Veamos. No crean que cuestiono las medidas expansivas tomadas hasta el momento por gobiernos y banco centrales, en países desarrollados. Pero sí valoro apropiado que comience a surgir un debate sobre el coste/beneficio a medio y largo plazo de mantenerlas. Obviarlo sólo puede llevar a que sea el propio mercado el que actúe como factor de corrección. Lo estamos viendo en Europa.
Pero creo sinceramente que en algún momento, quizás del futuro próximo, puede ocurrir tambiíén en el resto de las zonas/países desarrollados. Así son los mercados de implacables. Y sigo pensando que este año será de frecuentes cambios de humor de los inversores. Ni la situación era tan horrible a principios de año ni están todos los problemas solucionados en estos momentos. Aquí vamos a hablar de la política económica expansiva. Y lo vamos a centrar, como no podía ser de otra forma, en Estados Unidos.
Cada vez más consejeros de la Fed se muestran abiertamente en contra de prorrogar las medidas de tipo cuantitativo. Recuerden que la Fed, al igual que el ECB, aplicaron tres tipos de medidas:
1. tipos de interíés;
2. facilidad de críédito;
3. de tipo cuantitativo.
Por el momento nadie ha aludido a la posibilidad de subir los tipos (algo que sí hemos comenzado a escuchar en el caso del ECB). Poco a poco se han ido retirando medidas de soporte de liquidez o críédito a las entidades financieras. Pero la mayoría se mantienen. Y luego está la compra de activos, el conocido QE2. Lo que se discute en estos momentos no es acortar la finalización del QE2. Más bien no prorrogarlo en junio con un QE3. La situación no da para más. Pero de aquí a junio faltan cuatro meses. Y ya hemos visto desde finales del año pasado con que facilidad el mercado (y los economistas, tambiíén los miembros de los bancos centrales) matizan o cambian su visión del escenario. Por el momento, al menos oficialmente, prima la prudencia.
Este debate que comienza en el fondo gira sobre la eficacia de la política monetaria para reducir el desempleo. Especialmente si lo centramos en el desempleo estructural o de largo plazo. Pero, ¿cómo discutir el desempleo coyuntural del estructural? Buena pregunta. Y hoy por hoy, difícil de responder. Pero, tras casi dos años de superar la recesión económica y apenas recuperado un 20 % del empleo perdido en la Crisis, parece claro que la caída de la tasa de desempleo será lenta. Muy lenta. En el equilibrio entre pleno empleo e inflación, por el momento el riesgo de inflación se mantiene limitado. La Fed puede así volcarse en el segundo mandato, pese a todas las dudas que puedan surgir sobre su efectividad. Pero, tambiíén parece claro, el paso del tiempo puede cuestionar esta confianza en mantener controladas las expectativas de inflación. Especialmente si concurren factores como la subida del precio de las materias primas y el lento ajuste en las finanzas públicas, que más tarde o más temprano tendrá que se combatido con una combinación de impuestos y recorte de gastos. El riesgo de caída del USD, haría el resto. ¿Hasta quíé punto la política monetaria expansiva actual pueden acentuar todos estos riesgos para la inflación?.
Volvamos de nuevo al principio. La Fed conjuntamente con el Gobierno norteamericano se fijó dos objetivos al principio de la Crisis. El primero era estabilizar el sistema financiero. El segundo, combatir la recesión de la economía. La efectividad de las medidas tomadas, una combinación de políticas expansivas sin igual en la historia, ha sido evidente en ambos objetivos. Pero todo tiene un límite. ¿Estamos cerca de este límite? Como decía al principio, el límite debe venir marcado por la relación coste/beneficio. Al final, el coste de mantener estas medidas frente al beneficio de prolongarlas. El coste en tíérminos de credibilidad en la lucha contra la inflación, de credibilidad en el control de las finanzas públicas y de facilitar nuevos desequilibrios y excesos en los mercados financieros internacionales. Naturalmente, los beneficios se centran en consolidar la recuperación de la economía, crear las condiciones de confianza que mejoren las perspectivas económicas y lleven a un aumento de la inversión y contratación al mismo tiempo que el beneficio, quizás el más relevante en estos momentos, de apuntalar la liquidez y mejorar los precios en los mercados de activos financieros.
Por primera vez desde que aprobó el Q2, la Fed ya discute abiertamente mantener el QE2 en función del nivel de crecimiento económico. Lo escuchamos ayer, con la publicación de las Actas del último FOMC. Naturalmente, asumo que se mantendrá hasta el final dada la hipótesis de crecimiento elevado que mantiene la Fed. ¿Mejorarla? Es complicado. Pero la discusión en el último FOMC derivó tambiíén hacia la efectividad de estas medidas para luchar contra el empleo. Sí, algo está cambiando dentro de la Fed.