El Catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramon Llull, Santiago Niño Becerra, ha opinado sobre la reciente reducción de la velocidad máxima en las autovías españolas y ha asegurado que tras esta medida, "la subida de impuestos que afectan a los combustibles está cantada".
El economista explica este argumento en La Carta de la Bolsa poniendo como ejemplo a los ciudadanos de a pie, es decir, aquellos que tienen un presupuesto real de combustible para todo el mes y que si el precio aumenta consumen menos.
Ante este supuesto, Niño Becerra plantea que si las cifras de ahorro de combustible que el Gobierno ha dado por circular a 110 kilómetros/hora son ciertas, el experto deduce que "si un conductor no rebasa ni un milisegundo el nuevo límite y si tiene su vehículo perfectamente calibrado, consumirá una menor cantidad de combustible del que consumía cuando circulaba por esas vías a la velocidad 'vieja', por lo que su presupuesto para combustible le dará para más".
En este sentido, el Catedrático expone que como la cantidad de dinero que se va a destinar a gasolina va a reducirse, "ahora va a dar margen para que el precio final por litro de combustible pueda subir sin que se rebase ese presupuesto inicial, o lo que es lo mismo, 'subida de precio' que perfectamente puede ser por la vía de aumento de los impuestos que gravan los combustibles".
Ingresos asegurados
Y es que para Niño Becerra, la subida de impuestos "está cantada" en esta atmósfera de recaudación que se ha creado por la caída de la actividad en España y que "está provocando una crisis sistíémica". "Son ingresos asegurados, al menos para compensar la menor recaudación que provocará el menor consumo de combustible derivado de la crisis" continúa el experto en su artículo de opinión.
Finalmente, el Catedrático arremete contra el Gobierno asegurando que esa subida de impuestos será justificada con "el ya conocido argumento de que el precio de los combustibles en España es mucho más bajo que en la UE y la ciudadanía lo aceptará debido a que aún con la subida no se superará su presupuesto debido al ahorro que la nueva velocidad ha producido".
"Y luego, cuando el precio del crudo continúe subiendo y el precio final del combustible lo haga, el Gobierno siempre podrá decir que ese precio es consecuencia del aumento de precio del barril; y bueno, siempre se puede bajar la velocidad máxima a 65 kilómetros por hora, ¿no?" sentencia Niño Becerra.