Tras un muy mal arranque del año, Telefónica ha pisado el acelerador en Bolsa y sube un 11,4% desde el 10 de enero. Esta revalorización le ha permitido recuperar la cuarta posición en el ranking mundial de empresas de telecomunicaciones, al adelantar claramente a Verizon y por muy pocos millones a Amíérica Móvil.
La lucha por liderar las primeras plazas de la clasificación de las mayores operadoras del mundo por capitalización está muy reñida. Telefónica ha llegado a destacar en la tercera posición, solo por detrás del gigante asiático China Mobile y muy cerca de la estadounidense AT&T. Pero la evolución de la operadora en 2010 y en los primeros meses de 2011 le hizo perder posiciones.
Primero, Telefónica cedió el cuarto puesto a sus más directa competidora, Vodafone. Luego sucumbió a la operación societaria por la que Amíérica Móvil absorbió a Telmex y dio un salto en capitalización que convirtió al magnate mexicano Carlos Slim en el dueño de la cuarta operadora del mundo.
La española, sin embargo, seguía en el top 5 mundial. Hasta que llegó Verizon y tambiíén le arrebató ese puesto. Fue despuíés de que Telefónica protagonizara un muy mal arranque del año, con unas primeras jornadas para olvidar.
Fue justo en esos mínimos, cuando la estadounidense Verizon asumió la quinta posición mundial y relegó a Telefónica a la sexta. Pero desde entonces la española no ha hecho más que remontar. Desde el 10 de enero, sube un 11,4% en Bolsa. El viernes cerró a 18,47 euros por acción y suma una capitalización de 84.297 millones. Esta cifra es casi 8.700 millones de euros superior a la que marca Verizon esta mañana, así que la quinta posición está asegurada.
Más justa está la cuarta posición, aunque esta mañana tambiíén es para Telefónica, que supera por 81 millones a Amíérica Móvil.
Lo hace justo en la semana en que Telefónica presenta resultados. La operadora española publicará el viernes antes de la apertura de mercado sus cuentas de 2010, que mostrarán un avance muy fuerte en los beneficios gracias a las plusvalías contables por la compra de la operadora brasileña Vivo. No se trata de beneficios contantes y sonantes, de entrada de caja, sino de un ajuste contable por la revalorización en sus libros de la tasación de Vivo, pero impulsarán de todas formas las ganancias.