Sacyr Vallehermoso le va a dar una alegría a sus inversores en breve. La constructora va a volver a pagar dividendos dos años despuíés de suspender la retribución al accionista. Así lo ha comunicado Luis del Rivero al consejo de administración y a los gestores de fondos con los que se ha reunido en la última semana para describirles la nueva situación financiera tras las dos ampliaciones de capital.
"As soon as possible" (cuanto antes), ha sido la respuesta en inglíés que han dado los directivos de Sacyr Vallehermoso a la pregunta de los inversores institucionales sobre cuándo volvería la compañía a pagar dividendos. Sacyr dejó de remunerar a sus accionistas a finales 2008, despuíés de registrar unas píérdidas durante ese ejercicio de 256 millones de euros. Como la compañía ya había abonado dos pagos a cuenta de esos resultados, más la entrega de acciones mediante una ampliación liberada, el grupo tuvo que sacar ese dinero -0,60 euros por acción- de reservas voluntarias, con la consiguiente descapitalización.
Aquellos números rojos eran el resultado de la mala inversión en la francesa Eiffage, que salvó in extremis. Esas minusvalías contables fueron compensadas en 2009 con un beneficio de 506 millones de euros, generados por la venta de Itinere. Sin embargo, Sacyr decidió destinar esas ganancias a "reforzar la posición financiera de la sociedad", que a finales de ese año arrastraba una deuda de 11.860 millones de euro, más otros 800 millones correspondiente a la parte corporativa.
Ahora, la situación es bastante mejor. Aunque las cifras siguen siendo muy elevadas -adeuda 11.672 millones, más otros 608 millones de corporativa-, el pasado año consiguió refinanciar el pasivo de 1.400 millones asociados al negocio promotor de Vallehermoso, cuyos intereses y principal no pagará durante los próximos tres años. Además, Sacyr ya ha comenzado la negociación para alargar el pago del príéstamo de 5.060 millones con el que compró el 20% de Repsol. La subida en bolsa de la petrolera ha ayudado a reducir las minusvalías latentes de esa inversión a cerca de 400 millones, un 8%, frente a los más de 2.000 millones de menos que llegó a valer cuando el grupo energíético cotizaba en bolsa por debajo de los 18 euros.
Con esta mejora y ante los más que previsibles beneficios que registrará en el conjunto de 2010 (122 millones hasta el tercer trimestre), Sacyr planea volver a retribuir a sus accionistas. La cuestión ya se ha debatido en los últimos consejos de administración del grupo y se ha incluido en las presentaciones de previsiones para 2011. Así lo aseguran fuentes próximas al órgano de gobierno de Sacyr, cuyo presidente ya dejó caer en la junta de accionista de 2010 que volvería a distribuir dividendos en ejercicio venideros como "señal de vuelta a la normalidad".
No lo anunció con motivo de las ampliaciones de capital
Las mismas fuentes añaden que, aunque en el folleto de las dos últimas ampliaciones de capital realizadas en diciembre y febrero no fijó ninguna política de dividendos, Luís del Rivero prometió a sus nuevos socios retribuirle como el grupo lo había hecho durante todos los años hasta 2008. Entre los nuevos accionistas están fortunas de renombre como los Fuertes, dueños de El Pozo, y Josíé Moreno Carretero, que han comprado el 11% del capital. Sacyr ha reforzado sus recursos propios en 500 millones con estas dos inyecciones de capital.
Según los estatutos de la sociedad, la compañía tiene la obligación de repartir un dividendo equivalente al 30% del valor nominal de sus acciones, siempre y cuando existan los beneficios distribuibles suficientes y "no concurran razones de interíés social que lo desaconsejen". Lo que tiene que decidir ahora el consejo es si pagará a sus inversores con cargo a los resultados de 2010 o lo empezará a hacer a cuenta de los de 2011. Sacyr tiene previsto presentar las cuentas del pasado año el próximo 28 de febrero, último día hábil para enviarlas a la CNMV.
