El presidente de Santander, Emilio Botín, aseguró ante los directivos del grupo que tanto la red Santander como Banesto tienen previsto participar en la compra de cajas. El consejero delegado, Alfredo Sáenz, mientras, puso los deberes a los ejecutivos. El principal reto es captar pasivo sin subir costes.
Pese a que los responsables de Santander aseguran que han comenzado a atisbar síntomas de mejoría en la economía española, mantienen su pesimismo sobre el presente ejercicio para el sector financiero. Este fue uno de los principales mensajes que lanzó Alfredo Sáenz a los ejecutivos del banco el pasado 4 de febrero en la tradicional convención de directivos.
Ante este aún nublado panorama financiero, el consejo delegado reclamó a la red que hiciese un nuevo esfuerzo por captar depósitos, el producto estrella de los últimos años con la crisis de liquidez. Pero puso una condición, que poco o nada tiene que ver con la del pasado año. No habrá altas remuneraciones del pasivo, algo que ya había comentado Botín en rueda de prensa un día antes.
La red Santander, dirigida por Enrique García Candelas, puso en marcha en marzo del pasado año una campaña para captar imposiciones a plazo. Ofrecía un tipo de interíés del 4% do. Banesto tambiíén comercializaba esta remuneración, pero su depósito al 4% duró menos. En total, el grupo captó en España 32.000 millones de euros, todo un ríécord solo comparable al lanzamiento de la Supercuenta Santander en 1989, como recuerda Emilio Botín.
Para este año, Santander tambiíén quiere poner el acento de su estrategia en España en la entrada de depósitos, pero sin elevar el coste para el banco. Lógico si se tiene en cuenta que la guerra del pasivo ha incrementado su base de financiación minorista, pero a un alto coste, su margen de intereses descendió un 9% en la red Santander y del 12,9% en el caso de Banesto, en gran parte derivado del abono de altos tipos de interíés.
Pese a ello, Sáenz ha pedido a los directores de oficinas que incrementen la vinculación de los clientes y arañen cuota de mercado a las cajas.
Tampoco olvidan la concesión de críéditos, pero en este caso, Sáenz comentó que ahora tocaba subir los precios. La banca tiene que trasladar al cliente el encarecimiento en la obtención de financiación en los mercados mayoristas para la propia entidad. Según el ejemplo que siempre cita el consejero delegado hay que volver a lograr abrir las mandíbulas entre la gestión del pasivo y el activo, algo que en 2010 se ha deteriorado.
En su exposición ante los directivos del grupo Botín fue más explícito que un día antes ante la prensa. Los ejecutivos del banco querían saber, según varias fuentes asistentes al acto, si al final el grupo iba a participar en la compra de cajas de ahorros que previsiblemente se va a producir en España. Y el banquero satisfizo su curiosidad. Sí contestó.
La red Santander en España, e incluso Banesto participarán en la compra de cajas para ganar cuota de mercado, explicó Botín. Aunque matizó, que como es habitual en el grupo, analizarán todas las oportunidades. El precio es uno de los principales condicionantes que el grupo tiene en cuenta.
Los bancos españoles están dispuestos a pujar
BBVA ha sido el banco que más claro ha expresado ante la prensa y los analistas su intención de acudir a la compra de cajas de ahorros para mejorar su cuota de mercado en España. Quiere subir esta cuota un 50% en tres años. Santander tambiíén dejó entrever en la presentación de resultados su intención de participar en la adquisición de entidades de ahorro, pero dejó muy abiertas todas las posibilidades. Y ha sido en la convención de directivos del pasado 4 de febrero cuando concretó más su posición.
Popular tambiíén está abierto a pujar por cajas. Pastor y Sabadell han sido tanteados por bancos de inversión para comprobar su disposición a comprar oficinas o participar en una fusión. En ambos caos lo estudiarán. En todos los casos, sin embargo, es fundamental el precio que se fije para la adquisición de estos activos, así como las posibles ayudas públicas que puedan recibir las cajas.