“El mercado inmobiliario no se recuperará antes de 2014â€
Fuente: Nuevo Lunes
Diego Jimíénez-Albarracín Diego Jimíénez-Albarracín es responsable de Renta Variable del Centro de Inversiones de Deutsche Bank desde 2008. Previamente, estuvo en InverCaixa e Ibersecurities, en varios puestos de responsabilidad desde análisis hasta trading y mesa de clientes VIP. Igualmente trabajó en la inmobiliaria 1000 HOUSE y en las sociedades de capital Riesgo GRAMINSA y ADRAGAIN Estudió Ciencias Empresariales en el CEU San Pablo de Madrid y Business Administration & Marketing en Schiller International University en Madrid y Florida.
—¿Cuál es el escenario previsto en los mercados durante 2011?
— Apostamos por un alto crecimiento mundial en 2011, gracias a la aceleración de los datos en EEUU, la fortaleza de los emergentes y una normalización de la crisis en Europa. Esto favorece los resultados de las empresas, la posibilidad de aumento de dividendos y de movimientos corporativos. Todo ello debería suponer un impulso para las bolsas.
— ¿Cree que hay motivos preocupantes de inflación?
—La inflación es un problema mundial que empezó a reflejarse en los países emergentes a finales de 2010 y que ahora se está trasladando a los países desarrollados. La subida del petróleo y los alimentos es la culpable de esta mayor inflación. Creemos que será un fenómeno temporal. La debilidad del consumo en los países desarrollados está permitiendo que la inflación subyacente siga en niveles bajos.
—¿Cuáles son sus previsiones para el mercado español?
—A pesar de que los resultados trimestrales de los bancos han decepcionado, esperamos que a finales de mes el resto de empresas del Ibex muestren crecimientos positivos, gracias a su exposición internacional. El mal papel de la Bolsa española durante 2010 debería mejorar este año, pero necesitamos que se diluya la presión sobre nuestra deuda y se recupere la confianza.
—¿Los inversores internacionales tardarán en recuperar la confianza en nuestro mercado?
—A la vista de las últimas colocaciones de deuda, tanto pública como privada, entendemos que poco a poco esta confianza se va restaurando. Las medidas tomadas desde mayo han permitido que cada vez se nos compare menos con Grecia, Portugal e Irlanda. No obstante, mientras pervivan las disensiones en el seno de la UE, seguirá habiendo episodios de gran volatilidad. En cuanto a la renta variable, los volúmenes de negociación hablan a las claras de mínimas entradas de dinero nuevo, con lo que tras su huida, los inversores internacionales se mantienen fuera de nuestras empresas.
—¿En quíé activos prevíén obtener las rentabilidades más atractivas?
—Creemos que este va a ser un buen año para la renta variable. En estos primeros meses del año la subida de la inflación y el temor a incrementos en los tipos de interíés nos hacen tener una mayor preferencia por los activos de países desarrollados, en detrimento de los emergentes. A medida que la inflación se vaya reduciendo, creemos que volverán a aparecer oportunidades en estos últimos.
—¿Cuáles son las previsiones en el mercado de la renta fija? ¿Cree que va a continuar la avalancha de emisiones corporativas?
—El intenso proceso de saneamiento empresarial llevado a cabo en los últimos años y la renovada fortaleza de los datos económicos ha hecho que los “spreads†de críédito estíén muy cerca de los niveles anteriores a la crisis. No obstante, sigue habiendo oportunidades en bonos corporativos, pero en empresas de calificación crediticia más baja.En cuanto a nuevas emisiones, está claro que muchas empresas están aprovechando esta mayor confianza de los inversores para salir a buscar financiación. Además, generalmente es a principios de año cuando se realizan un mayor volumen de emisiones, por lo que al menos a corto plazo esperamos que continúe la tendencia.
—¿Ven opciones interesantes de inversión en la renta variable española?
—Muchas. Creemos que el negocio domíéstico seguirá entrañando dificultades para la mayoría de nuestras empresas. Aun así en los últimos años hemos visto como los principales valores del Ibex han apostado por aumentar su exposición internacional, sobre todo en mercados emergentes, con altas cuotas de crecimiento. Así, compañías como Telefónica, Ferrovial, Repsol o Inditex, por citar unas pocas, seguirán creciendo gracias a sus negocios foráneos.
—¿Como se ve la salida a Bolsa de las Cajas en el mercado internacional?
—El inversor extranjero todavía siente cierta desconfianza sobre los activos españoles y aun más sobre los financieros. Esto dificulta su colocación fuera de nuestras fronteras. En cualquier caso, valoramos positivamente los últimos pasos realizados por las autoridades económicas, pues permitirán diferenciar a las entidades más solventes del resto y facilitar así la búsqueda de financiación en el mercado de capitales.
—¿Hay interíés entre los inversores por las Cajas?
—De momento han causado expectación, sobre todo el movimiento anunciado por la Caixa. En cuanto a la Banca Cívica y el Banco Financiero y de Ahorros, todo dependerá del precio de salida y de su descuento frente al valor en libros. La visión del mercado sobre el negocio bancario domíéstico es bastante negativa.
—¿Cual es el panorama previsto para los bancos en el mercado bursátil?
—Los próximos vencimientos de deuda traerán nuevas dudas, lo que, sumado a la debilidad del negocio domestico y al aumento de la morosidad, presionará el precio de la mayoría de nuestros bancos. No obstante, algunas entidades, como BBVA o Santander, han sufrido un castigo excesivo, que no se justifica con su carácter internacional.
—¿Quíé le parece la subida de los valores inmobiliarios en la Bolsa? ¿Cree que tiene justificación?
—La mayoría de las empresas inmobiliarias cotizadas descontaba escenarios próximos a la quiebra con lo que la refinanciación conseguida por algunas y la salida de concurso de acreedores de otras, ha permitido que entre dinero en ellas. No creemos que el mercado inmobiliario se recupere antes de 2014 con lo que seguimos pensando que la inversión en estos valores es muy arriesgada y que los movimientos producidos en los últimos días son meramente especulativos.
—¿Sigue habiendo oportunidades de inversión en los mercados emergentes?
—Mantenemos nuestra visión positiva aunque a corto plazo apostamos por un comportamiento relativo mejor de los mercados desarrollados, como consecuencia de la subida de la inflación y los tipos de interíés en estos últimos. A partir de mitad de año creemos que la inflación empezará a bajar en los países emergentes. Los bancos centrales habrán concluido su ciclo de subidas de tipos, y las tornas se pueden dar la vuelta gracias a sus sólidos fundamentales y al potencial alcista de sus divisas, que no ha cambiado. En renta fija, seguimos viendo atractivo en los bonos emergentes, pero concentrados en duraciones cortas (para evitar el efecto negativo de las subidas de tipos) y en emisores de calidad crediticia más baja (donde todavía los spread son altos para compensar los efectos negativos de la subida de tipos).
—¿Las materias primas seguirán subiendo?
—Nuestras estimaciones de crecimiento mundial en 2011 nos permiten ser optimistas. Creemos que la demanda energíética seguirá creciendo y que las obras en infraestructuras, tanto en los países asiáticos como en los latinoamericanos, continuarán demandando metales industriales.