Los acontecimientos que se están desarrollando en Libia suponen el primer levantamiento en un productor de petróleo importante, y nos dan las primeras indicaciones de hasta dónde podría subir el crudo si los desórdenes en Oriente Próximo se extienden a las dos vacas sagradas del petróleo: Arabia Saudí e Irán.
"Descontar una interrupción del suministro en Libia es una cosa, pero otra muy distinta es que la revuelta se extienda a Arabia Saudí, que tiene el 20% del petróleo del mundo. Si hacemos la cuenta. Estaríamos hablando de 200 dólares por barril", estima David Rosenberg, estratega de Gluskin Sheff.
Las subidas continúan
Sin tener en cuenta los efectos colaterales de que una región tan estratíégica caiga bajo el sitio de su propio pueblo, una simple comparación de la producción de los países llevaría el precio al menos hasta 140 dólares, sostiene John Melloy, autor del blog Fast Money en CNBC.com.
El West Texas subió ayer 8,44 dólares hasta 98,48 ante la resistencia del líder libio Gadafi a las revueltas, que ha multiplicado el número de muertos y amenaza con desembocar en una guerra civil.
Arabia Saudí produjo 9,8 millones de barriles diarios en 2009, 5,4 veces más que Libia. Si multiplicamos los 8,44 dólares de subida de ayer por 5,4 veces, tenemos un alza de 45,95 dólares en el precio del crudo.
"El petróleo puede subir de forma parabólica. La población chií (la minoría frente a la familia real sunní) está concentrada en la región petrolera, y los trabajadores pueden ir a la huelga", explica Joe Terranova, estratega jefe de Virtus Investment Partners.
El análisis tíécnico encuentra una clara tendencia alcista en el chart del petróleo, con objetivo en los máximos de 2008 por encima de 140 dólares. Si se rompe de forma convincente ese nivel, la siguiente parada serían los 200 dólares de Rosenberg.
Elevar la producción
El ministro del Petróleo de Arabia y miembro de la familia real dijo ayer que su país puede elevar notablemente la producción para aliviar la subida actual de los precios. Estos comentarios hicieron que el precio se relajara un poco desde los máximos del día, pero las semillas de la revolución están presentes en su país: el desempleo y una población muy joven.
"Con un 20% de las reservas globales, Arabia Saudí tendría claramente un impacto mucho mayor en los precios del petróleo. Sin embargo, no creo que EEUU vaya a dejar que el país caiga en manos de otro gobierno. No nos equivoquemos, Arabia no es Egipto o Libia, y EEUU les ayudará rápidamente", opina Jim Iuorio, director general de TJM Institutional Services.
Algo que puede mantener el petróleo bajo control incluso si cae la tiranía de Arabia Saudí es la demanda. Cuando el petróleo alcanzó 147 dólares en 2008, el consumo de petróleo en EEUU cayó por debajo de 20 millones de barriles diarios por primera vez en seis años. "Si Arabia cae y el suministro se interrumpe, tendríamos una fortísima escalada del precio con un pico por encima de 150 dólares, pero eso tambiíén contraería la demanda; cuando el petróleo llegó a 140, los americanos reaccionaron reduciendo su uso del coche", recuerda Andrew Busch, de BMO Capital Markets.
Pero tampoco hay que perder de vista que, cuando eso ocurrió, la subida obedecía a razones muy diferentes y los gobiernos de los países productores controlaban totalmente su oferta. Una revolución generalizada en Oriente Próximo es un cambio mucho más grave y permanente de los mercados energíéticos globales que una operativa especulativa de los hedge funds.