ayudarla a tomar el control de Endesa.
Precisamente, Endesa tiene un papel indirecto en este nuevo críédito de ACS, ya que Mediobanca es, junto a BBVA –el banco agente- y el propio ICO, el mayor prestamista. Como ya es conocido, el presidente del banco italiano es a la vez que primer ejecutivo de la elíéctrica española controlada por Enel. La entidad italiana es, asimismo, el asesor principal del holding presidido por Florentino Píérez en sus operaciones corporativas.
La refinanciación se ha hecho para la sociedad Residencial Monte Carmelo S.A., íntegramente participada por ACS y titular de acciones de Iberdrola representativas del 6,58% de su capital social. La compañía controlada por los March y los Albertos tiene un 20,2% de la elíéctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán, con el que está enfrentada desde que entró en su accionariado en octubre de 2006.