El gobierno del presidente Barack Obama está tratando de impulsar un acuerdo que puede forzar a los bancos más grandes a pagar por reducciones multimillonarias en los balances de las deudas.
Las condiciones del acuerdo incluyen un compromiso de quienes sirven las hipotecas para reducir los balances de prestatarios que deben más de lo que ahora valen sus viviendas, dijeron personas que conocen la iniciativa, informó The Wall Street Journal.
El costo de esas reducciones no caerá sobre quienes compraron valores garantizados por hipotecas.
Algunos secretarios de Justicia de los estados y agencias federales están presionando a los bancos para que, en el caso de un acuerdo general, paguen multas por $20.000 millones (20 billions) o que entreguen una cantidad parecida a un fondo para la modificación de los príéstamos, dijeron los informantes.
Pero lograr un acuerdo puede ser difícil ya que el mismo tiene que ser aprobado por reguladores federales y secretaros de Justicia de los estados.
Tambiíén hace falta la aceptación de algunos de los bancos más grandes, entre ellos Bank of America, Wells Fargo y J.P. Morgan Chase.
Un acuerdo puede eliminar el manto de incertidumbre que rodea, desde el otoño pasado, a los procesos de ejecución hipotecarias,
Muchos economistas han dicho que es necesario que avancen las ejecuciones para que el mercado de viviendas continúe en un proceso de recuperación.
Es difícil determinar cuantos deudores se beneficiarían con el programa. Hasta ahora los acreedores hipotecarios han tenido dificultades para manejar la gran cantidad de príéstamos con problemas.