Las principales aerolíneas españolas guardan como un secreto estratíégico el precio y el tiempo de cobertura de sus seguros de combustible. En un momento en el que el barril de petróleo se ha situado en 111 dólares y la competencia es brutal en rutas domíésticas y europeas, las aerolíneas que vuelan con un queroseno más barato intentan echar del mercado a las menos eficientes.
La escalada del precio del petróleo, que ayer rebasó los 111 dólares por barril de Brent, daña las cuentas de explotación de todas las aerolíneas en general, pero mientras que para unas se convierte en su sentencia de muerte, las más hábiles o las más fuertes transforman esta circunstancia en una oportunidad para deshacerse de sus competidores.
Hace apenas seis meses, en un encuentro de expertos en aviación comercial en Madrid, se vaticinaba que si el petróleo se disparaba por encima de 100 dólares, una veintena de compañías europeas entrarían en dificultades. La barrera se ha sobrepasado y el único hecho que puede amortiguar el impacto sobre la supervivencia de las aerolíneas es que nos encontramos en temporada baja, y el número de vuelos es uno de los más reducidos en todo el año.
IATA, la mayor asociación global de aerolíneas, cuyo primer ejecutivo es Giovanni Bisigniani, advirtió ayer que cada aumento en un dólar del precio del barril de crudo repercute de manera directa en un crecimiento de los costes del conjunto de las compañías aíéreas en 1.600 millones de dólares. Consultados por este diario, expertos de las principales aerolíneas españolas han señalado que "nadie puede asegurar si la actual escalada del petróleo es un movimiento especulativo puntual, o se mantendrá en el tiempo".
Si la subida se consolida, avanzan que "los seguros de combustible son pan para hoy y hambre para mañana". Por el contrario, si al alza acusada del crudo le sucede una caída fulgurante (como aconteció en 2008 cuando el barril subió hasta 146 dólares en julio, para despeñarse hasta 60 dólares en octubre) las coberturas pueden convertirse "en una trampa mortal".
En este sentido, recuerdan que Iberia pagó el 63% de su consumo de combustible en 2009 entre 82 y 123 euros, cuando el precio medio de mercado durante el ejercicio no excedió de los 70 dólares barril. El impacto en su cuenta de resultados fue demoledor y algunas fuentes aseguran que ascendió a 400 millones de euros.
Los expertos de las distintas aerolíneas españolas antes citados explican que los seguros de cobertura del precio del petróleo suscritos por cada empresa, van a jugar un papel crucial durante los próximos meses en la batalla que mantienen las compañías españolas y extranjeras por el control de las rutas de conexión en el territorio nacional y con las principales ciudades de Europa.
Al estar el crudo disparado, cada aerolínea vuela con un precio de queroseno distinto, en función de los seguros que posea. Si una empresa con buena cobertura descubre que su rival paga su combustible a precio de mercado, podrá hacer una política de tarifas agresiva en aquellas rutas en las que compiten para intentar echarla del mercado, explican las fuentes citadas.
Por esta razón, las compañías aíéreas han pasado de practicar una política de transparencia al comunicar sus estrategias de seguros de combustible, a ocultar esta información como un secreto de Estado. En este sentido, las mismas fuentes indican que las subidas de tarifas anunciadas por Iberia, Air Europa e Spanair, y a las que posiblemente se una Vueling en los próximos días, tienen un efecto real relativo.
"Cada compañía puede manejar sus tarifas y hacerlas evolucionar al alza, siempre que tenga una posición sólida en una determinada ruta o compruebe que sus competidores directos hacen tambiíén maniobras en la misma dirección", explicaron.
Iberia ha anunciado un recargo por alza de combustible que oscilará entre 3 y 18 euros, según la ruta. En esta política le ha seguido Spanair, con un sobre cargo de hasta 5 euros, y Air Europa, quien señala que repercutirá dos euros por billete y trayecto.
Seguro de combustible: sofisticado, pero no siempre funciona
Las aerolíneas han desarrollado políticas sofisticadas para controlar partidas de coste sobre las que no tienen control. En el caso del combustible, las grandes aerolíneas se han convertido en compradores directos y evitan intermediarios. Adquieren el crudo de los petroleros. El combustible adquirido en alta mar, en el caso de Iberia, ya se encuentra en condiciones de refino para entrar en el sistema de transporte por tubo a toda la Península desde Barcelona y Valencia. Esta autonomía es importante, ya que sus aviones toman el 65% de su combustible en España. El 35% restante se adquiere en más de 200 aeropuertos extranjeros en los que opera.
Otro aspecto crucial de la política para controlar los costes de combustible es el de las coberturas. Para hacer este tipo de seguros los expertos estiman que hay que tener en cuenta cuatro parámetros. El primero es el porcentaje del consumo total que se asegura. El segundo, el momento que se hace la operación, teniendo en cuenta las fluctuaciones del precio. El tercer aspecto tiene que ver con la banda de la cobertura. Existe aseguramiento a un precio fijo, y lo que se llama cobertura en tubo, que fija un precio máximo y otro mínimo. El último aspecto es el de la referencia de la cobertura: con el precio del petróleo en crudo, con el queroseno.
Referencias
Información de seguros con cuentagotas
-Iberia: el único dato disponible sobre su cobertura es que ha asegurado el 58% del total de 2011.
-Air France: ha asegurado el 50% de su consumo de combustible para el actual ejercicio.
-Easyjet: tiene asegurado el 70% de su consumo hasta septiembre de 2011, a 734 dólares la tonelada.
-Ryanair: coberturas del 90% de todo 2011, a 750 dólares por tonelada, y 80% de todo 2012, a 800 dólares por tonelada.
-American Airlines: ha asegurado el 36% de su consumo para 2011.
-Delta: cobertura del 36% de su combustible para todo 2011.
