El Consejo Empresarial para la Competitividad echó ayer a andar con la presentación oficial de las 17 grandes corporaciones españolas, lideradas por Telefónica. Lo hizo con mucho boato, pero con cierta políémica porque la iniciativa ha provocado un enfado importante en la mayoría de las empresas que han sido excluidas, caso de FCC y Sacyr. Y en la más grande de todas, Endesa, que ha sido vetada por ser considerada “italianaâ€.
Endesa no es la única que se ha quedado fuera de esta primera lista de empresas selectas. Tampoco se ha contado con grupos con amplía presencia internacional como FCC, Sacyr Vallehermoso, Indra, Ebro Foods, OHL o Tíécnicas Reunidas. La explicación oficial que se ha dado para la selección es que solo formarían parte del lobby aquellas empresas con una capitalización mínima de 8.000 millones, un argumento que no es aplicable a Endesa, que vale en bolsa más de 23.000 millones y es la octava del Ibex 35.
La justificación pierde peso tambiíén si se observa que Acciona, que sí forma parte del Consejo Empresarial de la Competitividad, apenas tiene un valor de mercado de 4.000 millones de euros. Algunas fuentes indican que la presencia de este holding se debe a que su presidente, Josíé Manuel Entrecanales, es vicepresidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), organización que supuestamente promueve este grupo de presión.
Precisamente el papel del IEF, de marcado origen catalán, es lo que ha motivado que en la lista del think tank hayan sido incluidos ejecutivos como Josíé Manuel Lara (Planeta), Leopoldo Rodíés (Havas Media Group, empresa de origen francíés) o Isak Andic (Grupo Mango), grupos que no cotizan en bolsa y de los que se desconoce su capitalización. “Hay empresas que no están para dar ejemploâ€, asevera un integrante del lobby en referencia a Sacyr, que ha protestado, como el resto, por su exclusión. "Lo han hecho tan mal que en un primer momento dejaron fuera a BBVA, porque Francisco González se resistió a ir a la Moncloa en diciembre", responden otros.
No obstante y tras las quejas presentadas por los afectados, fuentes del Consejo aseguran que en una segunda ronda se dará entrada a otras compañías que no están entre los promotores. “Más que unir, han desunido a la empresa española", concluyen desde una empresa que se ha quedado fuera de juego.
Intereses extranjeros
El motivo principal para dejar fuera a la que ha sido durante muchos años la primera elíéctrica nacional es que ahora defiende intereses extranjeros. Endesa, con sede social es Madrid, está en manos de Enel, que controla el 92% del capital despuíés de ganar una cruenta batalla corporativa contra Gas Natural y E.ON. El veto ha provocado el enfado de Borja Prado Eulate, primer ejecutivo de la empresa española, que desde su llegada a la presidencia (marzo de 2009) ha apoyado todas las iniciativas empresariales promovidas por el Gobierno para contribuir a superar la crisis.
Prado fue uno de los 39 invitados por Josíé Luís Rodríguez Zapatero a la reunión de urgencia que se celebró en Moncloa el pasado mes de diciembre para acelerar las reformas. Tambiíén se le fotografió en primera línea en la presentación del Informe Económico Anual a mediados de enero. Asimismo, fue uno de los que más apoyo el políémico proyecto del coche elíéctrico lanzado por el Ministerio de Industria.
Por todo ello, la ausencia del grupo elíéctrico en este think tank ha provocado sorpresa en la comunidad empresarial. Otras fuentes explican el veto por el reciente nombramiento de Josíé María Aznar como asesor personal de Prado, noticia