Por... Juan Josíé Hoyos
Fue hecho para durar. Sus materiales son los mismos de una lámpara corriente de los tiempos de Edison. La fábrica que lo produjo ya no existe. Pero íél está encendido hace 109 años en una estación de bomberos de una pequeña ciudad de California. Es un bombillo que alumbra el garaje de los camiones que apagan incendios. Cuando lo encendieron por primera vez en 1901, los bomberos todavía se transportaban en coches tirados por caballos. Hace un siglo, su luz les permitía encender las lámparas de querosene con las que se alumbraban por las calles en las emergencias nocturnas.
Se puede ver en directo, día y noche, por internet. Desde que su imagen empezó a ser transmitida, se han dañado dos cámaras web. Mientras tanto el bombillo, fabricado con tecnología de hace un siglo, sigue alumbrando.
Supe de su existencia gracias al documental "Comprar, tirar, comprar" que difundió La2, una cadena de televisión de España. Fue patentado por Adolphe Chaillet, un ingeniero de la desaparecida empresa Shelby Electric, y funciona con un filamento de carbono que está aislado en el vacío dentro de una ampolla de vidrio.
Los bomberos no se percataron de su valor histórico hasta 1972, cuando un reportero de un periódico local escribió un reportaje con testimonios de viejos pobladores de Livermore que sabían la historia. Luego, especialistas de los laboratorios de General Electric certificaron su fecha de fabricación. La noticia apareció en varios periódicos de Estados Unidos. Desde entonces el bombillo ha sido visitado año tras año por periodistas de las más grandes cadenas de radio y televisión del país y el mundo. Su imagen y su historia tambiíén han aparecido en miles de periódicos. Hoy es una de las principales atracciones turísticas de Livermore.
Aunque las autoridades del condado dicen con orgullo que el bombillo ha estado encendido siempre durante estos 109 años, en realidad ha sido apagado al menos cuatro veces debido a los trasteos del Departamento de Bomberos desde 1903. Ese año pasó de una casa de vecindario a un garaje. En 1937, el bombillo estuvo apagado durante una semana y sobrevivió a los trabajos de remodelación del local. En 1976, fue llevado con todos los cuidados a un edificio situado en la plaza principal, donde los bomberos comparten su sede con el Departamento de Policía. Esta vez estuvo apagado durante 22 minutos.
¿Quíé diferencia hay entre la lámpara que patentó Edison en 1879, que permaneció encendida 48 horas ininterrumpidas, y el bombillo de Chaillet que ha durado 109 años? Nadie lo sabe a ciencia cierta. Pero sí se sabe que antes de Edison, en 1855, un ingeniero alemán ya había patentado un bombillo incandescente, y en 1874 lo hizo un ingeniero ruso. Otros inventores tambiíén desarrollaron modelos que funcionaron bien en el laboratorio pero no fueron fabricados en serie.
En un comienzo, los bombillos fueron diseñados como un producto de larga vida. Los primeros que salieron al mercado duraban 1.500 horas. En 1924, gracias a los adelantos tíécnicos, alcanzaban a durar 2.500 horas. Pero a partir de 1925, los grandes fabricantes pensaron que era una desventaja que los bombillos duraran mucho. Querían que la gente comprara bombillos con más frecuencia. Entonces se creó en Ginebra el Comitíé de las 1.000 horas, el primer cartel para controlar su producción. Los bombillos se convirtieron en las primeras víctimas de la llamada obsolescencia programada y dejaron de durar tanto tiempo. El cartel se llamaba Phoebus, aunque luego fue cambiando de nombre, y controlaba las fábricas y los mercados de Europa, Estados Unidos y sus colonias. Su objetivo era intercambiar patentes, controlar la producción y reeducar a los consumidores.
El documental de La2 revela que el historiador berliníés Helmut Hí¶ge encontró pruebas de las acciones ocultas del cartel. De íél hacían parte compañías como Phillips de Holanda y Osram de Alemania. Bajo penalidades como multas millonarias, los ingenieros tuvieron que rediseñar los bombillos. La nueva idea del cartel de que un artículo que no se desgaste es una tragedia para los negocios logró su objetivo: en dos años la vida útil de los bombillos pasó de 2.500 a 1.500 horas. En 1940, un bombillo estándar duraba 1.000 horas. En las díécadas siguientes se patentaron doce nuevas lámparas más eficientes, entre ellas una que duraba 100.000 horas. Ninguna llegó a ser fabricada en serie.
Los 110 años de vida del bombillo más viejo del mundo van a ser celebrados el próximo 18 de junio con una fiesta memorable. Desde ya, ¡feliz cumpleaños para este símbolo de las cosas bien hechas.
Cartel PhoebusDe Wikipedia, la enciclopedia libre
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El cartel Phoebus fue un cartel de, entre otros, Osram, Philips y General Electric firmado el 23 de diciembre de 1924, y que se mantuvo hasta 1939, que existió para controlar la fabricación y ventas de bombillas.
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PHOEBUS...
Este cartel fue un importante paso en la Historia Económica Mundial, debido a su involucración en la creación de una obsolescencia planificada a gran escala.
El cartel redujo la competencia en la industria de las lámparas incandescentes durante unos 15 años, y ha sido acusado de haber prevenido avances en la tecnología que podrían haber llevado a la producción de bombillas de una duración mayor. De todas formas, el cartel Phoebus tambiíén ha sido presentado en una forma ficticia como un recurso menor del argumento en la novela de Thomas Pynchon, El Arcoiris de la Gravedad, lo que ha llevado a cierta confusión entre la realidad y la ficción.
Phoebus era oficialmente una empresa de procedencia helvíética llamada "Phoebus S.A. Compagnie Industrielle pour le Developpement de l’Eclairage".